Hasta desgastar mi vida.

– ¿Cuando será el momento en que deje de sentir que mi corazón se va a desprender de mi pecho?.

Suspira Niniel inquieta caminando detrás de Ignam, Luck sonríe juguetón y murmura cerca de su cuello en una voz suave y encantadora.

– Posiblemente eso jamás va a suceder reina mía.

– ¡Luck!.

Dijo Niniel en regaño con una voz temblorosa sintiendo pasar un escalofrío por su cuerpo.

– Ahg, no coqueteen cerca de mi.

– ¡No lo hacemos!.

Ella nego rápidamente con todo su rostro envuelto en rojo mientras Luck solo se reía de ella.

Pasando entre los estrechos, polvorientos y algo oscuros muros se encontraron con un pasillo lo suficientemente amplio para caminar con comodidad frente una delgada puerta entre abierta.

Luck no paraba de observar a Niniel en todo el camino, cuando llegaron a ese pasillo no dudo en quitarse el saco de su uniforme y colocarlo sobre sus hombros buscando que se abrigue.

– ¿Porque siempre que estás aqui no dejas de estar palida y helada?, es preocupante.

– Cierto, había notado eso antes, apenas entramos a los límites del palacio te pusiste como si estuvieras enferma.

– Yo tambien quisiera saberlo, más allá de los nervios, es difícil estar tranquila aquí.

Abren la puerta y se encuentran con Sergei sentado al lado de Madam Marín en un antiguo sofá arrinconado junto con una mesa que traía un juego de té, la habitación en la que están ahora es incluso más pequeña que en la que había dormido Niniel anoche pero más cálida e iluminada, todas sus paredes estaban llenas de llamativos libros bien conservados como si el pasar del tiempo no afectará a la habitación.

– Adelanté, su alteza, felicidades.

– Felicidades, reina Niniel.

Ambos sirvientes mayores aplauden con alegria y los invitan a que terminen de entrar.

– Gracias....

– Acércate Niniel, déjame presentarlas, ella es Yelena Marín es la jefa superiora de las todas las sirvientas y una buena amiga, ella también quiere jurar su lealtad hacia ti.

Niniel da unos al frente de ellos y se cuestiona que debe hacer buscando darle la mano pero Madam Marín solo le hace una cortes reverencia a la que Niniel responde rápidamente igual.

– Puedes decirme Madam Marín o directamente Yelena si se te es cómodo hacerlo, ayude a Sergei a ciegas pero ahora que te conozco estoy impresionada.

– ¿De que convirtiera en reina a una plebeya?.

– No, que al fin tengamos una de la que no nos arrepentiremos servir.

– ¿Tenían problemas con la reina Sophia?.

– No, no, me refería que a nadie le gustaba la idea de que la princesa Miriel fuera la reina, solo al joven Bastian.

– Me siento un poco mal por ellos por haber arruinado su boda.

– Si la conocieras de primera mano no dirias lo mismo pero dejemos las charlas amistosas para después.

Madam Marín palmea las manos de Sergei y el sonríe dirigiéndose a uno de los estantes, tomo un pequeño libro blanco con detalles de flores disecadas y se lo entrega a Niniel.

– Lo que necesitas lo tienes aquí.

Niniel lo toma con cuidado entre sus manos e inspecciona pausadamente su contenido, no es muy grueso y la mitad de las páginas son blancas sirviendo como un estuche para un pequeño broche de platino con forma de pluma que se encuentra en el interior, ella lo toma frotando sus dedos contra el.

– Esto es hermoso, aunque su punta es muy filosa para ser un broche.

– Suele ser así al inicio para la nueva reina, puedes dejarlo aquí al terminar los juramentos o llevarlo contigo.

Ella asiente y se concentra en leer la otra mitad de las páginas.

– Mientras tanto, me gustaría saber, Ignam, ¿te irás a casa en la noche cuando acabemos con esto?.

– No lo se, tengo un tiempo pensando en eso, me siento extraño dejando a Niniel aquí.

– Podrías quedarte, en realidad, estoy un poco interesado en que me ayudes a aligerar un poco el trabajo, Niniel no conoce nada y yo estoy muy viejo para poder cargar con todo a la vez.

Luck y Madam Marín se impresionaron por esa propuesta, pero se mantuvieron en silenció.

– No estoy seguro de poder ser de ayuda, también soy muy ignorante y suena que la mano derecha de la reina tenga una mano derecha.

– Que directo eres, pero creeme, serás de ayuda, tendrás un salario adecuado y varios beneficios si lo deseas.

– Supongo que lo podría aceptar.

– Estaré feliz que arreglar todo para que empieces de inmediato, aunque supongo que deberías hablarlo también con tus padres primero.

– No tengo padres, soy huérfanos.

Lo dijo sin mucha emoción, todos en la habitación se quedaron incómodos.

– Oh, lo siento mucho.

– No se sientan mal, ni siquiera los llegué a conocer como para entristecerme por eso, creo que lo más cercano que tengo como padres son los de Niniel.

– ¿Entonces se conocen desde niños?, eso explicaría porque son tan cercanos.

– Más que amiga, es como una tonta hermana mayor que adora meterse en los peores problemas posibles justo como ahora.

Dice algo irritado, Niniel sonrió atenta a la conversación mientras leía.

– Es inesperado que seas el menor, no lo parecen.

– Si, es mi lindo hermanito protector que debería ser menos serio y gruñón si quiere conseguir una novia algún día.

Dijo Niniel apartando la vista de su libro.

– Lo siento majestad, ¿la estamos distrayendo?.

– No, estoy lista.

Todos menos Ignam se arrodillan formando una fila horizontal frente a Niniel con el abdomen recto y sus cabezas levantadas, cierran los ojos cerrados haciéndola sentir avergonzada.

– ¿Cuando será el momento en el que acostumbraré a esto?.

Murmuró Niniel para si misma, tomo aire y se paró frente a Luck pasado la punta de la pluma por su frente, baja pasándola con cuidado por sus labios y al final por su cuello, mientras hacía esto, la punta de la pluma en vez de ser rígida y filosa se movía como las fibras de un pincel.

– Coronel Luck Lutrein, ¿Tu cuerpo y Alma estarán para mí?.

– Mi cuerpo y alma están para servir fielmente a mi señora y madre de todos su majestad la reina, cueste lo que me cueste.

– Hasta que se consuma mi vida.

Una pequeña marca roja aparece en una de las fibras platinas de la pluma y otra en la muñeca derecha de Luck.

– ¿Enserio deben hacerlo con esa pose?, es incómodo.

– Te estamos entregando literalmente la vida Niniel.

– Ay no, rogaba por qué esa parte en el libro fuera metafórica.

– No lo es y me hace muy feliz ser el primero.

Lo dice abriendo sus ojos con una gran sonrisa posando su palma contra su pecho.

Niniel se pone roja de nuevo abanicando su rostro con sus manos para calmar el ardor de sus mejillas.

Se dirige a Sergei y vuelve a hacer lo mismo pasándole la pluma y recitando el juramento hasta quedar de último Madam Marín consiguiendo así tres marcas en la pluma.

– Ahora solo yo puedo manejar sus vidas y ustedes no pueden traicionar la mía.

– Si, su majestad. Dicen los tres al unísono tocando sus pechos.

Niniel decide quedarse con el broche en la mano y el libro lo guarda dónde había observado que lo saco Sergei.

– Ahora tenemos que asistir a una reunión con los nobles del puedo y desagradablemente para usted, con Bastian también.

– ¿Que?, ¿ahora?, estaba pensando pasar un tiempo evitando encontrarme con el.

Niniel se arrincona nerviosa abrazándose a si misma con la chaqueta y Luck se acerca para relajarla.

– Tranquila, estaremos Sergei y yo contigo, te protegeré igual que en la boda.

– No es solo lo físico, no quiero escuchar las cosas que dirá cuándo me tenga en frente rodeada de todas esas personas que de seguro tendrán también mucho que decir sobre mi.

– Quisiera decir que yo la ayudaría con eso pero sería una mentira piadosa, aún así no puede escapar de el, desde ahora los dos chocarán muy seguido.

Niniel agacha la cabeza preocupada e Ignam sorpresivamente se acerca a ella a darle un golpe en la cabeza impactando a todos.

– ¿¡Pero que le estás haciendo!?.

Grito Luck preocupado pero Ignam lo ignoro.

– Ya me tienes hartó con tu actitud cobarde, dijiste que no te ibas a arrepentir de esto, sabías que sucederían estás cosas y aún así lo aceptaste así que deja de arrinconarte como un ratón, el es solo un chico bobo con un título extravagante igual que tu, ahora muévete.

Niniel alza un poco la mirada llena de lágrimas y tocó su cabeza, Ignam se asustó un poco.

– ¡Lo siento!, ¿Fue mucho?.

– Como tengo la corona me dolió horrible.

Llora quitando la corona de la cabeza e Ignam intenta consolarla un poco en pánico.

– No fue mi intensión, lo siento, ¡enserio lo siento!.

Madam Marín le susurra a Sergei un poco dudosa.

– ¿Enserio es buena idea entregarle nuestra vida a estos niños?.

– Tenemos que confiar en las nuevas generaciones, está era la última voluntad de Sophia así que supongo que tendremos que esperar a ver qué sucede.

– Hará un buen trabajo, admito que la personalidad de Niniel es un tanto curiosa a veces pero lo que he conocido de ella me hace saber que estaremos bien.

– Espero tengas razón.

– ¡Ay!.

Mientras hablaban, Niniel por error se corta con el broche brotando de su dedo mucha sangre.

– Lo siento, no se preocupen, estoy bien.

Dijo rápido intentando tapar su herida, Luck la ayuda a cubrirla dejando a Sergei un poco pensativo.

– Esto... parece un mal presagio.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***