(¡Que locura esto que siento, que dolor esto que siento, que rabia esto que siento,! ¿ y para qué ?... Amor, pasión, odio son solo sentimientos.. para qué sirven si cada q amas y das todo termina en nada... si la pasión que inspira el amor termina con cualquier palabra de dolor... y para que odiar si cuando vuelve el amor desaparece como sombra... son solo sentimientos cada uno de ellos más claro y oscuro, por cada uno pierdes la razón.. ¡hay este corazón tan sensible por cada sentimiento.. y al final tan fuerte por cada uno... !)
-¡Kiara!, hija despierta tienes que ir a trabajar gritó mamá desde la cocina.
Me levanté de un salto y baje a la cocina. -¡Mamá por favor!, ¿qué haces? Deberías estar descansando le dije en un tono de preocupación.
-¡Cariño estoy bien!, lo de ayer fue solo un susto y si tengo unos moretones pero tranquila que no es grave además hija no soporto estar acostada sin hacer nada, anda hija ve a cambiarte que tienes que trabajar y no quiero que vayas a quedar mal con Eduardo, él es un muchacho muy bueno, sabes me gusta para ti.
-¿Qué? ¡Mamá!, pero qué dices. Eduardo es muy bueno, atento y simpático, pero es un amigo y mi jefe y nada más, no te vayas a llenar la cabezita de cosas que no son por favor.
Me sonroje y claro que mamá se dio cuenta.
Con carita de picardía me dijo: -¡Si claro!, ¿y tu carita roja por qué?, ¿qué tendría de malo?, eres una chica linda y no tienes novio.
Con esa frase cambió mi cara, mamá también lo notó. Mamá por favor no vuelvas a decir eso, yo no quiero volver a pasar por algo parecido, el amor es una tontería que simplemente no existe, yo no estoy sola te tengo a ti y créeme que no me hace falta nada ni nadie y ya me voy a cambiar.
Subí muy rápido a mi cuarto y conmigo las lágrimas, es que el solo volver a recordarlo a él y todo lo que pasamos, tanto amor que él simplemente votó a la basura, ¡me mata!. Tome una ducha, me vestí, arreglé y bajé, se me notaba la tristeza.
-Hija, ¡disculpa!, yo no quería que lo recuerdes a To..., a él, ¡perdón hija!, suplicó mamá.
-¡Estoy bien!, mami tranquila. Olvídalo, siéntate mamita te voy a servir el desayuno.
sonó el timbre de la casa.
¿Quién podría llegar a esta hora?, pensé.
-Tranquila mamá yo voy a ver quién es, me acerque a la puerta.
¡Vaya sorpresa!.
-¡Buenos días!, ¿cómo amanecieron?.
Hablando de roma. Eduardo apareció tras dos ramos de flores, mamá salió rápidamente a recibirlo.
-¡Buenos días, querido Eduardito!, pasa por favor lo saludo con abrazos y besos.
-Querida Rebeca, no pensé verla ya en pie, la veo muy bien?,les traje estas flores
-Si hijo estoy muy bien, gracias a mi hija y a ti, qué bellas flores no debiste molestarte, ¿verdad kiara?.
-Sí, están lindas te agradezco, y que sorpresa verte, ya estaba a punto de salir a la oficina.
-¿Es que pensabas dejar sola a tu madre?, vine a decirte que puedes tomarte el día para cuidarla, Rebeca no se preocupe su hija puede estar con usted hasta que se sienta bien dijo Eduardo tomándole las manos.
Mi madre quedó muy sorprendida creó que incluso sus ojos se pusieron llorosos, ella apretó las manos de Eduardo.
-Veo con mucho agrado que eres un hombre muy bueno, sé que tus padres deben estar orgullosos, pero no te preocupes que yo ya estoy bien no voy a incomodar más.
-Mamá por favor no digas eso!, tú jamás serás una molestia, al contrario es mi deber cuidarte tal como tu lo has hecho conmigo le dije un poco sería por su comentario.
-Eres una chica de admirar Kiara. Dijo Eduardo sonriendo.
Me sonroje.
-Tu eres un hombre admirable gracias por tu preocupación, jamás he conocido alguien que se moleste en ayudar a personas que apenas conoce, de verdad gracias.
-Hablando de conocer, me gustaría mucho saber ¿Cuándo? Y ¿Cómo? Se conocieron. Preguntó mamá.
Puse ojos de búho y claro que él también, jamás dejaría que mi madre sepa que conocí al héroe de manera tan terrible que hasta al hospital fui a parar.
-No tiene importancia mamá dije con esperanza de que no pregunté más, pero claro es mi mamá la mujer más terca que conozco.
-Por favor muchachos!, para mi cada historia de mi hija es importante, Eduardito cuentamela tú.
Lo miré muy asustada, esperó que recuerde no contarle tal situación, pensé.
-Está bien querida Rebeca, pero con la condición de que me invites un café dijo él muy sonriente.
Con gusto cariño, vamos juntos a la cocina que yo te lo preparo.
-Mamá ve yendo tú primero quiero preguntarle algo del trabajo a mi jefe dije con seriedad.
-Esta bien hija, te espero Eduardito dijo muy alegre Rebeca y fue a la cocina.
Lo mire fijamente a los ojos, me acerque lentamente a él y le dije en voz suplicante: - ¡por favor!, no le vayas a contar como nos conocimos por favor, hago lo que tu quieras pero no le digas nuestra dramática historia.
-¿De verdad lo que yo quiera?, preguntó con una voz pícara.
-¡Si!, con tal que mi mamá no sepa nada de ese día, se lo dije muy convencida no quiero que mi madre sufra más.
-Ok, tranquila que no sabrá nada, pero no te olvides lo que me prometiste, lo que sea, sonrió y me guiño el ojo.
No se porque, pero esa sonrisita me intimidó, me puse colorada.
-Anda ve con mi madre.
-Tu no vienes?, preguntó.
-¡No!, sé que si estoy presente en su conversación
me voy a poner nerviosa y mamá va a saber que lo que digas es mentira, además ya voy tarde a la oficina, tengo que llegar puntual tengo un jefe muy bravucón, me sonreí.
Puso cara de pocos amigos. -Espérame, yo te llevo no me quedaré mucho, no soy tan bravucón.
-No, claro que no tu eres él jefe y yo soy la nueva no quiero que me odien, mejor te veo allá, le di un beso en la mejilla, tomé mis llaves y salí rápidamente.
Que bien que aprendí a usar mi moto con tacones si no estaría en problemas, ahí estaba mi dorada, tan brillante, vamos a volar hermosa, subí a mi moto, me coloque el casco mi mochila y salí.
Aquí vamos hermosa, una vez más juntas que buenos recuerdos tengo con papá y claro si salí a él de loca, amo las motos, la adrenalina que producen, siento que vuelo.
Ahí viene el primer semáforo. Como siempre ahí están las miradas de todos, me pregunto qué pensarán al verme.
El semáforo en verde sigue el camino, el viento está fuerte, espero no llegar toda despeinada, ¡no puede ser, demasiado tráfico!, tendré que rebasar o llegaré tarde, llegué al comienzo de la calle y otra vez estamos en rojo, tengo que llegar a tiempo.
Por fin rojo ahí voy, marcha en primera y aceleró, no puedo llegar tarde soy nueva no quiero quedar mal con el jefe. Una curva a la derecha y ahí está el edificio de color gris con varias ventanas. Por fin llegue, a ver la hora si son cinco minutos para las nueve a tiempo. Y ahí están otra vez las miradas de todos.
-¡Buenos días, señorita!, en que le podemos ayudar no se puede parquear aquí! Me dice el guardia del edificio.
Se acerca una chica muy simpatica de cabello corto, se veía enojada. -Señorita este edificio es privado no puede parquear su moto, por favor retírese, guardia retire a la chica.
Vaya que problema pensé. -¡Hola! buenos días, disculpen pero no puedo irme.
"la chica mucho más enojada. -Ya le dije que es privado solo para el personal, guardia no quiero ver a esta chica aquí, saquela enseguida, en unos minutos lo llamaré y espero que esté resuelto el problema, dijo eso y se fue con los demás empleados.
-Ya escucho señorita, no quiero tener problemas por favor retírese dijo el guardián del edificio.
Entonces apague mi moto, me baje y me saque el casco, espero no estar muy despeinada pensé.
-Señor guardia no quiero que tenga problemas por mi no es mi intención, mi nombre es Kiara Soliz y trabajo aquí, soy la nueva asistente de, él señor Astudillo.
Y al fin al verme cambio de cara, y dijo: - ¡Vaya!, disculpe señorita, ahora que la veo sin el casco me acuerdo de usted, claro ayer salió con el Señor astudillo, disculpeme por favor no le vaya a decir al jefe, se pondrá muy enojado.
-¡Claro que no!, no te preocupes le sonreí, yo solo quería saber donde puedo parquearme, ¿me ayudas?, por cierto me llamo Kiara.
-Muchas gracias, señorita y disculpe, yo le abriré el parqueadero puede dejar su motocicleta en la parte de abajo ahí estará segura.
-No te preocupes, y gracias le dije con una sonrisa. El guardia me abrió la puerta, me puse mi casco, subí a la moto, la prendí y bajé.
Hay muchos autos y hasta el fondo estaba el parqueadero de las motocicletas, apague la moto, me baje, me saque el casco, vaya con esta luz tan baja no puedo ver el estado de mi cabello pero voy a arreglarlo un poco, un auto llegó pero no lo distingo. Tome mis llaves y me acerque al señor que se bajó del auto, vaya era el guardia.
-¡Hola, otra vez!, me puedes decir por donde subo al quinto piso?, por favor!.
-Claro, sígame por favor dijo él. Me llevó al ascensor. por favor suba al quinto piso.
-Gracias le dije sonriendo.
-De nada dijo él, el ascensor cerró sus puertas,
ahora estaba subiendo, mire al reloj y que sorpresa estoy atrasada, no puedo creer que después de haber evadido todo ese tráfico estoy atrasada que terrible!
-Qué va a pensar Eduardo. Al fin llegue al quinto piso, estoy nerviosa. Tengo mucha vergüenza porque soy nueva y llego tarde.
Entre a la oficina ahí está la amable chica de la recepción, -Hola buenos días Kiara, dijo con una sonrisa.
-Hola, como estas, estoy atrasada tuve un problemita abajo le dije con preocupación.
-No te preocupes, yo diré que llegaste a tiempo, dijo ella.
-De verdad mil gracias le dije sonriendo, por cierto ¿cómo te llamas?.
-Ximena Días, bienvenida Kiara!, sabes yo también soy nueva apenas voy tres meses dijo ella.
-Gracias y mucho gusto Ximena, vaya que es abrumador esto de ser nueva. Nos reímos juntas.
-¡Otra vez usted!, qué hace aquí me gritó la chica del parqueadero,ya le dije que este edificio es privado no entiendo qué hace aquí.
-Ella es mi asistente, Diana le presentó a Kiara Soliz dijo Eduardo muy serio.
Ella se sorprendió mucho, y dijo: -Vaya Eduardo no creí que ella era la chica para el puesto de asistente. Yo había escogido a un chico con el perfil perfecto para usted.
-Si es cierto Diana pero como usted no pudo venir por su problema familiar yo entrevisté a Kiara el día de ayer y es perfecta para el cargo.
-Pero si ella es muy joven para el puesto y yo sinceramente no la hubiera contratado, además hay pruebas que cumplir, primero tengo que evaluarla, ese es mi trabajo.
-Gracias, Diana sé que usted hace muy bien su trabajo pero no se preocupe yo evalúe a Kiara ella es apta para el empleo y ya está contratada, es más por favor haga el papeleo de contrato para ella.
-Kiara tenemos mucho trabajo te espero en mi oficina dijo el héroe y se fue. -Sí, Eduardo enseguida voy.
Diana puso cara de pocos amigos se me acercó y dijo: -Mira muchachita, en primer lugar no le digas Eduardo, para ti es Ing. Astudillo y en segundo lugar ni creas que duraras mucho aquí nadie entra aquí sin mi aprobación y en tercer lugar mejor no te pongas de resbalosa con Eduardo que él es mío, digo mi jefe y él confía en mí, así que si no funcionas como tantas otras no llegarás ni al mes, hasta luego.
Se fue y después de todo lo que dijo me quedé un tanto preocupada, no creí que los trabajos fueran así, pensé.
-Si que da miedo ¿verdad?, es mejor tener cuidado con la bruja, digo Diana, no le vayas a decir lo que oíste dijo muy asustada Ximena.
-Me reí, no te preocupes que no hace falta que me lo digas para saber lo que es, ella también sonrió.
-Mejor me voy a trabajar, no quiero que me despidan, nos vemos pronto Xime.
Nos vemos en el almuerzo, suerte Kiara
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