14) Nuestra pequeña playa.

Después de la cena, vinimos a caminar a la playa.

Casi no hay gente. Y la noche está por caer.

Mi novio, luce como un ángel, es que este hombre parece de un sueño.

-Kiara, ¿te gustaría que nos casemos aquí en la playa?

Sería como un sueño. Nunca lo había pensado pero me gusta su idea.

-¡Amor claro!, como en las películas románticas.

Solo que yo si tengo un guapo novio.

-La novia guapa la tengo yo. Y muy sexi me

susurró al oído. 

Me sonroje. 

-Es que acaso usted señor Astudillo, no se ha visto al espejo. 

Me pare frente a él para admirarlo. Hermosos ojos color miel. Sus largas y rizadas pestañas. Y lo que más me gusta son sus bellos labios  color rojo. Es que este hombre además de guapo tiene un alma hermosa.

Lo abrace por el cuello. -No sólo eres un hombre muy sexi. También tienes un corazón hermoso. 

-Tu eres quien me ha convertido en este hombre de buen corazón. Ya sabes lo serio y bravucón que siempre he sido.

-Señor bravucón, usted tiene el alma más bella que conozco.

Me abrazó fuerte por la cintura. -Kiara, casémonos lo más pronto posible. Quiero que tus días y noches sean conmigo.

-Sr. Astudillo, primero debemos hablar con mi madre, y tu hermana. Amor, si fuera por mi nos casamos mañana, solo tu y yo y la playa como nuestro testigo de amor.

Eduardo me beso tiernamente.

-Chiquita no me tientes que por mi busco ahora mismo donde casarme contigo. ¡Pero no!, debo pedir tu mano y prepararte una boda hermosa. Después de todo ese momento no volverá a repetirse.

-Cariño, ¿podemos volver a la cabaña?. Quiero hablar con mi madre, aun no me ha dicho si llego bien a su destino.

-¡Claro!, pero no te preocupes, ella está en las mejores manos. Mi tío es un experto viajero, seguramente la tiene como reina.

-Hija hermosa, ¿cómo estás mi princesa?

-Mamita, extrañándote ingrata acaso no podías mandar un mensajito. 

-Perdón, mi vida. La verdad hace mucho tiempo que no viajaba y menos tan bien acompañada. Además, estoy tranquila porque sé que estás en buenas manos. Cuéntame preciosa ¿cómo están ustedes?.

-Pues nada especial mamá, solamente que estoy en la playa con un hombre muy guapo. Y que me acaba de pedir ¡matrimonio!.

-¿Qué?, es cierto lo que escucho hija mía. Que felicidad, mi preciosa Kiara estoy muy pero muy feliz con esta noticia. Quisiera abrazarte mi niña hermosa.

-Mami, yo también. Fue hermoso quisiera que hubieras estado. Eduardo es simplemente un romántico.

-Pasame a mi yerno y quiero felicitarlo.

-¡ok!, te amo madre cuídate por favor.

-Yo también mi niña bella.

-Amor, mi madre quiere hablar contigo.

-Hola, hermosa. ¿Cómo les va?

-Muy bien, gracias. Mi niño bello, ya lo sé todo. Me da mucho gusto que hayas dado este paso. Se que mi hija está en la mejores manos. 

-Rebeca querida, entonces nos das tu bendición. Puso carita preocupada.

-¡Claro que sí!, quisiera estar ahí y poder abrazarlos, mi hijos. Tienen mi bendición para unirse. Por favor cuida mucho a mi hija, es mi tesoro.

-Claro que sí, con mi vida. 

-Los quiero mucho. Ya no veo el momento de regresar y verlos a ambos. 

-No hay prisa querida, tú también estás en unas pequeñas vacaciones por favor disfruta yo cuidaré de Kiara.

-Los quiero, adiós.

-Adiós querida. 

-Eduardo, gracias por querer a mi madre de esa manera tan sincera. Tú la haces muy feliz.

Se me acercó lentamente, y me fulminó con su bella mirada.

-Ustedes ya son mi familia. Mi deber es hacerlas feliz, cariño. 

-Caí rendida otra vez en esos preciosos ojos.

-Cuando tengamos un bebé quiero que tenga tus ojos. Dije sin titubear.

-Mmm, no tengo problema podemos comenzar a trabajar en eso ahora mismo. Me beso con dulzura los labios.

-Le correspondí sin duda. La pasión fue creciendo cuando me lleno de besos por todo el cuello. 

Logré reaccionar a sus besos y me eché a un lado. 

-¿Qué pasa chiquita?.. dijo asustado

-Eduardo, disculpa debo tomar una ducha. 

El calor de la costa, no es favorable en estos casos, pensé.

-Está bien. Iremos juntos a ducharnos. 

Mis ojos se abrieron como platos. Ayer fue nuestra primera noche de pasión. Pero aun no dejo de tener mucha vergüenza.

Eduardo es un modelo completo. Seguro no le molesta mostrar ese cuerpo sexy pero yo no soy nada más que una chica normal.

Además que él es el segundo chico con el que he estado íntimamente. Para nada se parece a mi ex. Él lo supera por mucho.

-Anda preciosa ven.

Me tomó de la mano hasta el cuarto de baño.

Se quitó la camisa, y abrió la llave de la ducha para que empiece a calentar el agua.

-¿Te puedo quitar el vestido?, dijo susurrando en mi oído.

Un corrientazo bajo de mi oído por todo mi cuerpo. 

-¡Si!.  Giré despacio. Sus manos delicadamente zafaron el nudo en mi cuello.

-Lo voy a sacar despacio dijo otra vez  susurrando.

Sentí sus delicadas manos recorrer primero por mi espalda, dejó al descubierto mis senos, los acarició suavemente. Bajo hasta mi cintura, al fin llega hasta mis caderas y el vestido cae

dejándome solo en un panti color negro.

Me gira para quedar frente a él. Sus ojos llenos de pasión. Me mira con deseo. Sus manos me acarician lentamente y me besa los labios. Baja por mi cuello, se queda un momento ahí, después baja lentamente hasta mis pechos. Los acaricia con sus manos y los besa con dulzura. Sigue bajando con sus besos apasionados.

Te voy a quitar las sandalias. 

Se arrodilla frente a mí, toma mi pierna derecha baja acariciándola y me quita la sandalia. Hizo lo mismo al otro lado.

Sube acariciando mis piernas, hasta llegar a mi panti, me lo quita lentamente. Se pone de pie y por último me suelta el cabello. Me mira de pies a cabeza y me sonríe dulce.

-Estás lista para el baño preciosa.

Mi cuerpo está totalmente desnudo, sus gestos me demuestran que le gusta lo que ve. Que pasión siento por todo mi cuerpo.

-¿Y tú? le digo dulce. ¿Te vas a bañar conmigo ?

-¡Cómo negarme!, con esta belleza frente a mi. 

Sonríe pícaro.

Me acerco a él, y lo beso con pasión.

Mis manos recorren sus pectorales, bajan por su duro vientre hasta llegar al botón de su pantalón.

Puedo sentir su parte varonil lista. Despacio le quitó el pantalón y el bóxer. 

-También estás listo. Digo en doble sentido sonriendo.

Sin avisarme me toma entre sus fuertes brazos. Y nos lleva dentro de la ducha. El agua está perfecta.

-Te voy a enjabonar el cuerpo, preciosa.

Aprovecha para acariciar mi cuerpo mientras me llena de espuma.

-Este es el baño más sexy que he tomado en toda mi vida. Le digo en voz suave.

-Este es el primero de todos los que tomaremos juntos, chiquita.

-Me da vuelta para lavar mi espalda. Aprovecha  para besarme con pasión por el cuello. 

A estas alturas estamos llenos de pasión. 

Al fin me pone frente a él, me sube hasta quedar a su altura y entra en mi. Gimo de pasión, mi hombre es un amante maravilloso. 

No pudimos dejar de hacer el amor, terminamos la ducha y seguimos en el dormitorio. 

La pasión que hay entre los dos no tiene límite. 

Nuestro fin de semana fue de maravilla, me llevó a varios lugares turísticos.

Aunque casi los vimos al apuro, casi no esperábamos a llegar a la cabaña para demostrar todo la pasión que tenemos entre los dos.  

♡:* :)

¡Casi no regresamos a la cuidad!, si no fuera por el trabajo quien sabe cuando hubiera terminado el viaje.

Nos despedimos con nostalgia de Alfredo. Este será un recuerdo maravilloso para nuestra relación. 

El regreso fue algo más largo de lo esperado. El tráfico era totalmente horrible. 

Llegamos a mi casa en la tarde. Mi madre ya estaba en casa. Nos preparó una cena deliciosa. 

Mientras ellos conversaban. Mi mente divaga en todo lo bello que pasamos. 

Luego de un rato mi madre se despidió de Eduardo. Nos dejó solos. 

-Kiara, tengo que informarte que tienes el tiempo contado para organizar nuestra  boda. No puedes pasar más de dos semanas.

Me sorprendí.

-Sr. Astudillo lamento decirle que es muy poco tiempo. Tu hermana pasó varios meses planeando su boda. 

-Chiquita, no me digas que quieres pasar varios meses más lejos el uno del otro. 

Tiene razón, no hay motivo alguno para seguir viviendo separados, no después de este fin de semana. Y lo loca que estoy por estar con él  a cada instante.

-¡Está bien jefe!, haré todo lo posible pero al menos que sea un mes. 

-No se como voy a soportar, dormir lejos de ti pero esta bien. Pongo a tu disposición todo el presupuesto y personal que necesites no importa cuánto cueste, quiero que sea un día especial para ti.

-Para los dos querrás decir, amor. Aunque hay algo que aún no se donde va a ser.

-Que puede ser lo que te intriga mi reina. Me abraza por la cintura.

-La luna de miel le digo sonriendo tímida.

-Mmm, es verdad. No te preocupes por eso. Lo prepararé yo mismo.

-Pero, ¿puedo saber a dónde iremos?.

-¡No!, ese será mi regalo de bodas para ti.

Mmm. Esta bien soportare. Ya quiero ir dije con voz dulce.

-Yo más que tu preciosa. No sé  cómo voy a pasar esta noche sin ti. 

-Y si te quedas a dormir dije pícara.

-Me encantaría, pero necesitas descansar. Mañana debes comenzar con la planificación de la boda. 

-Está bien, ve con cuidado a casa amor. 

-Te amo, kiara.

-Te amo, Sr. Astudillo

Nos dimos un tierno beso.  

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