DEPARTAMENTO DE POLICIA
En poco tiempo llegamos al departamento de policía. Los nervios siguen conmigo.
No tomó mucho tiempo, mi declaración fue muy rápida, me hicieron ver al ladrón a través de un vidrio de un cuarto, me dijeron que era necesario reconocer a mi agresor, que no tenga miedo él no me vería.
-Todo listo señorita, no se preocupe que este hombre no saldrá de aquí en un buen tiempo, hizo muy bien en denunciarlo, dijo el jefe de policía.
-Gracias a usted por su ayuda. sonreí.
-Vamos, te llevaré a casa.
Miré el reloj, eran las 8 pm. Mamá debe estar loca de preocupación.
-Muchas gracias por todo lo que has hecho por mí, sabes que siempre tendré una deuda contigo.
-No, claro que no, es lo que todos deberíamos hacer cuando alguien necesita de nuestra ayuda.
-Bueno mejor me voy, mi madre debe estar loca de desesperación al ver que no llegó.
-Señorita no hay otra opción, te llevo a casa, necesito saber que estarás a salvo. vamos sube al auto y no quiero oír un no por respuesta.
-¡Ok!, muchas gracias. Mientras el carro avanzaba, volví a recordar a Tomás, mi novio quien ya no era mi novio. Que dolor mi mamá tenía esperanza. Yo en el fondo no hubiera querido perderlo. No sé por qué pero que el héroe me lleve a la casa, me hizo recordar el día en que mi familia conoció a Tomás.
:(
( Habían pasado varios meses desde que nos conocimos en aquel bar, en todo ese tiempo salimos varias veces, algunas con sus amigos y otras con los míos, varias veces salíamos solos era tan maravilloso.
Me acuerdo el día en que nos graduamos del colegio ninguno de los dos fuimos a nuestros bailes, nos encontramos en un centro comercial, comimos, fuimos al cine y a bailar.
Ese día nos hicimos novios, me sentía en un cuento de hadas y ahí prometimos estar juntos para siempre. Después de ese día fuimos inseparables incluso entramos a estudiar a la misma universidad, por suerte no estudiamos lo mismo si no tendría que verlo. Espero que estos meses para terminar la universidad terminen pronto.
Recuerdo el día que pidió mi mano, Tomás estaba tan tranquilo. Yo sudaba y creo que hasta temblaba. Era la primera vez que mis padres y Tomás se verían en persona.
-Tranquila, susurró al oído, tomando mi mano, con mucha tranquilidad. -Sr. y Sra. Soliz me da mucho gusto conocerlos porque tienen una hija muy valiosa y por ese mismo hecho quiero pedirles su mano.
Papá y mamá estaban muy contentos, aunque no lo conocían ellos sabían que era mi novio por cuatro años y por mi actitud diaria sabían que lo amaba más que a nada en el mundo.
-Bien, pues tienes nuestra bendición hijo, dijo papá.
-Cuídala mucho, dijo mamá con lágrimas en sus ojos.
Nos abrazaron. Hubiera querido que este mi hermano mayor pero no pudo venir de Londres. Trabajaba mucho además su nuevo bebe, mi hermoso sobrino Ricardito estaba recién nacido.
Pasamos una velada hermosa, entre risas e historias de papá y mamá. Ellos estaban muy contentos, nuestra boda sería lo más bello para ellos ya que ellos querían preparar todo. Jamás imaginé que nuestra boda acabaría de la forma horrible en la cual se convirtió, un día tan esperado por todos.)
:(
-¿Estás bien?, dijo el héroe.
Volví a la realidad. Otra vez hay lágrimas en mis ojos.
-Si no te preocupes.
-¿Por qué lloras?, me dio su pañuelo.
Sequé mis lágrimas, tomé mucho aire antes de hablar.
-Son cosas mías, pero no te preocupes ya pasarán.
-Ok, veo que no quieres hablar del tema, lo entiendo. Llegamos esta es la dirección que me diste.
Estamos parqueados justo en frente a mi casa. Mi mamá vio el auto y muy pronto salió a la entrada.
-Por favor no vayas a decir nada, le suplique al héroe. -Si mi madre se entera se va a poner muy mal, no digas nada por favor.
-Pero es necesario que ella sepa, no es justo para tu madre.
-Lo sé, pero es que…. Sabes mi padre falleció hace poco y ella está muy triste no quiero que tenga más preocupaciones, no quiero perderla a ella también, suplique conteniendo las lágrimas.
-Entiendo lo doloroso que es perder a un ser querido.
-¿Por qué lo dices acaso tú has perdido a alguien? Perdón que pregunte si no quieres no respondas no tengo problema dije con intriga acaso el héroe también pasaba por un momento como el mío, Dios que terrible.
-Se quedó en silencio y después de unos segundos dijo es complicado.
Justo en ese momento mamá golpeó el vidrio del auto. Vaya que me sorprendí, salí al instante y él héroe también.
-Kiara hija pero dónde has estado, me tenías muy preocupada.
- Ella sabía que me encontraría con Tomás. Seguro quería saber todo.
-Mamá lo siento, fue un día muy ocupado.
-¿Pero dónde estuviste hija?.
-Señora mil disculpas yo estuve con Kiara, lo miré asustada. Fuimos a tomar un café y se nos pasó el tiempo muy rápido.
-¡Hola!, qué jovencito más guapo. ¿Cómo te llamas? Quién es tu amigo Kiara no me lo has presentado.
Yo no sé el nombre de mi héroe, ¡pero qué vergüenza!, cómo puedo presentarlo con mamá si ni yo sé el nombre de este chico tan simpático que me ha salvado cual héroe de película.
-Señora, mi nombre es Eduardo Astudillo, encantado de conocer a una mujer tan hermosa como usted.
-Que caballeroso, encantada de conocerte Eduardo, mi nombre es Rebeca Castillo, no sabía que kiara tenía un amigo tan simpático, no me había contado de ti.
-¡Si! Nos conocimos hace poco mamá.
-Vamos muchachos pasen les prepararé un té y galletas, deben tener frío, vamos vamos.
-No quiero ser una molestia.
-No digas eso por favor, no rechaces el té de mamá es exquisito. Le sonreí para dar confianza.
Y las galletas también dijo mamá.
-Bueno, muchas gracias por su invitación.
-Ven hijo pasa, mamá lo llevó del brazo su semblante estaba radiante. Sonreía parece que al héroe le cayó bien, que alegría verla así.
Entramos mamá fue a la cocina, y yo me quedé en la sala con Eduardo.
-Por favor toma asiento, Eduardo. Gracias por no decir nada, mil disculpas también le dije un poco bajo para que mamá no escuche.
-¿Disculpas?.
-Mira que mal educada soy que ni tu nombre sabía, y tu tan amable que has sido conmigo.
No te preocupes Kiara yo tampoco te pregunte el tuyo, tienes un nombre muy bonito por cierto.
Me sonroje.
-Gracias, tú tienes unos ojos muy bonitos le dije sin pensar. Pero que vergüenza y si antes estaba roja ahora seguro parecía un tomate.
El también se puso colorado, así se veía más simpático es que sus ojos miel y esos labios rojos combinan con lo pálido de su piel,y el rojo de sus mejillas.
Es muy guapo pero creo que no debí decirle eso.
-Tu eres muy linda también tienes una sonrisa hermosa.
-Llegó el té, dijo mamá. Salvada por mamá. Que alivió. -Vamos prueben su té hijos y les traje galletas las hice hoy espero que les guste.
-Gracias señora, usted es muy amable.
Pasamos un rato muy ameno, mamá le conversaba sobre mi hermano Pablo y él la escuchaba muy interesado.
Yo con la mirada pérdida pensaba en que muy pronto estaré sola. Tomás vendrá a mi cabeza, no sé cómo voy a lograr olvidarlo. Son tantas cosas que vivimos juntos, como lo hace él, cómo pudo simplemente cambiarme, como olvido todo lo que construimos.
-Te sientes bien hija dijo mamá.
-Si, mami. Estoy cansada, eso es todo.
-Bueno será mejor que me vaya y las deje descansar dijo Eduardo.
-Muchas gracias querido, será mejor que los deje solos dijo mamá y subió a su dormitorio.
-Gracias por el té y las galletas, tu madre es una gran cocinera, ya me voy espero que puedas descansar, solo tengo una pregunta sino te molesta.
-Dime con confianza.
-Por qué estabas en aquel parque llorando, bajo la lluvia. Se veía tan intrigado de saber mi historia.
Yo por supuesto no podía decírselo, no quiero que nadie me tenga lástima y menos él ya ha hecho mucho por mi y a penas lo conozco.
-Es por lo de papá, necesitaba salir y creí que el parque sería un buen lugar, eso es todo.
-Claro te entiendo, bueno gracias Kiara me voy.
-Vamos te acompaño a tu auto.
Caminamos en silencio.
-Tomó mi mano y me dijo sabes las pruebas de la vida son para hacerte más fuerte. Me dio un beso en la mejilla y subió a su auto.
Quedé sorprendida, porque sus palabras me conmovieron muchísimo. Antes de que se vaya toque la ventana de su auto.
-Eres un ángel, sabes no creí que alguien desconocido pudiera darme tanto apoyo, de verdad muchas gracias héroe.
Le di un beso en la mejilla me di la vuelta y nuestros rostros quedaron cerca el uno del otro, pude ver sus bellos ojos color miel de cerca eran más lindos, siento su respiración en mi rostro, mi corazón está acelerado, nuestros labios están muy cerca, pero no puedo besarlo hay algo, más bien alguien que tiene nombre y apellido por quién no puedo hacerlo.
Al fin solo le di otro beso en la mejilla y me separe.
-Gracias, te debo muchos favores.
Sonreí en muestra de gratitud.
-Creeme, te los pediré. Me regaló una hermosa sonrisa, cuidate Kiara cerró su ventana y se fue.
-Adiós Eduardo.
Entre a casa, directamente a mi cuarto, necesito un baño. Tarde todo lo que pude, cuando salí mamá estaba lista para cepillar mi cabello, tal y como lo hacía siempre después de bañarme cuando sabía que estaba triste.
Eso lo hacía desde que era una niña. Ella sabe que necesito un consejo. Me cepillo el cabello en silencio. Hubo mucha tensión durante un rato y claro no puede durar para siempre.
-Muy simpático tu amigo, ¿por qué no me lo habías presentado?.
Si supiera que apenas lo conocí hoy y en las circunstancias más extrañas.
-Mamá solo es un amigo nada más.
Se sentó frente a mí, cambió su rostro ahí venía el tema que no quería tocar.
-Kiara, viste a Tomás.
No pude contener el llanto. -Si, mamá. sabíamos
que él ya no me quiere.
-No digas eso hija.
-Mamá terminó todo. Él tiene otra novia, dijo que ya no podemos estar juntos. Mamá no quiero hablar de él, no quiero recordarlo, quiero tan sólo pensar que él nunca estuvo en mi vida, por favor ya no insistas en querer que lo busque. Me ha hecho tanto daño que la verdad aunque lo amo, solo quiero olvidarlo, sacarlo de mi vida. No puedo dejar de llorar siento un profundo dolor en mi alma.
Mamá me abrazó. No pronunció palabra alguna solo me abrazó.
-Estaré bien madre, anda ve a descansar yo haré lo mismo.
-Está bien hija, no olvides nunca que te amo.
Lo sé mamá yo también.
Me recoste cerré mis ojos, enseguida me quedé dormida. Pero aún dormida tengo pesadillas con él. Sueño que estoy entrando a la iglesia lista para casarme con el hombre a quien más he amado, pero cuando llegó al altar todo se torna horrible. Tomás me rechaza, huye con su amante y mi padre cae al suelo.
Desperté gritando asustada por tal pesadilla. Claro nada está fuera de la realidad, esta desgracia fue la que mató a mi padre.
Mi madre entra para consolarme, pero nada puede consolarme en estos momentos.
Dos meses más tarde.
Así he pasado los últimos dos meses sin salir de casa, sin casi probar bocado. Mi madre está muy preocupada yo quisiera dejar este estado pero es que tengo tanto dolor y ningún motivo para vivir o mejor dicho seguir mi vida.
Una llamada quién podría ser.
-¡Hola!
Del otro lado está Diana Ferris, la gerente de recursos humanos del Diario en el que tanto he querido trabajar.
-Señorita kiara Soliz, al fin hemos terminado el proceso de selección al nuevo personal, es usted una de los afortunados. Por favor es tan amable, de presentarse desde el día de mañana a partir de las 9 a.m.
-Muchas gracias, claro ahí estaré.
-Muy bien, por favor le enviare un listado de documentos, los cuales debe traerlos mañana.
-Pase un buen día.
-Igualmente, hasta luego. Salte de la cama, a toda prisa. Bajé hasta el primer piso. Avasalle a mi madre con un abrazo de oso.
-Mamá por fin me llamaron del Diario, por fin, sonreí como no lo hacía hace dos meses.
-Que alegría hija mía y no sólo por la llamada también porque por fin estás sonriendo, verte así me pone muy feliz, hija mía por favor sal de este estado estoy muy preocupada.
-Tranquila mamá ya estoy mejor. Ha sido muy duro pero ya quiero salir de este estado de tristeza y de estupidez.
-Eso es lo que tu padre hubiera querido hija mía.
Mi cara cambió de alegría a tristeza mi amado padre, pero es cierto mi padre quisiera que siga adelante.
-No te pongas triste hermosa, recuerda hija que mañana tienes tu primer día de trabajo, es en la empresa que tanto has buscado una oportunidad de ejercer tu profesión.
-¡Si!, mami espero no arruinarlo.
-No te preocupes, yo sé que desde mañana tendrás un nuevo amanecer respondió mamá.
Se levantó, me dio un beso en la mejilla.
-Gracias mami, te amo mucho.
El día pasó volando, en realidad tuve muchas cosas por organizar luego de dos meses.
Hora de dormir. Apagué la luz de mi lámpara, miré al cielo. Las estrellas son hermosas, pronto caí en un sueño profundo o mejor dicho otra pesadilla. Tomás junto a Victoria aquella chica que conocí ya varios años atrás. Estaban los dos abrazados, me miraban y se rían de mí.
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