3) Vaya casualidad, que mundo tan pequeño!
( La vida es tan frágil, hoy está, mañana no, vivir cada día como si fuera el último, es vivir completamente feliz. Y qué decir de este mundo hay varias personas, hay varios países, es un lugar enorme, pero para encontrar tu destino, para encontrar el amor se vuelve pequeño... Todo llega en el momento adecuado.)
-¡Kiara hija!, despierta gritó mamá desde la cocina.
Es verdad mi primer día de trabajo, me levanté de un salto.
-Si mamá, estoy despierta. Me bañe tan rápido como pude, me puse ese vestido azul marino que tanto me gusta. No es por alabarme pero me queda muy bien combina con mi cabello negro y mis ojos marrón claro. Llevaré tacones y el cabello semi recogido para que mis ondas den realce a mi rostro, no debo maquillarme tanto después de todo es trabajo no una cita, un poco de rimel para resaltar la mirada y un poco de labial rojo para mis labios, para terminar un blazer negro eso me hará ver más sería.
Bajé deprisa. Mamá buenos días, mira que tal quedé.
Mamá tiene esa mirada de sorprendida. -Estas hermosa hija. Tienes los ojos de tu padre, vaya que falta me hace quisiera que este aquí mirando la bella mujer que eres, suspiro.
-Mami no te pongas triste por favor si, él no querría que estés así, además también tengo tu cabello y me encanta. Sonreí y le di un beso.
-Es verdad hija, ven mejor desayunamos no quiero que llegues tarde, dijo mamá.
-Ok, mami. Tome un poco de té, y un sándwich de queso. -No quiero llegar tarde, de verdad quiero este trabajo, te veré más tarde. Gracias mamá te amo mucho. Ve tú también a trabajar con cuidado.
-Hija puedo llevarte en mi auto, para que llegues a tiempo.
-No mamá ve pronto a trabajar, recuerda que ahora eres la jefa. Mamá y papá fundaron una empresa de arquitectura y diseño de interiores y ahora que papá no está ella es la gerente general.
Mamá es arquitecta y diseñadora y vaya que es muy buena. Mi hermano es arquitecto también heredó el gusto por la arquitectura como nuestros padres.
-Segura, princesa.
-Si mamá tranquila yo puedo ir en taxi, y mira que quisiera ir en mi motocicleta pero arruinare mi look, además voy con vestido, tranquila aún voy con tiempo. Cuidate te amo mamá, le dije y tomé un taxi.
-Adiós hija, te amo.
Mire mi reloj, tenía media hora para llegar, estoy bien pensé. Por fin tendría mi oportunidad, me gusta escribir de todo, al fin haré lo que me gusta.
Llegue puntual gracias al Cielo. Siento extraño salir esta es mi primera salida desde hace ya dos meses encerrada en mi alcoba.
En fin pregunte por la señorita Diana Ferris , ella es la jefa de recursos humanos del periódico Noticias de Calidad. Es un periódico muy conocido y además muy prestigioso por sus periodistas y la seriedad en la información.
Buenos días, Soy nuevo personal, tengo una cita con la señorita Diana Ferris, pregunte a la chica de recepción.
-Buenos días, tú debes ser Kiara Soliz dijo ella.
¡Si!, soy yo.
-La señorita Diana Ferris no se encuentra tuvo un problema familiar, pero tranquila que le voy a informar al gerente que estás aquí, por favor toma asiento.
-Gracias, que amable. ¡Oh por Dios!, el gerente de este periódico tan importante me recibirá. Mis nervios ahora están al mil por ciento, seguro es un hombre mayor y malhumorado, solo espero estar bien vestida y bueno espero que no se decepcione de mi.
La señorita de recepción colgó el teléfono, Sígueme por favor me solicitó. Por favor pasa, te espera el Sr. Astudillo dijo y se fue la chica.
¡Astudillo!, no sé por qué pero ese apellido se me hizo familiar.
¡Toc toc!, toque lo más sutil que pude.
Pase dijo el gerente.
Entré a la oficina muy despacio. Él estaba con su silla girada con vista hacia la ventana una hermosa vista. Después de todo estamos en el quinto piso.
-Buenos Días, Sr. Astudillo.
¡Qué sorpresa cuando el gerente giró!.
Era nada más y nada menos que mi héroe. Dios mío, vaya casualidad, el héroe se convirtió en gerente.
Él se ve sorprendido también.
-¡kiara!, perdón señorita Soliz toma asiento.
-¡Gracias!. Creo que jamás sentí tanta vergüenza con alguien que apenas había conocido.
-Así que tu eres mi nueva asistente.
¡Asistente!. Creí que sería escritora. Bueno no puedo ser exigente.
-Si, señor. Estoy muy agradecida y no lo decepcionaré.
-¡Señor!. Me regaló una bella sonrisa. No me digas señor, Eduardo está bien.
Cómo podía estar tan tranquilo y yo tan nerviosa.
-¡No!, es usted el gerente de este periódico. No puedo simplemente tutear. Es un placer trabajar aquí y aprender de usted, tiene una de las empresas más prestigiosas del país.
De pronto su sonrisa se fue, se puso serio.
Pues muchas gracias, pero no te voy a poder contratar.
-¡Qué, Noo!
Todo mi mundo se cayó en ese momento y creo que mi cara lo decía todo.
-¡Tranquila!, no te podré contratar si me tratas de usted y me dices señor. Dime Eduardo y trátame de tu, me haces sentir viejo y apenas tengo 27 dijo con su hermosa sonrisa otra vez.
-¡uff!, otra vez volví a respirar. Que susto más grande. Y qué casualidad aquel héroe de hace dos meses quien valiente me salvo, hoy se convertirá en mi jefe, pero que pequeño es el mundo, pensé.
Sonriendo le dije: -muchas gracias señor, perdón Eduardo, no sabe cómo le agradezco, digo no sabes cuan agradecida estoy, esto es lo que he buscado, muchas gracias de verdad.
-Que bonita te ves sonriendo, dijo el héroe ahora jefe.
Me sonroje, -gracias usted también, perdón quise decir. Gracias no te defraudare.
-Cuéntame de ti, kiara estás contenta con el puesto.
-En realidad me gusta escribir y quiero aprender todo de ti, él se sorprendió, digo como profesional, eres mi modelo a seguir le dije muy tímida. Quiero hacer mi tesis sobre ti y tu empresa.
-Vaya que interesante, bueno señorita entonces va a ser un honor enseñarte todo lo que sé dijo con tanta seguridad.
-Bueno y desde cuándo comienzo.
-Si no tienes problema hoy mismo, ahora tengo una reunión y me puedes acompañar.
-Claro que sí, no hay problema dije sonriendo.
Bueno señorita Soliz, vamos dijo mi héroe con una sonrisa.
Se acomodo la corbata y el blazer, abrió la puerta y salimos, no sé si era mi impresión pero todos nos miraban, se acercó a él una chica muy guapa y le dijo: -Vaya veo que ya tienes asistente mi vida, ello lo abrazo.
-Tal y como lo pensé al conocerlo un hombre tan guapo, debía tener una novia hermosa, no se porque pero me sentí mal al ver eso, no es correcto el héroe no es nada para mi, bueno si ahora es mi jefe.
-¡Si, Carla!. Te presento a la señorita Soliz mi asistente, dijo Eduardo.
-Hola chiquita dijo Carla, espero que estés a la altura de mi novio y no seas como tantas otras que ya pasaron por ese puesto, lo dijo muy antipática.
-Te presento a Carla, ella es... No terminó de decirlo y ella lo interrumpió.
-Soy la mejor escritora, publicista y tu novia, cariño le dijo al héroe abrazandolo.
-Carla por favor, estamos en la oficina. Nos permites, vamos a salir a una reunión. Me tomó del brazo y salimos de ahí.
No quería regresar a verla, seguro su novia me odiaba, me llamo Kiara y me tomó del brazo, creo que después de eso no la tendré como amiga. Bajamos por el ascensor.
-No le hagas caso, es un poquito celosa de mis asistentes dijo Eduardo.
-No hay problema, no se preocupe por mí. Me siento extraña por lo que había pasado en la oficina.
Salimos del edificio y su auto negro ya estaba afuera.
Atrás de su auto se parquea un auto color plomo del cual bajó un chico muy parecido a él.
-Hola tío cómo estás le dijo saludando muy cariñoso. Vaya tío que suerte tienes, que chica tan guapa te acompaña dijo sonriendo. Hola señorita mi nombre es León Astudillo, es un placer conocerte.
-Hola mucho gusto, mi nombre es Kiara Soliz.
Alce la mirada mi héroe no tenía cara de buenos amigos.
-Ella es mi asistente dijo un poco serio, y ya nos vamos.
-Pero y nuestra reunión tío, mira que vine aquí para ahorrarte tiempo dijo león.
-Si es verdad León pero sabes tengo unos pendientes, me disculpas sobrino, mira arriba esta Carla ella te puede ayudar, si puedes ir con ella dijo Eduardo.
-Esta bien tío, no te preocupes, le dio una palmada en la espalda, nos vemos Kiara, espero verte pronto dijo sonriendo león y subió.
-Adiós, dije confundida, que le acaba de pasar al héroe si me llevaba a la reunión con su sobrino y él acababa de subir a donde íbamos ahora. subimos al auto, él iba serio, y yo no sabía qué decir.
-¿A dónde vamos?
-No lo sé, dijo el héroe.
-Ok le dije y ya no pregunte más. Mientras manejaba me acordé de Carla no se por que pero me molestaba que lo abrace y bese. Al fin y al cabo él y yo no somos nada, apenas lo conozco y no tengo porqué sentirme así.
Se estacionó en aquel parque de mis desgracias, ya hace dos meses que no venía. Jamás había estado allí entre semana, siempre venía los fines de semana o feriados con el innombrable.
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