Mientras la cabeza de Neus estaba metida (literalmente) en el inodoro, Mathis se encargaba de sostener el pesado cabello rojo para evitar que se llenara de ácidos estomacales y comidas medio digeridas.
Y como de costumbre, se sentía fascinado por el cabello que coronaba la cabeza de Neus; espeso y brillante, algunas partes eran de un color brillante y otras de una tonalidad más cobriza, como si ninguno de los mechones fuera del mismo tono que otro, deslizándose por sus dedos como hilos de seda o agua, sentía como si se le fueran a escapar de las manos si no los sujetara con fuerza.
Quería tirar de ellos, simplemente por el puro placer de poder hacerlo, molestar a Neus cuando se encontraba indefenso como el Omega ya había hecho con los sueños que lo habían atormentado durante años.
Pero Ludmila se apoyaba en la espalda del muchacho, compartiendo su calor como si quisiera calmarlo o arrullarlo, un consuelo primitivo e inocente que resultaba dulce por la desesperación de la chiquilla.
A ella siempre le había gustado Neus, su opinión sobre él nunca había cambiado, aun cuando se enteró que mato a todos en el Torneo Anual del Eclipse o que había envenenado las cosechas de los Haro dos años atrás.
(O eso vez que lo vio romper la barrera que mantenía los demonios del abismo a raya, o aquella otra cuando asesino sin testigos a las hijas menores de los Riogrumi, cuando saboteo los rituales de final de año hacia cuatro ciclos… la lista no tenía fin.)
– El embarazo te está sentando como una mierda. – susurra, masajeando ligeramente el cuero cabelludo del muchacho con si se tratase de una disculpa.
Siente pena por él, pero el mismo tiempo un sádico placer el ver cuanto sufre cargando al hijo de su hermano al que una vez apuñalo en el ojo con una rama.
Neus se ríe, suena seco y sin gracia, cansado por el vómito y la falta de energía provocado por la magia que escaseaba (al parecer, era uno de sus días malos). – Calla y guarda tus energías, otro Sallow llegara pronto al igual que un nuevo Astorga que se gesta ya en un vientre conocido.
La voz de Neus retumbo en la habitación, sonando extraña porque su cabeza aún estaba metida dentro del inodoro.
Mathis sonreía, negándose a procesar las palabras del muchacho.
Ludmila, dulce niña, chillo alegre. – ¡¿Otro bebé?!
Mathis, como el hijo mayor, siente que ya ha tenido suficiente, pagando su pesado karma para esta y otras dos vidas.
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Liza se había prometido a sí misma que ya no lloraría más por Sasha, pero mientras sostiene el delicado papel rosado en sus manos, sabe que no es por aquel hombre por quien llora, sino por Neus.
Su nombre estaba escrito muy claro con letras negras en papel, Liza se permitió pasarlo los dedos por las letras susurrando sin hablar el nombre completo:
“Neus Elsinore Perabeles”
Y deseo, al mismo tiempo, no poder ver el positivo que resaltaba aún más.
Era una prueba de embarazo.
A su alrededor había gritos y caos, una silla había salido volando y eso había gatillado una reacción violenta de parte del patriarca Astorga, Adal y Byrma habían intervenido, naturalmente, porque ninguno quería que todo se convirtiera en una batalla, pero las tensiones estaban allí, los insultos se mezclaban cada dos palabras y los gruñidos no paraban.
Liza sentía como si estuviera a punto de vomitar por el puro horror.
– Es de él, ¿Cierto? – pregunta, sin hablar a nadie en particular, Adal sostenía al patriarca Astorga por el brazo, mirando a Liza con sus ojos muy azules de forma fija, como una muñeca que se quedaba sin cuerda, inmóvil en una solo posición.
El silencio, muy lentamente, se expandió por la sala.
La risa de Edén Astorga sonaba cruel. – Niña estúpida, creo que eso es más que obvio.
La silla cae por el impulso cuando se levanta, el ofensivo papel rosado arruinado en sus manos, su voz sale rara cuando grita: – ¡TU, MALDITO ENFERMO! ¡Lo violaste, estoy segura, abusaste de él, ¿Y aun te atreves a pensar que puedes venir a exigir que se case contigo para que dé a luz a un niño nacido del abuso?!
Su grito calla a todos en la sala, su padre la mira con ira mal contenida en los ojos, sabe que tal vez él la está culpando por todo el estropicio, incapaz de mantener complacido a su prometido, permitiendo que cayera bajo el encanto de su descarriado hermano adoptivo.
Cuando Sasha finalmente la mira, su expresión es extraña, aburrida en el mejor de los casos, no había quitado la vista de la fotografía en sus manos ni por un momento antes y ahora la mira, una sonrisa lenta y perezosa se alza en sus labios.
– ¿Abuso? ¿Violación? ¿Siquiera escuchas tus propias palabras? Yo, ahora mismo, sí que desearía no hacerlo. – extiendo los brazos, sus articulaciones truenan con fuerza por la inmovilidad prolongado, la sala está en silencio, helada.
Adal ya está negando con la cabeza, masajeando el brazo de Edén por donde lo sujetaba como si quisiera calmarse, Byrma mira a otro lado, queriendo alejarse de lo que pasa a su alrededor.
Su madre continúa sentada, abrazándose a sí misma, queriendo volverse más pequeña y desaparecer, Liza sabe que está temblando, sabe que tiene miedo, pero no puedo encontrar tiempo para que le importe, su padre, en cambio, aun jadeaba con furia mal contenida.
Ahora mismo, con aquello que planeo duranta más de veinte años arruinado, él también debe de estar odiando a Sasha.
Los puños de Liza se cierran con fuerza. – Si, escucha bien mis palabras, estoy segura de que Neus no deseo nada de lo que le hiciste… él te odia.
El aire escapa de los pulmones de Liza, choca con la pared detrás de su espalda, la figura de Sasha se alza sobre ella, parado tan alto en toda su gloria, Liza nunca había sido realmente consciente de la diferencia tan grande que había entre ellos.
No le gustaba, para nada.
– “Violación,” “abuso”, “él me odia”, ¿Estas tan segura de ello? Deberías de escucharte y pensar en eso, yo no soy tu, él rogo por mí y mi semilla, todo lo que hicimos, todo lo que le hice, siempre fueron cosas que él deseara. –Sasha mueve la cabeza, como si estuviera pensando, agita la mano que aun sostiene la foto, le presión sobre el pecho de Liza aumenta y ella no puede saber si es debido a la magia o algo más desagradable. – Si, bueno, claro, exceptuando por preñarlo, eso sí fue un descuido de mi parte, pero igualmente no parece haberle importado mucho.
– Estas mintiendo. – su voz suena fea en sus oídos, desagradable y rota, desquiciada incluso, pero no puede sentir vergüenza cuando frente a ella esta ese hombre desvergonzado que violó a Neus, ¿Qué derecho tenía él cuando ni siquiera Liza se atrevió a ponerle una mano encima?
En respuesta, Sasha sonrió y agito la foto frente a su rostro, dejando ver por primera vez que era: las manchas blancas se distinguían borrosas sobre el fondo oscuro, formando una figura desdibujada y casi amorfa, indistinguible en sus formas.
Una ecografía.
– ¿No es hermoso nuestro bebé?
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Elsinore es un castillo en Hamlet, sin embargo, aquí es la región/camino donde encontraron a Neus.
** Su nombre podría tomarse como "Nieve de Elsinore" y haría referencia a como y donde fue encontrado.
**Alana\, la madre de Liza\, es de origen plebeyo y le teme a su esposo\, pese a que sus magias están en niveles similares.
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