Desperté con un dolor de cabeza horrible. No logro enfocar bien la mirada aún. ¿Dónde estoy?
Logré sentarme con mucha dificultad. Este cuarto se me hace conocido, esa cama, esos muebles, este sofá.
¡Es cierto!, ahora recuerdo. Tomás fue quien timbró. Todo fue tan rápido, quede perpleja y asustada al verlo. Ni siquiera pude decirle algo. Me tapo la boca y la nariz con un pañuelo. Intente soltarme de sus brazos. No recuerdo nada más.
Estoy en casa de sus abuelos fallecidos. Este es el cuarto en el que solíamos quedarnos a dormir cuando veníamos a visitarlos. ¡Dios estoy muy lejos de casa! Mi madre debe estar loca de preocupación. ¿Como iré a casa?, este lugar esta al sur fuera de la cuidad. Ni siquiera recuerdo como se llama este pueblo. Y menos como llegar aquí, o como salir de aquí.
Acaso se volvió loco Tomás. Intente abrir la puerta, por su puesto estaba con llave. Abrí la ventana todo esta muy oscuro, ¿pero que hora es?, busqué mi celular sin éxito.
Mi reloj inteligente es lo único que tengo. Tiene poca batería. Son las 22:00 p.m., dormí demasiado.
Me duele mucho el estómago, tengo muchas náuseas. Es verdad no he probado bocado este día.
Golpee la puerta con fuerza, necesito un baño tengo que vomitar.
¡Abre la puerta! Tomás necesito salir. ¡Abre la puerta!
Escuche sus pasos, abrió la puerta de golpe…
-Princesa por fin despiertas. Deje que duermas todo lo que necesitas.
Salí corriendo directo al baño. Vomite pura bilis, no hay nada en mi estómago. Tomás entro asustado.
-¿Qué te pasa, princesa?
-¡Sal de aquí, por favor! Grite muy enojada.
Me dejo sola. Termine de vomitar hasta quedar exhausta. Enjuague mi boca. Tomas entró de nuevo.
-Necesitas comer algo, princesa. Ven conmigo por favor.
Lo seguí, sin refunfuñar realmente necesito comer algo.
-Adelante princesa, te traje un sándwich de pechuga de pavo, una ensalada fresca y tu postre favorito torta de chocolate mojada. Una de tus comidas favoritas.
Todo se veía delicioso, comí en silencio. En otra ocasión simplemente hubiera dejado todo ahí. Pero hoy me siento muy mal del estómago.
Tomás se me acercó, despacio.
-Tenias mucha hambre,princesa.
-No, me llames princesa.
-Prefieres mi amor. Dijo sonriendo.
-No digas tonterías, ya te lo dije tu y yo no somos nada. Solo tuve mala suerte cuando te conocí.
-Kiara ya deja esa agresividad con tu primer amor. Cometí un grave error al dejarte. Ahora lo puedo ver con claridad. Imagino todo el dolor que pasaste sin poder estar junto a mi.
-¡ja,ja,ja! Me reí irónica. Pero que egolatría la tuya. Es que puedes ser tan egoísta.
-Lo sé princesa fui un mal novio. Te deje cuando más me necesitabas y lo lamento.
Se acercó con intención se abrazarme.
-¡No me toques! Grite. Mira Tomás, el que me traiciones lo hubiera entendido, el que me dejes plantada el día de nuestra boda tal vez lo hubiera entendido. Pero que por tu culpa mi padre haya muerto. Eso jamás te lo perdonaré.
-Kiara no seas tan dura, soy un simple humano y ya entendí la lección.
Me abrazó a la fuerza de la cintura.
-¡Suéltame! Griete. Luche por zafarme de sus brazos. Sin tener éxito.
-Ya deja de ser arisca. Estos son problemas que todas la parejas pasa una vez en la relación.
-¡No seas idiota!, de que relación hablas tu y yo no tenemos nada hace más de un año.
-Lo sé princesa, por eso te traje aquí. Necesitas pasar tiempo alado del hombre de tu vida. Necesitas acordarte de mis besos y mis caricias.
Me recorrió un miedo horrible por todo mi cuerpo.
-Acaso estas loco, tu no puedes obligarme a estar aquí. Ya basta de tonterías. ¡Sueltame!
Le di un golpe con todas mi fuerzas en las costillas.
Por suerte me soltó. Corrí a la salida. Para mi suerte estaba la puerta abierta. Corri unos pocos pasos y sentí un fuerte mareo. Tuve que parar. Para mi mala suerte, Tomás se recupero pronto y salió a mi encuentro.
-Preciosa te estas portando muy mal. Vamos a casa. Esto debemos hablarlo civilizados.
Me llevo de nuevo, dentro de la casa.
Quiero correr y gritar pero me siento muy mal.
Que me pusiste en la comida, idiota.
-Nada malo preciosa solo unas cositas para que estés relajada. Vamos arriba, a nuestro cuarto, ahí donde nos dábamos mucho amor y pasión.
-¡No, no! Dije suplicando.
Subimos al mismo cuarto donde desperté.
Me acostó en la cama. Quiero salir corriendo pero no puedo mi cuerpo está muy débil. No puedo hacer nada más que verlo. Se quitó los zapatos. Luego vino junto a mi. Se quitó la camiseta.
¡Que desesperación!
-¡No me toques!, dije muy débil.
-Tranquila princesa esto es normal entre pareja dijo sonriendo de forma sarcástica.
Estoy a punto de perder la conciencia, lo último que siento son mis lágrimas cayendo por mi rostro.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 34 Episodes
Comments