Capitulo 3

En el harén del emperador.

Se encontraba en una habitación, el emperador con su Tercera concubina Silvia.

Este al entrar pudo observar que la chica tenía vestido y joyas de mucha mejor calidad que las demás.

Steven al no convivir tanto tiempo con todas ellas, nunca presto atención a estos detalles, pero ahora con todo esto empezaba a sospechar de la chica también.

Silvia: Emperador es un honor tenerlo en mis aposentos. Me tenía un poco olvidada.

Steven: ¿Si? Pues no lo había notado. Igualmente, no he venido con ese fin a visitarte.

(este luego de recorrer su habitación con la mirada se detuvo en esta y dijo) Encontré algunas irregularidades en tus gastos este mes y los anteriores.

Silvia:(está se pudo nerviosa y dijo)¿irregularidades? No sé de qué habla Emperador. Yo gasto lo mismo que sus otras concubinas. Si lo dice por todo lo que ve aquí son obsequios de mi padre.

Steven: Mire usted no sabía que al conde le estaba yendo tan bien como para comprar las mismas sedas que utilizan el emperador y la emperatriz para sus vestimentas.

Silvia:(supernerviosa) Si mi padre apezar de ser un conde es un hombre muy rico y...

Steven: Ya no más.

Si me lo hubieras perdido yo te lo hubiera dado, pero robarme. Robarle al imperio esto es inaudito.

Silvia: Que dice majestad, yo nunca...

Stiven: ¿Vas a seguir mintiendo? Basta con mirar todo lo que se encuentra en esta habitación para darse cuenta donde vino a parar todo lo que tu padre robo.

Silvia:¿Qué ?, no majestad esto es un error.

(está se arrodilló y se sujetó de la pierna de este) Por favor créeme, mi padre jamás haría algo así.

Steven: La emperatriz volvió a sus labores y descubrió el faltante que había...

Silvia: ¿La emperatriz? Eso es mentira majestad ella está resentida conmigo porque piensa que yo la envenene, seguramente ella está tratando de inculparme a mí y a mí, familia, por eso no le crea emperador.

Steven: ¿Entonces lo del veneno también fuiste tú?

Silvia: ¿Qué?, no yo...

Stiven: ¿Cómo puede ser que la emperatriz te culpe de algo que nadie sabe? Este caso lo manejó con tanta discreción que ni a mí me informaron de lo sucedido, hasta que ella me lo contó esta tarde.

GUARDIAS

A la habitación entraron tres soldados y se inclinaron ante Steven.

Steven: La tercera concubina queda bajo arresto, por robar al imperio junto con su familia a espera del juicio y quiero que revisen cada sentimiento de esta habitación. Busquen venenos, también es sospechosa del intento de asesinato de la Emperatriz.

Los soldados tomaron a la concubina y la arrastraron hacia afuera con dirección a los calabozos. Solo uno de ellos quedó para poder requisar la habitación de esta.

Mientras esto ocurría Abigaíl (Luciana) Estaba en su habitación comiendo y disfrutando todo lo que Norma le había traído.

Abigaíl: Norma esto está realmente delicioso.

Norma: Oh majestad le daré sus felicitaciones a su nuevo cocinero.

Abigaíl: ¿Nuevo?

Norma: Si el emperador mando averiguar las causas de su envenenamiento y resultó ser que su cocinero acepto un soborno para envenenarla.

Abigaíl: ¿Y qué pasó?

Norma: El emperador se enojó y mando a castigarlo dándole 100 azotes y contrato a otro, quien presenció cómo fue severamente castigado.

Abigaíl: humm… Interesante. Otra pregunta ¿Por qué aparte di ti no tengo más sirvientas?

Norma: (miro hacia otro lado y dijo) No sé …

Abigaíl: Norma vamos a dejar algo en claro, no me gustan las mentiras. Así que si quieres seguir trabajando para mí siempre sé honesta y háblame con la verdad y completa libertad.

Norma: Si majestad, usted si tiene sirvientas, pero las tienen las concubinas trabajando para ellas como la mayoría del personal que trabaja en este palacio.

Abigaíl: ¿Robaron mi personal?

Norma: Algo así, ellos se fueron por cuenta propia, es mejor trabajar para las favoritas del emperador, que para una emperatriz abandonada por su esposo y maltratada por estas.

Perdón majestad me sobrepasase.

Abigaíl: No está bien, bueno parece que tendremos que hacer recorte de personal. Y contratar nuevo.

Estas no pudieron seguir hablando, ya que uno de los guardias tocó las puertas de la habitación.

_ Majestad el emperador está aquí.

Abigaíl: ashh… ¿Y este que quiere ahora?

Norma: Majestad creo que tiene que atenderlo el emperador jamás viene aquí, debe ser algo importante.

Abigaíl: ¿Y no podía venir mañana?

Norma: Majestad.

Abigaíl: Está bien. YA VOY.

_ Está bien majestad ahora le aviso al emperador

Abigail:(Se levantó y dijo) No retires mi comida que todavía me queda mucho.

Norma solo asintió y Abigaíl salió de la habitación, al llegar a la sala se encontró con el emperador sentado un unos de los sillones de la sala.

Abigail: (lo miro con fastidio y dijo) ¿A qué debo su visita?, majestad.

Steven: (la miro como tratando de descifrar que intentaba está, no entendía por qué había tomado esa actitud para con él, pero era algo que ya le estaba empezando a molestar) ¿Le hice algo?

Abigaíl: ¿ disculpé?

Steven: Abigaíl parecieras enojada ofendida por algo.

Abigaíl: No Emperador.

Steven: (espero a que prosiguiera, pero está únicamente dijo esas cortas palabras y nada más) hum... está bien he venido a decirte que ya encontré a la culpable de envenenarte y que mandé a encarcelar a la familia del conde por robar fondos.

Abigaíl: Si eso es todo ...

Steven: ¿Me estás echando?, pensé que me invitarías a comer.

Abigaíl: Yo ya cené y como bien sabe aún me estoy recuperando de mi intento de asesinato, agradezco su preocupación, pero no era necesaria. Si eso era todo lo que tenía que decir, cuando salga no olvide cerrar la puerta.

Abigaíl hizo una reverencia y dejo al emperador de pidiera, no tubo tiempo retrucar nada cuando está ya se había ido dejándolo solamente.

El emperador iba a seguirla, pero pensó {Pero que rayos, no, no calma ella lo que quiere es esto que tú la sigas. Te tengo ¿Así que quieres jugar? Bueno juguemos, pero mi juego} Este salió y se dirigió al harén y paso la noche con dos de sus concubinas.

Al día siguiente.

Norma llegaba a la habitación de Abigaíl con una cubeta de agua al entrar esta ya estaba levantado asiendo unos ejercicios raros.

Abigaíl: Buenos días, Norma

Norma: Majestad que hace tan temprano levantada.

Abigail: Temprano era a la hora que me levanté. Prepárame el baño mientras termino esta serie de ejercicios y luego dile al cocinero que a mí desayunar le agregué 3 huevos. Este cuerpo no tiene nada de masa muscular y necesitó ejercitarlo.

Norma (está no entendía nada, su emperatriz jamás se había preocupado antes por su físico. Sí, era una chica delgada pero delicada y bellísima. No entendía por qué se quería ejercitar, dejo de pensar en eso y fue hacer lo que le pidió.) Si majestad enseguida.

Abigaíl {Si ya intentaron envenenarme seguramente lo intenten devuelta, no puedo permitirme estar fuera de estado, necesitó entrenar duro este cuerpo}

Norma: Majestad ya está listo su baño ¿Quiere que la ayude?

Abigaíl: Te agradezco, pero puedo sola, gracias y ve hacer lo que te dije. Cuando salga desayunaré y luego iremos a la reunión esa.

Norma: Claro, con su permiso.

Luego de media hora Abigaíl salió del baño y busco que ponerse había un vestido más horrible que otro, hasta que encontró uno de su agrado era color bordo con unos moños al frente

Se lo puso y salió.

Abigaíl desayuno y cuando fue el momento se dirigió hasta la sala del consejo, dejo su formulario y tomo asiento.

Estas reuniones parecían superaburridas. Allí discutían diferente temas, como por ejemplo construcciones de centros de salud, caminos puentes, cada noble exponía su problema o lo que querían mejorar y estos votaban a favor o en contra.

Abigaíl ya se estaba durmiendo hasta qué.

_Siguiente tema a tratar es, (el hombre tomo el formulario y leyó en voz alta) Los concubinos para la Emperatriz.(luego de escucharse lo que dijo, volvió a leer el papel para ver si no se había equivocado y no, estaba en lo correcto)

Los nobles de la corte quedaron en silencio por un momento hasta el que estaba dirigiendo dicha reunión habló.

_ Emperatriz exponga su caso, ¿Por qué ahora sí quiere los concubinos?

Abigaíl: Por qué han atentado contra mi vida, en más de una oportunidad.

_ ¿Cómo es eso posible?

_Es una acusación muy sería majestad tienen pruebas.

Abigaíl: Yo no, pero el emperador si, su tercer, concubina me envenenó y gracia a que el médico real actuó rápido, hoy me encuentro con ustedes. Temo por mi vida por eso quiero tener a mi disposición a mis concubinos.

_¿Y por qué no más guardia?

Abigaíl: Por qué así como los empleados de mi palacio me abandonaron y sirven a las favoritas del emperador por qué creen que es una vergüenza servir a una Emperatriz olvidada por su esposo, los guardias podrían pensar lo mismo y dejarme a mi suerte. En cambio, mis concubinos serán mis esposos y ellos me protejeran con su vida.

Hubo un silencio enorme nadie decía una palabra hasta que el emperador habló.

Emperador: ¿Cómo es que no sabía todo esto?

Emperatriz: No lo sé, tal vez la gente que lo rodea no les pasa mis recados. Y como usted jamás tiene tiempo para mí, bueno nunca podemos hablar de estos temas. Pero no sé preocupé Emperador, con los concubinos usted ya no tendrá que velar por mi seguridad y solo tendrá que verme el día del mes estipulado.

La sala estaba atónita, sabían que el emperador no tenía tiempo para su Emperatriz, pero jamás creyeron que las cosas entre ellos estuvieran tan mal. Todos volvieron a poner atención a la emperatriz cuando está volvió a hablar.

Abigaíl: Además, esta mañana mandé una carta a Barcella. Le pedí a mi hermano el emperador, un ejército de mil hombres para que cuidaran de su princesa. Creo que esa gente que quiere acabar con mi vida olvida que yo no soy un don nadie, vengo de un imperio militar cinco veces mayor a este y con una fuerza militar muy grande. No deberían seguir subestimando a su Emperatriz, por qué ¿Qué piensan que haga mi querido hermano cuando se entere todas las cosas que me han hecho en este tiempo?

Esta hablaba con una sonrisa cálida, pero sus palabras claramente fueron una amenaza para todos los nobles presentes que estaban planeando derrocarla, estás palabras provocaron un escalofrío por las espaldas de más de uno, hasta que un noble habló.

_ ¿Emperatriz nos está amenazando.?

Abigaíl: ¿Usted en algún momento intento atentar contra mi vida?

_ Por supuesto que no.

Abigaíl: Entonces puede dormir tranquilo.

Steven: silencio por favor, nos estamos desviando del tema original los concubinos de la emperatriz. Por mi parte los apruebo, si eso hace estar más segura a la emperatriz.

Los que estén a favor.

Todos levantaron las manos ninguno se opuso y está sonrió gentilmente y dijo

Abigaíl: Gracias por preocuparse por mi seguridad. Cualquiera que quiera formar parte de mi harén tendrá que enviarme sus datos y un retrato con ella.

Stiven: ¿Algún cuestión más a tratar?

_ No majestad.

Steven: Perfecto todos pueden retirarse, excepto la emperatriz, tengo algo que hablar con usted.

Está asintió y los nobles se fueron, uno a uno los nobles que intentaron deshacerse de ella todos se fueron con un gran sentimiento rabia, ya que tuvieron que aceptar que la Emperatriz formará su propio harén.

Al quedarse a solas el emperador fue el primero en hablar.

Steven: ¿Fue necesario la amenaza?

Abigaíl: No entiendo de que habla majestad.

Steven: No te hagas la tonta que acabo de comprobar que de tonta no tienes nada.

Abigaíl: Está bien seré sincera, si fue necesaria, muchos nobles quieren matarme para poner en mi lugar a alguna de sus hijas. La tercera concubina no fue la única en atacarme, pero si fue la primera que usted pudo encontrar pruebas que la inculpen.

Stiven: Por qué no me avisaste de esto antes yo...

Abigaíl: ¿Qué ? ¿Me hubiera protegido? Vamos Emperador seamos honestos, ¿Cuántas veces he pedido hablar con usted y se me ha negado? Ya no esperaré nada más de usted. Podemos gobernar este imperio juntos, pero a la misma vez separada. Usted por su lado y yo por el mío ¿No es eso lo que siempre quiso?

Steven: No sé que le pasó, pero yo nunca quise...

Abigaíl: Llegar a esto, y que me pasó, pues morí. La Abigaíl que usted conoció ya no existe. Está que tiene enfrente suyo es una mujer renovada que no va a esperar a que usted la visite dos horas al mes. Esta mujer tiene amor propio y ya no siente ni la más mínima sensación de amor o cariño hacia usted. Así que como lo nuestro no se puede deshacer, tenemos que gobernar juntos hasta que la muerte nos separé. Ustedes podrán seguir teniendo sus amadas concubinas que yo tendré a los míos.

Steven quedó de piedra, nunca pensó escuchar hablar así a Abigaíl tenía razón en algo que había dicho y es que está mujer no era la que él conocía.

Cuando salió de su estado dijo.

Steven: Sabe bien bien que necesitamos un heredero.

Abigaíl: Cuando llegue el momento lo tendremos mientras tanto cada uno hace su vida como mejor le plazca, a y lo que dije no es mentira. Le envié una carta a mi hermano contándole toda mi situación y pidiéndole esos hombres y servidumbre de su confianza. Este lugar esta lleno de ratas no confío ni en usted. Si me disculpa tengo que hacer limpieza en mi palacio.

Abigaíl salió de la sala dejando al emperador en blanco, no sabía qué creer, que hacer ella claramente lo hecho de su vida y le dejo en claro que solo tendrían contacto por el imperio. Este una vez recobro la compostura dijo en voz alta.

Steven: ay Abigaíl no sabes con quién estás jugando, dejaré que hagas tus movimientos y luego jugaré yo, veremos querida esposa quien sale perdiendo en todo esto.

Este seguía convenciendo de que todo esto era una treta de parte de su esposa, pero no podía negar que se le hacía bastante llamativa esa fachada de mujer rebelde y dominantes...

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Comments

Lenita

Lenita

Este emperador es un iluso, que espere sentado, jaaa./Facepalm//Curse//Angry/

2024-04-17

0

Aralctoon

Aralctoon

jajajaja... de otro tiempo

2024-04-12

0

Aralctoon

Aralctoon

Bocafloja... Tienes más boca que cerebro

2024-04-12

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