Llegamos a casa de Eduardo, entramos en silencio, yo porque no quiero hablar sobre el fatídico drama que vivimos en la fiesta, pero su silencio me asusta, no se que pasa por su mente.
Te prepararé un té amor, debes tener frío. Nos sentamos en la mesa, aún en silencio. Después de un minuto, no pude más y dije: ¿Cariño estás bien?.
-Este tiempo junto a ti ha sido el más bello que he vivido después de la desgracia de mis padres.
Desde el primer día en que te vi quedé enamorado, ahora que el tiempo ha pasado, simplemente no quiero perderte.
-No vas a perderme.
-Kiara, ¿que sientes por él? Se puso de pie.
¡Eduardo Astudillo, mírame! Me puse frente a él.
Absolutamente nada, simplemente no me importa. Amor él dejó de ser alguien en mi vida.
-Pero él dijo que aún te ama, y yo, yo..
-Amor no importa lo que él diga. Yo no siento nada por él.
Me tomó de la cintura, y muy tierno dijo: -Chiquita disculpa por hablar de él, pero es que no quiero perderte, Kiara yo te amo.
puse mis brazos al rededor de su cuello. -Señor Eduardo Astudillo quiero que sepas que yo también te amo, con tanta fuerza que haría cualquier locura por estar a tu lado.
-Señorita, kiara Soliz me haces el hombre más feliz al oír esas bellas palabras. Te amo.
Me acerque a su oído y le susurre soy tuya para siempre.
Ahora mis labios lo besan, sus labios me corresponden.
Sus brazos aprietan mi cuerpo, sus manos acarician lentamente mi espalda.
Sus labios pasan de mi boca a mi oído y bajan hasta mi cuello, él me toma de la cintura y las piernas.
Me lleva por las escaleras a su dormitorio sin dejar de besarme.
-¡Cariño, Margot puede oírnos.!
-¡Tranquila!, estamos solos.
-¡Solos!, mi corazón late desenfrenado.
-Si chiquita solos.
Me besa aun mas apasionado,me acuesta en la cama, baja por mi cuello, -mmm... no sabes cuantas veces he querido acariciarte de este modo, chiquita.
Su respiración hormigonea todo mi cuerpo. Está sobre mí, es mucho más alto que yo y mucho más pesado y fuerte pero lo siento perfecto.
Sus manos juguetonas suben por mi pierna derecha, lentamente sube mi vestido con su mano hasta llegar a mi muslo.
Siento un calor que recorre por todo mi cuerpo.
Mientras nos besamos empiezo a tocar sus pectorales, se sienten duros por lo bien ejercitados que están.
Lentamente abro uno a uno los botones de su camisa, hasta sacarla por completo.
Giramos sin dejar de besarnos. El se sienta al filo de la cama, me pone de pie.
Con delicadeza me gira para abrir el cierre de mi vestido. Me besa la espalda y a la vez va bajando mi vestido hasta dejarlo caer por completo.
Mis senos quedan al desnudo. Solo llevo puesta una tanga de encaje color azul.
La pasión que siento en este momento, me hace olvidar la vergüenza.
Él se para de tras de mi. Puedo sentir sus pectorales y su duro vientre en mi espalda.
Retira mi cabellos con delicadeza y me besa con pasión el cuello.
Giro para encontrar sus labios.
Eduardo me mira con deseo, baja lentamente hasta llegar a mis senos y los acaricia con sus manos. Se acerca, los besa apasionado.
Eso a hecho que arda de deseo por estar con el.
Mis manos acarician su vientre y bajan lentamente hacia su pantalón.
Le abro, el botón y lentamente bajo su cierre. Su miembro esta totalmente erecto.
Se quita el pantalón y el bóxer. Esta total mente desdnudo. Realmente es un adonis personificado.
Eduardo me toma por la cintura y me acuesta en la cama. Sube con besos por mis piernas, mientras me acaricia suavemente.
Llegó hasta mi tanga la toma con su dos manos y empieza a quitármela.
Ahora yo también estoy desnuda frente a él.
Sube delicadamente sobre mi. -Kiaria eres hermosa. Me susurra al oído.
-Tu eres muy sexy.
-¿Estas lista preciosa?, quiero hacerte mía esta noche y todas la que me queden por el resto de mi vida.
Me besa apasionadamente.
-También quiero que seas mio por siempre. Hazme el amor Eduardo.
Pronto baja sus manos hasta mis caderas. Con delicadeza abre mi piernas y al fin entra en mi.
Hay tanta pasión entre los dos, seguimos así toda la noche hasta llegar al clímax.
Al fin nos entregamos el es mio y yo soy suya. Es un momento muy bello y apasionado.
♡ :* :)
Amanecimos juntos, nuestra primera noche de pasión. Me abrazó toda la noche.
-Chiquita me tienes loco de amor y pasión.
-Amor, ahora soy tuya, mi alma, mi ser, todo mi amor.
-Y yo tuyo, en cuerpo y alma, Te amo.
Nos besamos.
-¡Hola!.
-Kiara hija, ¿estás bien?, son las once de la mañana y no has llegado!. ¿Se puede saber donde estás?.
-Mamita, mamita tranquila ¡estoy bien!. Estoy con
Eduardo, en su casa. Me puse roja de la vergüenza.
-¡Vaya, hija!, ¡te cuidaste!.
-Mamá, ¡por favor!, ¡qué dices!.
-Hija por favor soy tu madre, bueno me quedo más tranquila ahora que sé donde estas, y no los molesto. No olvides cuidarte.
-Mamá, ¡qué dices!. Acaso es tan obvio, pensé.
-Adiós hijita, te quiero.
-¡Adios!. Mamita yo igual.
-Eduardo empezó a reírse, lo cual me avergonzó mucho más.
-No entiendo porque te ries.
-Te ves linda, cuando estás avergonzada.
-¿Estamos en problemas?
-¡Sorprendentemente no!, te has ganado a mi madre. Ella te aprecia mucho.
-Y yo a ella, además tu madre sabe que te amo y que estas en buenas manos.
Me dio un abrazo seguido de un tierno y profundo beso.
-Bueno creo que mejor me voy.
-Claro que no señorita, hoy es viernes.
Si es viernes, y debo ir a trabajar. Y tú también acuérdate que eres el jefe.
-Con mayor razón, hoy no vamos a ir, como jefe hoy nos doy permiso para faltar. Y no sólo eso
señorita nos vamos de viaje.
Sonreí sorprendida.
-¿Qué dices amor?, tu el hombre que nunca falta, el más puntual y responsable del mundo. No va a trabajar. En el Diario se van a sorprender.
-Al contrario se alegrarán.
-No digas eso, Mmm no sé ellos pero yo trabajo muy contenta a tu lado.
-Es por eso que estas junto a mi chiquita bella. Nos abrazamos.
-Aunque no sé cómo se lo vas a decir a mi mamita, que por mucho que te quiera, no sé cómo tome esta noticia.
-Tu tranquila, ella se va a poner feliz. Además mi tío quedó encantado con tu madre y tiene pensado en salir con ella este fin de semana. Es más, ya debe estar por hablar con tu madre.
Casi al instante sonó mi teléfono. Eduardo me miró coqueto y me sonrió con esa hermosa sonrisa que me vuelve loca.
-¡Hola!, mamita. Ya estaba yendo a la casa.
-Hay hijita, pues mira no hay prisa, te llamaba porque Héctor el tío de Eduardo me ha invitado a conocer Galápagos y pues como siempre he querido conocer ese maravilloso lugar, vamos a viajar ahora, regreso el domingo, se que estas en buenas manos así que me voy tranquila, nos vemos chiquita te amo Kiara.
-Ok, mami. Cuidate por favor. Te amo chao.
-¡Te lo dije! Dijo con una sonrisa pícara.
-Pues si, es más ni siquiera vas a tener que decirle nada por que ella ya debe estar viajando. Y además dijo que me quedo en buenas manos.
Parece que te vas a salir con la tuya.
-Ahora solo falta que aceptes. ¿Qué dices?
-Mmmm, no se!.
-Puso carita asustada, se ve tan guapo.
¡Hay!, que emoción pasar todo un fin de semana con mi hermoso novio, creo que es un sueño es que un hombre como él existen sólo en las películas.
-¿Segura que no sabes?, ¡eh! Chiquita. Me abrazó,
me empezó a besar el cuello, y me susurró al oído.
-No te arrepentirás chiquita, solo quiero que pasemos un tiempo juntos y solos. ¿Si?.
Lo bese en los labios. -Esta bien amor, yo igual quiero pasar contigo mi chiquito hermoso.
Eduardo quiso que salgamos inmediatamente, además quería que viajemos en su coche, vivimos en un país hermoso Ecuador. El país que está al centro del mundo, todos los países tiene su encanto pero para mi no hay nada más hermoso que mi país. Vamos a viajar desde Quito la capital hasta Esmeraldas una bella provincia de la costa.
-Amor estás loco, por lo menos pasemos por mi casa, necesito llevar ropa adecuada para viajar.
-No chiquita, tranquila nos quedamos en el primer centro comercial y ahí te compraré lo que necesites.
-Eduardo, no claro que no!, imagínate qué vergüenza contigo. En mi casa tengo la ropa necesaria.
-¿Como?, ¡vergüenza!, kiara por favor déjame consentirte. Estoy muy feliz, no vayas a decir no, ok. Me miró con una carita suplicante.
-Esta bien, pero aún así me da mucha vergüenza.
Entramos al primer centro comercial y me compro ropa hermosa, ligera para la playa. De todo las prendas elegí un vestido blanco, la tela es hermosa tiene diseños de flores. Amo las flores.
-Estas hermosa, chiquita. Que suertudo soy.
-La suertuda soy yo.
Que vista la mía, Eduardo esta guapísimo lleva una camiseta sin mangas colo blanca, puedo ver los músculos de sus brazos.
El viento que entra por la ventana pega la camiseta contra su cuerpo, puedo ver su pecho bien formado por el ejercicio y los músculos de su duro vientre. Parece un Dios del olimpo.
Sus piernas gruesas se asoman por debajo de ese short color azul.
Su cabello negro volando por el viento, lastima que no puedo ver sus hermosos ojos miel ya que lleva gafas oscuras para poder manejar mejor con el sol de la mañana.
Y esa boca, mmm... no sale de mi cabeza nuestra primera noche juntos. Cuanta pasión, ya hace más de un año que no volví a estar con nadie íntimamente.
En varias ocasiones estuvimos por hacerlo pero siempre pasaba algo para interrumpirnos.
Ayer fue el momento perfecto. Ahora estoy loca de amor y
pasión por este hombre.
-¿Qué es lo que miras?, preciosa. dijo en tono pícaro mi hermoso novio.
-El paisaje que tengo en frente respondí en voz seductora.
-Chiquita que sexy te escuchas.
Reimos juntos.
Que bellos paisajes hay en Ecuador, paramos varias veces para tomar fotografías juntos y también para comer.
Me preguntaba a donde iríamos, Eduardo no quiso decirme para que sea una sorpresa.
Más o menos después de 6 horas al fin llegamos. Un hermoso lugar llamado el RAMPIRAL, es una hosteria. Nunca había estado en un lugar tan bello. Por fuera las paredes son en su mayoría blancas y en la entrada rojas con una franja blanca la puerta es color verde. Todo el lugar esta cubierto de palmeras. Entramos al parqueadero un lugar amplio lleno de hermosas flores.
Parqueamos justo en frente de la piscina. Que lugar tan exótico. Pude ver que hay muchas cabañas para Hospedar a los clientes. Junto a la piscina un restaurante muy lujoso. Seguramente la comida es deliciosa.
-Te gusta el lugar, preciosa. Dijo mi novio complacido.
-¡Si! Es realmente hermoso este lugar.
-Bueno princesa, hemos comenzado esta aventura.
-Vamos te mostrare el lugar.
-Sali del auto a toda prisa.
El clima esta perfecto.
-Hola bienvenidos, ¿como estas Eduardo?. Dijo un hombre quien vino a recibirnos junto a un lindo perro.
-¡Alfredo, Amigo!, ¿Como has pasado?. Por fin vuelvo a tu lugar de relax.
Se abrazaron con mucho cariño. Al parecer mi novio y Alfredo son amigos de años.
-Así que esta hermosa jovencita es de la que me has platicado. Te felicito amigo es realmente una belleza. Mucho gusto de conocerte Kiara.
-Si, amigo esta es la mujer que me hizo sentar cabeza. Kiara él es Alfredo Montero un gran amigo de mi Padre. Le he hablado mucho de ti.
-Mucho gusto Alfredo, dije tímida. Espero que le hayas dicho solo cosas buenas. Sonrei.
-Las mejores dijo Alfredo. Vengan muchachos singame, les tengo reservada la mejor cabaña. Será el mejor fin de semana para ustedes jovencitos.
Caminamos, el piso es de adoquines, hay varias cabañas al rededor. Son bellas de varios colores.
Al parecer son hechas de madera. Cada una rodeada de palmeras y césped.
Por fin llegamos a la nuestra, sus paredes color blanco el diseño es antiguo, pero muy acogedor.
Tiene un balcón hermoso con vista al mar, la brisa golpeó mi rostro que frescura.
-Bueno muchas los dejo para que puedan prepararse para la cena. Sean bienvenidos, que gusto volver a verte Eduardo. Tu pafre estaría orgulloso.
-Gracias querido amigo, yo se que si.
-Kiara, ven cariño quiero que conozcas la cabaña.
Le sonreí.
-Amor y si vamos a caminar por la orilla.
-Ya abra tiempo para eso hermosa, ven primero cámbiate.
-Esta bien amor.
Por dentro no dejaba de ser un lugar hermoso, en la entrada hay un recibidor pequeño. Un sofá color café.
-Es muy cálido este lugar amor.
-Y eso que aún no has visto la recamara dijo mi novio con picardia.
-Eduardo, ¿que dices?. Me sonroje.
Sonrio dulcemente. -Te tengo una sorpresa. Anda refrescate y cámbiate. Pero no tardes mucho, no soporto estar lejos de ti.
-"Una sorpresa.."
-No te voy a adelantar nada. Anda cuando estés lista entrare a buscarte.
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