A pesar de dudas y aun preguntas por responder, de nuestro inicio de la novela, en primeros capítulos, quedamos emocionados con la cercanía y presentación de ambas femeninas actuales. Por lo que, podemos continuar este drama romántico entre ambas, ya que, el deber ser es que alguna sea jefa de la otra.
- ¿Cierto?
Veamos como desarrollamos este capítulo, para que nos acerquemos a ese objetivo:
Nuestro mundo o Tierra, son tan pequeños, que no se cree. Tan volátiles e impredecibles, que las sorpresas nos toman desapercibidos.
- ¿Recuerdan a Valecillo?
El novio de Alejandra, por no decir, cuñado de Alexandra.
Este, como todo hombre al fin, en variedad de oportunidades y coincidencias de la vida, por su actividad como dueño de taller mecánico, se topo o conoció a Constantino, actual esposo de Kenia.
Por ende, conoce a la hermana de nuestra protagonista, enterándose de la Farmacia que maneja nuestra actual figura masculina, co-protagonista de estos breves capítulos.
Siendo motivada Alexandra, ha adquirir su medicina anti-convulsionante y medicamentos en general, en aquel sitio.
Teniendo una idea, del futuro ha acontecer.
Empezamos con un breve compartir, de cliente a dueño, quien le despacha cada cierto tiempo, multitud de dosis para la salud de nuestra protagonista. Transcurriendo unos cuantos meses de confianza y pagos puntuales de dicha mercancía al mayor.
Corto periodo de tiempo, en el que aún no se había formado un lazo de amistad necesario, para uno u otro, indagar de mutuas vidas. Es decir, Constantino no tenía idea de la riqueza y gustos de Alexandra. Y esta, la menor idea, de ser hombre casado y que su mujer, fuese la que actualmente designó como pasatiempo:
Taller de Valecillo
Ubicados en una zona industrial con vigilancia, dentro de una amplia infraestructura, se ven a lo lejos, dos figuras masculinas compartir, durante el trabajo de los empleados con multitud de vehículos.
- Valecillo: Pana, ya tu camioneta esta lista, puedes retirarla.
- Constantino: Quiero que terminemos de cuadrar el negocio pendiente.
- Valecillo: Ya te dije lo que necesitas, un poco más de capital e invertimos, será una entrada segura y constante, por al menos tres años.
- Constantino: ¿Estás seguro?, ¿podrá generar más que la farmacia?
- Valecillo: Pues claro, podrás volverla a inaugurar si deseas y te quedará liquidez, ¿a caso vez me he equivocado en algo que te haya dicho?
- Constantino: Pero... – lo duda.
- Valecillo: No me hables de un ingreso fijo, que este generando o no ese local, sabemos tienes altas y bajas, si no hay clientela no hay entrada y por ende más gastos. Lo mismo va para mi, con mi taller.
- Constantino: … - no refuta.
- Valecillo: Callas, porque sabes es cierto, en cambio con esto, podrás establecerla una vez más si quisieras y recuperar pérdidas actuales, duplicar tu capital.
- Constantino: Quisiera hablar con Kenia, tener su opinión.
- Valecillo: Hazlo, explícale el negocio y las entradas que actualmente nos ha generado, a mi mujer y a mi.
- Constantino: Lo se, soy testigo de ellas, por ello quiero participar.
- Valecillo: Exacto, al tu ser de mi confianza, reconozco eres una primera opción para sociedad, pero no creas esperare mucho por ti, Alejandra ya esta perdiendo la paciencia y me impondrá a su hermana.
- Constantino: ¿Por qué no cuentas con Alexandra?, tengo entendido, tiene el capital para ello.
- Valecillo: Esa loca, se llevo muchos golpes antes de tener los millones que la acompañan.
- Constantino: ¿Tienes miedo que haga lo mismo con esta oportunidad?
- Valecillo: Exacto, así mi mujer me insista que ha cambiado, yo prefiero darle más tiempo al asunto y ver cuanto le dura esa fase de su vida.
- Constantino: Bueno, si lo que dices es cierto, entiendo tu proposición, déjame sacar unos números y organizarme, en cuestión de días, te traigo el dinero.
- Valecillo: Perfecto, cuento contigo, se lo informaré a Alejandra para que se quede tranquila con el tema.
- Constantino: De acuerdo.
Durante y después de esta conversa, nuestras femeninas, estaban en su cotidiano andar. Una, asistiendo a su negocio por obvias razones y la otra, en multitud de inversiones, a pocos minutos de regresar a su hogar. Lamentablemente para la parte más interesada, no había planes de hacer compras en lo que restaba del día.
Exactamente cuatro días han transcurrido desde su último compartir, ocasionando tristeza y falta de ánimo, a nuestra morena. Situación, que no pasaba desapercibida por su esposo, quien la recibía últimamente en las noches e intentaba motivarla, pensando que estaba agotada por el trabajo.
- Haciendo una breve pausa en esta parte de la historia, por quienes, quieran saber, ¿qué hizo?
- O, ¿qué se inventó Alexandra?, para lograr esos “millones".
- Respondo: después de multitud de decepciones, malas decisiones y corazón frío de todo su alrededor, que demostraron pensar no más que en su beneficio propio.
- Esta, dejo de depender emocional y psicológica de cada uno.
- Ya no esperaría en la comodidad de su hogar que la abundancia, le llegase como normalmente lo hacía, por medio de sus contactos y trabajo, al contrario, dijese lo que dijese su entorno, salió a la calle, tomando riesgos y uniéndose con personas, tal vez no tan sanas, para la educación que se le fue otorgada.
- Pero si, con el entorno adecuado para multitud de ingresos u oportunidades.
- Mantuvo sus valores y siguió adelante, de manera equilibrada para ambos escenarios, larga historia o tal vez realidad breve, que es mejor cortar.
Continuemos donde quedamos:
Hogar de los Sánchez
Como se titula el escenario, tomo la oportunidad de presentar debidamente a la pareja Sánchez (Kenia y Constantino):
En el silencio de cuatro paredes, estaban dos figuras unidas, acostadas y observando la televisión. Una habitación a gusto y un clima fresco, debido al uso del aire acondicionado.
- Constantino: Mi amor, ¿estás bien?
- Kenia: Si, sólo estoy un poco agotada.
- Constantino: Te estás esforzando mucho, no es necesario te quedes hasta tarde en el supermercado.
- Kenia: Estoy cansada de no hacer nada, mi hogar se me hace aburrido, quiero nuevas cosas.
- Constantino: Tocando ese tema, se esta presentando la opción de inversión, con el esposo mecánico de esta muchacha, que tiene a la hermana que convulsiona.
- Kenia: ¿Valecillo?, oh si, creo me mencionaste algo respecto al familiar de su mujer.
- Constantino: Así es, parece mentira, pero esa muchacha compra toda mercancía que llega de su medicina.
- Kenia: Debe ser un cliente número uno en la Farmacia.
- Constantino: Lo es, es quien nos salva cuando los ingresos están bajos.
- Kenia: Interesante, y, ¿qué estas pensando hacer con la proposición?
- Constantino: Para llevarla a cabo, debo al menos vender el negocio, según cálculos e ingresos observados, puede significar una oportunidad para expandir nuestro capital.
- Kenia: El tuyo, no estoy participando en ello.
- Constantino: Sabes a lo que me refiero, no seas tan sarcástica y dame tu opinión.
- Kenia: Te doy la misma respuesta, al ser tu capital y esto, implique un posible aumento en el, ¿qué estas esperando?
- Constantino: Sólo quería tu aprobación.
- Kenia: Disculpa mi mal genio, si, me parece una muy buena oportunidad, aprovéchala, cambia esa cara… - le abraza.
- Constantino: Gracias princesa, verás nos traerá mucha fortuna y remodelaremos tu negocio como desees, incluyendo nuestro hogar.
- Kenia: Eres un caballero, no puedo quejarme de ti.
- Constantino: No busques motivos para sacarme de tu vida, compártela conmigo.
- Kenia: Lo haré por un tiempo.
Terminando así, nuestra grata conversa con la unión de labios y mimos de ambos personajes, que acaba en una noche llena de sexo, la cual no uso el término “amor", al no estar un corazón compenetrado con otro.
Pasando dos días, para nuestro siguiente desenlace, donde Alexandra, es llamada por el actual protagonista, para la adquisición de nueva mercancía.
Farmacia de Constantino
- Alexandra: Buenos días corazón, esa llamada repentina de tu parte, me ha sorprendido.
- Constantino: Vamos a hablar.
- Alexandra: Se supone, llegaría mercancía en un periodo más lejano, ¿te la adelantaron?
- Constantino: Para que mentirte, ya estaba en inventario, sólo esperaba un tiempo prudencial, para vendértela más cara.
- Alexandra: ¡Descarado! - carcajadas acompañan su respuesta.
- Constantino: Tranquila, que te dejaré el precio anterior, necesito es la plata.
- Alexandra: ¿Y cuál es el apuro?
- Constantino: Tu cuñado me esta presentando una oferta de negocios muy llamativa y evalúo la venta de este local para ello, por lo tanto, necesito salir de toda la mercancía.
- Alexandra: Entiendo, me quedaré sin proveedor, que lastima.
- Constantino: No seas tonta, quien adquiera el local, querrá sacarte jugo, al yo comunicarle sobre tu necesidad.
- Alexandra: Es cierto, ¿cuándo lo venderás?
- Constantino: Detalle que manejo con Kenia en estos momentos, no le tengo interesado ni comprador al negocio.
- Alexandra: ¿Kenia? - ese nombre se me hace conocido, pensaba para si.
- Constantino: ¿No te he hablado de mi esposa?
- Alexandra: No, jamás pensé que eras casado.
- Constantino: Es una morena hermosa, estoy orgulloso de ella, tiene su propio supermercado, el cual te puedo presentar y maneja buenos precios.
- Alexandra: Supermercado.
- Constantino: Así es, si quieres vamos al cerrar, te invito para que los conozcas y nos tomamos algo en mi casa.
- Alexandra: Interesante.
- Constantino: ¿Qué piensas?
- Alexandra: Tonterías de la vida, ¿a cuanto pretendes vender el local?
- Constantino: Un valor algo elevado del promedio, al hacer entrega con el, a los proveedores y clientes.
- Alexandra: He estado pensando, muy buena idea sería que tenga mi propia farmacia, no me harían falta dosis alguna o cualquier medicina que requiera algún familiar.
- Constantino: Me estas queriendo decir con ello, ¿qué?
- Alexandra: Te la compro, estamos a lunes, prepara los papeles para este viernes, pasa tus cuentas y aclara, cuanto requerirás en efectivo.
- Constantino: ¿Esta segura de lo que dices?
- Alexandra: Ya debo retirarme, si crees miento, que no te tome de sorpresa el dinero ese día, tenme todo preparado.
- Constantino: Ok.
Acción que no trajo más que confusión, estático sin pensamiento lógico, del porque su amiga, tomaba una decisión tan abrupta.
¿Será tan cabeza loca, como lo comento el cuñado?, se preguntaba para si.
- Dejando al masculino desconcertado, sin tener la menor idea, de la estrategia que estaba forjándose para quitarle a su amada, a sus espaldas.
- Claro está, si la misma acepta o le sigue el juego, como sabrán, nada es obligado.
Llegando el mismo, a las pocas horas a su hogar, para darle la buena noticia a su mujer, de que la vida, le esta dando la oportunidad de iniciar nuevas metas y mayores oportunidades.
- Constantino: ¡Como te dije, este viernes, tengo el dinero del local!
- Kenia: Que sorpresivo, tienes suerte, en haber conseguido interesado de un día para otro.
- Constantino: Interesada, es aquella cliente que te comenté, compra grandes cantidades de su medicina y me salva, cuando los ingresos son bajos.
- Kenia: ¿Esa mujer tiene tal capacidad?
- Constantino: Según sus familiares si, pero pareciera no era tan estable económicamente hace un tiempo, por toma de malas decisiones y están confirmando ese cambio de consciencia.
- Kenia: Las familias y sus historias.
- Constantino: Espero nosotros seamos diferente con la nuestra.
- Kenia: Te he dicho, que falta para ello, no tengo ánimos de tener una familia, me concentro en una estabilidad necesaria para mi vejez.
- Constantino: Lo sé, sólo es un comentario.
- Kenia: Olvidemos todo y vamos a relajarnos, quiero descansar para llegar temprano al supermercado.
- Constantino: Estás muy dedicada a tu negocio, me alegro por ti.
- Kenia: Si, estos días, que estuve pasando por casualidades, note cierto defalco y la encargada no me da explicación, espero no pase de ese punto.
- Constantino: Que lamentable, estabas llevando una vida tan calmada, si quieres me encargo del supermercado, mientras espero la compra del local, ya que, a partir de mañana debo cerrar.
- Kenia: Lo pensaré, resolveré ese asunto y veo si tomo un descanso, gracias.
- Constantino: Siempre a tu orden corazón, abrázame y duerme.
Aunque sea doloroso y muchas veces injusto, que dos personajes con tal amor o unión, tengan que separarse por situaciones de vida, nos sirve para demostrarles a uno u otro, el valor que deben darse y la consciencia que deben poseer, como adultos. Ante las diferentes controversias del día a día, y más del corazón o mente de una persona.
Como este capítulo expresa, llamado “ajedrez", notaremos como poco a poco, este personaje de nombre Alexandra, mueve piezas o estimula acciones, para que cada uno, haga movimientos que beneficien su jugada.
Breve resumen, de cómo serán sus pensamientos, emociones y acciones, enmascarados en una sonrisa o buena actitud, para obtener lo que desea, ya sea temporal o definitivamente.
Donde no notarán mala intención o al menos, mal deseo a cada personaje, es cuestión, de avanzar hasta el final y ver si logra un jaque mate:
- Dueña de un primer negocio, no queda más que un segundo objetivo, para de alguna manera, llegar a ser la jefa millonaria de la partida.
- Y con este lento desenlace, demostrarles que, no necesariamente debe existir una problemática, unas diferencias o un choque agresivo entre dos personas, llámese parejas, para estas terminar, separarse o tener un desliz.
Los seres humanos, somos existencias tan inconformes y tan exigentes, que, si no tenemos todo lo que deseamos, no somos capaces de decirnos a nosotros mismos “soy feliz".
Nuestras vidas, son como el juego de ajedrez, fichas van, vienen, se pierden y se ganan, pero como todo, luego de un obstáculo o enemigo. Para así, lograr ese jaque mate o en este caso “final feliz de película”.
Final que, en esta historia no será el típico ya esperado, ni mucho menos su desarrollo, el básico y común entre muchos.
- Veremos que personajes salen a relucir, a partir de ahora.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 27 Episodes
descargar
¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
Comments