7) Confusión.

CLINICA CENTRAL

Llegamos a la clínica por suerte mamá solo había pasado un susto, tenía unos moretones pero nada grave además la culpa del accidente era del

hombre que iba en una camioneta.

-Hay personas que no tienen miedo de la muerte, pero que imprudencia la de este señor dije muy agobiada al ver a mi madre en esa cama. 

-Tranquila hija, estoy bien si por suerte no pasó a mayores, dijo mamá.

-Pero madre como me pides tranquilidad si yo no podría vivir sin ti, la abrace muy fuerte. 

Entró una enfermera, -señora gracias a Dios usted está muy bien ya puede irse. 

-Gracias, señorita. Le ayude a vestirse, pronto salimos de la habitación. 

-Rebeca, buenas noches. ¿Cómo se siente?, dijo Eduardo en un tono preocupado. 

-Hola Eduardito!, estoy bien, muchas gracias y disculpa que haya tenido que interrumpir su trabajo.  Muy contenta de verlo. 

-No se preocupe, lo importante es que usted esté bien, vamos yo las llevo a su casa. 

Él se ha convertido en mi ángel, está ahí cuando más lo necesito.

Subimos al coche, mi madre se sentó junto a Eduardo, tienen mucha química hablaban como si se conocieran de toda la vida también.

( Viéndolos me acordé de la mamá de Tomás, también tuve mucha química con ella apenas la conocí, solíamos conversar mucho, de todo, me tenía mucha confianza).

Llegamos a la casa.  Eduardo se encargó de llevar a mi madre a su cuarto y se quedo con ella hasta que se durmió. ‎

Bajamos juntos a la sala. 

-Te voy a preparar un té, espérame aquí por favor. 

-Gracias. 

-Por favor siéntate, regreso enseguida.

-Volví con  su té, es lo menos que puedo hacer por él.

-Por favor tómalo, está muy fría la noche y debes estar helado.

-Estoy bien, muchas gracias por tu amabilidad, tu madre es una mujer muy fuerte Kiara y sabes que tú eres exactamente igual a ella. 

-Mi madre es muy buena, le doy gracias a Dios por ella, por papá que aunque ya no está conmigo sé que nos cuida.

Lo mire fijamente a los ojos. Estoy segura que tus padres deben haber sido unas personas maravillosas, te convirtieron en un hombre bueno, muy bueno, de verdad muchas gracias, y no me equivoque al decir que eres un héroe. -Gracias Eduardo por ser un ángel en mi camino. 

Se puso rojo como un tomate, me encanta verlo así sus ojos resaltan. 

-Nunca me habían dicho eso, la verdad la mayoría del tiempo soy bastante bravucón y antipático dijo sonriendo.

-¡Así! y porque un chico tan guapo debería ser enojón y antipático pensé. ¡si! Quisiera haber dicho eso pero no! ¡Claro que no! Soy muy tímida. 

-No creo que seas así, tal vez no te han conocido como yo lo he hecho. Para mi eres el hombre más bueno que existe.

Él se quedó en silencio, solo me miraba. Me quedé en silencio también, no se que decir, no sé qué piense de todo lo que dije. 

De pronto se paró, tomó su abrigo y dijo: -Me tengo que ir Kiara, ya es tarde, mañana tengo mucho trabajo, bueno tenemos mucho trabajo, Dios bendiga a tu madre cuidala mucho, nos vemos mañana en la oficina.

¡Se fue! Tan frío simplemente se fue, lo vi entrar a su auto e irse. Cerré la puerta, me quedé recostada sobre la puerta pensando en que pude haber dicho para que se vaya así. 

Subí, abrí la puerta de mamá, estaba durmiendo. Entre a mi cuarto, me puse el pijama, me acosté pero no puedo dormir, llega la noche y regresa el dolor y cómo podría olvidar toda esta desgracia. 

¿Cómo estará él?

¿será que de verdad ya me olvidó?

cómo pudo simplemente olvidar toda nuestra historia, todo nuestro amor, a lo mejor él no me amo tanto como yo a él, es que a pesar de toda esta desgracia, no entiendo porqué me hizo esto, 

¿cómo pudo engañarme?. 

Si no hice más que entregarle mi amor, mi vida. Confiaba tanto en él.  Pudo haber dicho !no te amo!, terminemos!, ¡pero no!.  Él simplemente dejó que yo siguiera creyendo en esta mentira, me juraba el cielo y las estrellas !ja!, es un desgraciado!. Me duele tanto haberlo amado como lo amé, ahora todo lo que sentí se ha transformado, así tan fuerte como lo amé ahora lo odio. 

¡Por su culpa murió mi padre, siento tanta rabia que no sé si algún día lo podré perdonar!. 

Otra vez las lágrimas caen por mis mejillas, quiero que se terminen esto, siento que ya he llorado un océano por él y aun así no lo olvido, y es que vivimos cosas hermosas que ahora son malos recuerdos. 

Y claro mientras yo peno en soledad seguramente él vive un estúpido cuento hadas. 

suena mi celular, salte como los gatos!, pero quién puede llamar a esta hora, ¿acaso, será él?, podrá ser Tomás.

- ¡Hola!, ¿Quién habla?. Contesté con voz baja para que mamá no despierte.

-¡Hola! Soy Eduardo,sé que ya es muy tarde pero quería disculparme, por salir así de tu casa, siento mucho haberte ofendido así. 

-¡Eduardo!, sabes yo no sé qué pude haberte dicho para que salgas así, disculpame no quise decir lo que haya dicho que te haya puesto así, dije esa frase tan confusa que ni yo entendí a lo que me refería.

-kiara, no fue tu culpa. Es que jamás he sido como tu me describiste, nunca he creído que soy bueno, la verdad no me caracterizó por estar de buen humor, por ayudar a extraños y mucho menos por hacer locuras, mi vida a sido tan estricta, que nunca he tenido tiempo para conocer a alguien como tú o no he dejado que nadie entre en mi vida. Es más no se por que te digo todo esto, sabes es que siento que contigo puedo ser quien soy, disculpame por molestarte con mis tonterías, mejor hablamos mañana, descansa.

Y así sin más colgó.

No pude decirle nada, Dios mío puede existir un hombre así, es que parece que estuviera en un sueño, desearía haber conocido a mi Héroe antes que a él, quisiera no sentir esto que amarga mi corazón, olvidar todo esto que ha sucedido, esta mala racha que he tenido y que me agobia tanto, ahora llega este hombre tan perfecto que incluso sin conocerlo siento que  somos almas que alguna vez estuvieron juntas y me da una sensación de seguridad, pero que sentimientos tan confusos es que mi corazón debería estar muriendo lentamente por mi desgracia pero es que tan sólo con imaginar a mi héroe acordarme de todo lo que ha hecho y dicho mi corazón vuelve a recuperar sus latidos.

 Tomé mi celular y escribí: ¡gracias por ser tu! Que tengas una linda noche Eduardo!, se lo envié, fue un impulso, lo hice ya mañana será el tiempo para el arrepentimiento.

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