(Hay temores que quedan grabados en el alma. Hay oportunidades que se pierden por no arriesgarnos. No todo en la vida es igual, no todo es color blanco omy negro. No toda la gente es mala, ni toda es buena. Pero para poder superar el pasado, hay que arriesgar, hay que superar los temores del pasado. )
Que refrescante fue la ducha. Me bañe con paciencia. Que sorpresa más me puede dar Eduardo. Él ya ha sido demasiado bueno conmigo.
-Quiero estar hermosa, al menos así yo también lo sorpredere.
Escogi un vestido color azul marino, en la parte de arriba se ajusta en el cuello. Dejando parte de la espalda al descubierto.
Me llega un poco más abajo de las rodillas pero tiene una apertura en la pierna derecha. Me encanta es sexi y elegante.
Usare una sandalias de tacon bajo color dorado.
Llevare el cabello recogido en una coleta. Y el maquillaje muy sutil. un poco de rimel y los labios color rosa.
- Kiara, ¿estas lista?. Voy a entrar.
-Adelante, puedes pasar.
-¡wow!, Estas realmente preciosa.
-Que guapo señor Astudillo. Es usted un hombre muy guapo y elegante.
Eduardo, Lleva una camisa ligera color azul pegada al torso abierta en el pecho. Y unos pantalones color blanco muy elegante.
-La belleza eres tu Kiara.
-Gracias, amor. Pero tu eres el guapo. Seguro que ya hay chicas por ahí ojeando a mi novio.
-Eso no me importa, la única que me interesa, y a la única que quiero ver a ti.
-Que romántico señor Astudillo. Lo abrace por cuello y le di un beso tierno. Eduardo me tomó por la cintura y me dio un beso apasionado. Me puso a volar con el calor de su cuerpo.
-Con suavidad me dio la vuelta. Me beso el cuello. Y susurro, Lista para la sorpresa. Ahora te voy a vendar los ojos señorita.
-Eduardo, que sorpresa puede ser para que yo no pueda ver.
-Tranquila, preciosa todo a su tiempo. Dime ¿
-¿puedes ver algo.?
-Nada, de nada amor.
¡Que nervios tengo!. Sé que estoy a salvo pero no puedo controlar los nervios.
-Vamos, chiquita camina tranquila.
Salimos de la cabaña, afuera debe estar casi oscuro. No puedo por nada más que las olas del mar chocando entre ellas.
-¿Ya llegamos?, pregunte algo asustada y nerviosa.
-Ya casi, kiara. Ten paciencia preciosa.
Trate de hacer trampa y ver, claro que el no me dejó.
-Trabquila, no puedes.
Subimos unas gradas no muy alto, no había ruido alguno.
-Ahora escucha, kiara. Te voy a dejar aquí, pero no puedes sacarte aun el pañuelo. Espera hasta que escuchés la música.
¡Pero que nervios.!, pensé.
-¡Esta bien!.
-No hagas trampa.
-¡OK,ok! dije resignada.
Eduardo me soltó, estoy sola. Mi corazón esta a mil por hora. Que locura, acaso es por nuestro aniversario. ¡Dios!, esto es algo nuevo para mi.
Un hermoso sonido, era la canción más bella y romántica.
Me quite el pañuelo de los ojos. Lo primero que puedo ver en el suelo son pétalos de rosa de color rojo.
Hay un camino que debo seguir, entro al restaurant. El camino termina en un corazón hecho por los pétalos de rosa. Al rededor del corazón velas prendidas. Y globos llenos de elio color dorado a cada lado.
Además el lugar estaba decorado con rosas rojas, muchas rosas. Una hermosa mesa redonda en el centro cubierta de un mantel largo color blanco y en ella puesta la mesa para dos. Y lo más importante un hombre muy guapo sonriéndome.
-Ven preciosa. Sientate por favor.
-Eduardo, esto es muy hermoso, eres tan romántico.
-Esto es solo el comienzo mi pricesa. Anda vamos a comer.
Tuvimos una velada preciosa. La comida simplemente exquisita.
Nos trajeron el postre. Un delicioso pastel mojado de chocolate.
-Te pedí tu postre favorito. ¿Que te parece?
-¡Esta muy rico!
Esta escena ya la viví antes. Bueno no igual de romántica, nada que ver con esta belleza de playa y este hermoso lugar. Pero aun asi esta escena ya la viví con aquel idiota que me hizo tanto daño.
Debe ser por ese recuerdo que siento tan extraño.
-Te sientes bien kiara. Pregunto mi novio.
Debió ver mi cara recordando cosas del pasado.
-Si, claro. ¿Por qué no debería estar bien?
Este lugar es una maravilla y tengo la compañía de un guapo hombre esta noche.
-Que alivió saber que estas a gusto, ese es mi objetivo hoy.
-Tu objetivo esta cumplido, amor no podría estar más feliz.
-¿Segura? Dijo sospechoso. Kiara por favor cierra los ojos.
-¿Otra vez? dije sonriendo.
-Si, por favor cierra los ojos. Y no hagas trampa.
Cerre los ojos. Oí que se levantó de su puesto.
-No vayas a mirar por favor.
-¡OK!
-Bien, ya puedes ver.
Eduardo estaba arrodillado frente a mi, con un hermoso anillo de diamante en su mano derecha.
Abri los ojos como platos.
-Kiara Soliz, ¿Te quieres casar conmigo?
¡wow!, mi corazón está latiendo a mil, estoy en shock. Jamas creí que Eduardo me pediría matrimonio. Es hermoso esto, pero por que siento tanto miedo.
El dolor del pasado, me persigue aun. Eduardo sonrie dulce frente a mi. Yo estoy llorando. ¿Que me pasa?
Es que no quiero volver a pasar tanta humillación como en mi primera boda. El miedo recorre mi cuerpo.
La cara de Eduardo cambia a preocupación.
-Por que lloras, chiquita. Acaso no quieres cásate conmigo. Dice con tristeza.
No, no puedo hacerle esto a él, a sido un hombre maravilloso. No debo tener este miedo. El es el polo opuesto de mi ex. No puedo dejarlo así con esa cara de tristeza y romperle el corazón por mis miedos.
-¡Claro que si!, Eduardo claro que acepto casarme contigo.
Su rostro cambió de inmediato, ahora esta sonriendo.
-Amor, prometo cuidarte y hacerte feliz.
-Me puso el lujoso anillo en mi dedo anular de la mano derecha.
Las lágrimas aún corrían por mi rosto.
-Por que lloras, preciosa. ¿ No te gusta el anillo.?
-Esta divino, lloro de alegría. -Eduardo quiero que me prometas que estarás conmigo pase lo pase.
-Siempre amor, para siempre. Se puso de pie y me tomo de la cintura. Kiara, quiero envejecer a tu lado. Quiero hacerte mi esposa. Quiero que seas la dueña de mis días y mis noches. ¡Te amo!.
Siento sus labios tibios sobre los míos, el beso de su compromiso es muy dulce. Me embriaga de su amor.
Este hombre me ha dado los momentos más dulces y románticos que he pasado en mi vida.
Como no amarlo, el miedo que aun tengo debo curarlo, él me ha demostrado ser leal, caballeroso y sobretodo ha llenado mi corazón de amor, de un amor nuevo, un amor lleno de pasión y lealtad.
Tengo que ser la mejor compañera. Tengo que amarlo con todas mis fuerzas.
-Te queda precioso el anillo, así me lo imagine cuando te lo compre. Sonrió dulce.
-Es lindo dije en tono burlón.
-¡Sólo lindo.!
-Es que prefieres otro. Dijo en tono preocupado.
-No, loquito mio. No es eso, el anillo es hermoso, pienso incluso que debió ser demasiado caro.
-El precio no importa, mereces lo mejor chiquita.
-Eduardo, eres muy generoso. Pero yo lo que siempre voy a querer es tu amor. Eso es lo más valioso para mi.
Me tomó de la cintura fuerte, y me beso con mucha dulzura.
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