Capitulo 20

En el estudio del emperador. Este ni bien entró se sirvió un whisky y se sentó en uno de su sillón. Empezó a pensar en todo lo que Abigaíl pudo haber estado asiendo la noche anterior y por eso termino caminando así. Se abrazó a la botella de cristal y empezó a tomar un trago tras otro, no podía dejar de imaginar la teniendo relaciones con otro hombre que no fuera él.

Luego de terminar su segunda botella decidió ir a pedir explicaciones de ¿Por qué le estaba asiendo esto?

Salió decidido de su oficina y camino por los pasillos tambaleándose hasta llegar a la oficina de la emperatriz. Los sirvientes que pasaban no entendían que le estaba pasando a su emperador jamás lo habían visto así de borracho.

Steven por fin había llegado a la oficina de Abigaíl pero en la puerta había dos guardias quienes al verlo se miraron y cubrieron la entrada para que esté no pasará.

Steven: A un lado tengo que hablar con mi mujer.

_ La emperatriz se encuentra ocupada en este momento, majestad vuelva luego.

Stiven: Este es mi palacio y se hace lo que digo ¿Me escuchó?

Ahora se corren o los corro.

_ (Los guardias se volvieron a mirar y no podían creer que el emperador se presentará en esas fachas a hablar con la emperatriz. Lo peor del caso era que la emperatriz se encontraban encerrada con el concubino Gilbert hace como cuarenta minutos y de esa oficina solo salían gemidos y sonidos obscenos) Lo siento, pero como ya le dijimos vuelva más tarde.

Steven: Bueno tocó correrlos.(este empezó a forcejear con ambos guardia hasta que estos no pudieron más y Steven logró tomar el picaporte y abrir la puerta para encontrarse con una escena muy bochornosa) ¿Pero qué carajos?

Stefan: Eso mismo digo yo LARGO AHORA MISMO.(dijo este cubriendo a la emperatriz con su cuerpo desnudo. Esta se encontraba encima del escritorio con ambas piernas abiertas de par en par sobre este y con su vestido de la parte superior bajo, dejando sus pechos al aire.)

Steven: (Este quedó en estado de shock. En ese instante se le pasó la borrachera y enfureció) Tu maldito infeliz ¿Qué le estás haciendo a mi esposa.?

Abigaíl: LARGO QUE NO ESCUCHARON Y LLÉVENLO

CON USTEDES.

_ Si Majestad perdón no vimos nada.(Ambos caballeros tomaron de los brazos al emperador y lo sacaron del estudio)

Minutos antes.

Abigaíl luego de desayunar con su hermano en su oficina este se marchó a ver cómo iban las contracciones de las cabañas para los soldados.

Abigaíl continuo con su trabajo y atendió algunos asuntos que le había dejado el señor Milton. Al cabo de un rato golpearon su puerta.

Abigaíl: Pasé.

Stefan: Hola esposa, vengo a terminar lo que empezamos esta mañana.

Abigaíl:(lo miro con su ceño fruncido y dijo) Ah… No querido, ya fue suficiente para mí.

¡Vas a dejarme sin piernas!

Stefan:(se acercó a ella rodeo el escritorio y se sentó en este quedando enfrente de ella. Se cruzó de brazos y dijo) me lo prometió ¿O ya se olvidó?

Abigaíl: Ja ¿Cuándo hice yo semejante promesa?

Stefan: Vamos cariño no volveremos a estar juntos hasta dentro de 15 días, eso es un montón para mí. Sé buena y compláceme por favor.

Abigaíl:(Sonrió al ver a su concubino suplicar por ella.

Se paró y acercó su rostro a su oído y susurro) No sé, convénceme.

Esto basto para que Stefan se apoderará de sus labios y con una de sus manos apretará su trasero.

Abigaíl por más que lo negara y tuviera el cuerpo adolorido, ella estaba disfrutando como una loca las caricias de este semental. De un rápido movimiento Stefan cambió de lugares con ella y la subió arriba del escenario, se sentó en la silla y subió lentamente su vestido.

Abigaíl: (Está se relamió los labios y miró atentamente los movimientos de este) Veo que mi esposo le encanta jugar en este lugar (dijo señalando su intimidad)

Stefan: Es que sabes exquisita nena.

Este sin darle tiempo nada asomó su rostro entre sus piernas y con su lengua se dispuso a darle placer. Abigaíl solo se dedicó a disfrutar de las sensaciones que este le producía , hasta que de un momento a otro este empezó a masajear su otro agujero.

Abigaíl:Ah… ¿Qué mmm.? ¿haces…?

Stefan: Anoche me quedé con ganas de probar este punto.

Abigaíl: Pero... mmm...

Stefan:Shh... tranquila, cariño seré cuidadoso, te gustará.

Esta no dijo nada más y se dispuso a seguir disfrutando de lo que su rey le hacía.

Stefan al ver que la emperatriz no puso objeción alguna y se mostró receptiva a nuevas experiencias, lo prendió mucho más, su erguidura ya pedía a gritos entrar en su interior. Introdujo otro dedo mientras seguía succionando su punto de excitación, hasta que pudo sentir como está se venía por la sensación de placer que él le producía. Saco sus dedos y con sus mismos jugos lubricó su miembro (que previamente había liberado de su pantalón para empezar a prepararlo) Y se levantó del asiento.

Stefan: Esto dolerá solo un poco, pero prometo que te gustará.

Abigaíl: mmm... hazlo con cuidado.

Stefan únicamente asintió y se acomodó en su entrada para después introducirlo lentamente. Podía ver cómo Abigaíl se estaba conteniendo para no gritar, era entendible, ya que su miembro era bastante grande. Empezó a masajear su punto más sensible para que está disfrutará más la experiencia y una vez dentro de ella ambos soltaron un pequeño gemido de placer.

Abigaíl: ah... caraj*. Sí que es grande… mmm… Duele.

Stefan: Nena me vas a volver loco. No sabes lo delicioso que se siente.

Esté empezó a mover sus caderas delicadamente, hasta que ya no pudo más y empezó a ser salvaje como la noche anterior. Abigaíl ya había pasado el punto de dolor y empezó a disfrutarlo, Stefan al ver esto salió de ella la bajo del escritorio y la apoyo contra este dejando su lindo y redondo trasero expuesto para él. Separó sus piernas y de una sola estocada volvió a entrar.

En la oficina únicamente se podían escuchar los gemidos de ambos, estos estaban tan metidos en lo suyo que no se dieron cuenta de que afuera el emperador están armando una escena.

Stefan: Te lo dije nena, esto te iba a encantar.

Abigaíl: mmm... si no pares … Ah…

Justo cuando ambos estaban llegando al clímax, las puertas de la oficina se abrieron de par en par, dejando expuesto sus cuerpos desnudos y a la emperatriz subida nuevamente encima del escritorio con ambas piernas abiertas y Stefan en medio de ella, con su camisa abierta y sus pantalones bajos.

Esté al verse en ese momento tan bochornoso solamente alcanzó a cubrir a la emperatriz, ya que los tres hombres entraron y se quedaron congelados y espeto Furioso que se largaran .

Luego de la salida de los tres Abigaíl tomo del cuello a Stefan y lo besó apasionadamente.

Abigaíl: (al separarse dijo)No dejaré que me dejes con las ganas, terminemos esto después lo matamos.

Stefan: (Sonrió ladino por la actitud de esta y rápido retomo el ritmo de lo que estaban haciendo y dijo) Por supuesto diablita lo que tú digas...

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