Historia contada de hace años en el futuro.

Gian.

—¿Cómo estás, señor emperador?. Veo que estás cambiando el futuro.—ríe la anciana. Yo me quedo impactado.—no me pongas esa cara, te cumplí el deseo que le pediste aquella noche a la luna, ¿recuerdas?.

"—¿si pudiera desear algo desde el fondo de mi corazón?, pues desearía volver al tiempo antes de casarme con Minerva e impedir esa boda. Me gustaría enamorarme de la persona correcta, y no enamorarme de esa mujer sedienta de poder. Me gustaría remediar tantos errores que cometí, si tan solo me dieran otra oportunidad...

—¿Quieres eso?, ¿por qué no le pides un deseo a la luna?.—dice la anciana que me ayudó a escapar hace un rato de unos militantes.

—No se si servirá, pero...—miro hacia la luna.—Mañana me entregaré a los generales de la armada, probablemente...me ejecuten. Si es que me puedes cumplir un deseo...solo me gustaría volver al pasado he impedir todo esto."

—Pero...—suspiro y le miro curioso.—¿Cómo puedes hacer esto?, o sea, creí que...

—Recuerda todo lo que te dije antes de que te entregaras a la mañana siguiente, esa historia que te conté, puedo hacer muchas cosas por ello. En fin, solo soy una cansada y soñadora ancianita.—me venda la mano y me sonríe.

¿Esa historia?...

—"Había una vez, una chica muy hermosa y piadosa, que se enamoró del dios de la muerte. Le rezó tanto, que incluso ofreció su castidad a ese precioso ser, pero el dios, no la aceptó ; Eres demasiado pura, para ensuciarte con mi olor a muerte. Eres la chica humana más hermosa que he conocido, eres todo lo contrario a mi. Tu das vida, estás con vida y yo solo soy un ser muerto que quita la vida, sin piedad ; dijo una vez que se le apareció en su habitación. Pero, aquella chica no se rindió, siguió insistiendo, llamándolo todos los días sin falta. El dios, ya se había acostumbrado a la presencia de esa pequeña fuente de humildad, y no sólo eso, si no, que estaba comenzando a tener sentimientos por ella. ¿La muerte teniendo sentimientos?, es algo difícil de creer, pero pasó ; Escucha, yo realmente te amo. Para mi no eres un ser horrible, eres el dios más hermoso y bueno que he conocido ; le dijo la chiquilla a aquel ser mortífero una noche de luna llena.

La chica muy enamorada estaba que no le importaba lo que pasaría, nadie antes se había atrevido a tocar a muerte, y todos sabían que pasaría si alguien la tocaba.

Aquel dios, tenía un lío en su cabeza, él de igual manera se había enamorado de la muchacha, no quería hacerle daño, pero se dieron las cosas y entonces después de amarse mutuamente, se fue y no regresó.

Como consecuencia de tocar al dios de la salvación para algunos y del terror para otros, la chica cayó muy enferma, hasta que la muerte vino por ella, pero ésta al estar enamorada, rompió el tabú de la muerte misma.

La chica, se convirtió en la Diosa de la vida, el nacimiento, la belleza y la fertilidad, pero su castigo por tocar al dios, es ver para siempre, como su amado se lleva a lo que más ama. Y él, por romper y hacer lo prohibido, le toca hacer sufrir a la vida, arrebatando así todo lo que ella crea y tiene a su alrededor."

—....—me quedo en silencio procesando todo aquello.—Me puso una venda y ni siquiera estoy herido.—susurro para mi.

—Esa venda no es para tu mano, es para tu corazón que aún no supera la traición de su amada.—voltea a ver a Rose, quien está arrodillada en el piso junto a la cama que contiene a Eliza.—Rose, ya me tengo que ir, viene en camino el coronel. Cuídate mucho, hija.—besa su frente.—Eliza estará bien.

—Gracias, señora...¿puedo saber su nombre?.—le sonríe tristemente, mientras pasa una bolsa con dinero.

—Danna, mi nombre es Danna.—le sonríe dulcemente la anciana, para después salir por la puerta de la habitación.—Nos vemos.

Unos segundos después de que se había ido la anciana llamada Danna, llegó el coronel.

Rose.

Aquel hombre nos mira asombrado.

—¿Qué es lo que pasó aquí?.—dice mientras se acerca a los cadáveres y toma los pulsos.

—Ese hombre, irrumpió en la casa Bernolth, mató a esas personas, violó y torturó a una niña, e intentó abusar sexualmente de una de las señoritas de esta familia.—habla Gian.—Cómo consecuencia de dichas atroces, me enfurecí y asesiné a ese animal.

—Emm...bien...—dice el coronel mirando extraño a Gian.—¿Señor, me permitiría hablar a solas con usted?.

—Si...—dice Gian y se van fuera de la habitación.

Yo me quedo aquí, al lado de Eliza, quien comenzó a apretar mi mano.

—Misty...¿Dónde estás?...—dice rodeando los ojos tratando de encontrarla.—señorita Rose...¿mi hermana?.—pregunta respirando entrecortadamente.

—Mi niña...descansa, Eliza. Tu hermana está bien. Descansa unas horas más.—digo tratando de que no se me quiebre la voz. No quiero que vea toda la escena que está en éste momento.

Ella me sonríe débilmente y cierra sus ojitos.

Acaricio su cabeza y me levanto.

—Señor Coronel, disculpe por interrumpir. Quiero que no se le tome declaración a la pequeña, hasta que esté bien.—le hablo con autoridad.

—Eh...si, claro.—mira Gian.—¿Entonces, usted se entrega voluntariamente?.—pregunta.

—Así es.—Gian me mira con unos ojos tranquilos.

—No. Yo corté los genitales del hombre. Arresteme a mi igual.—tomo del brazo a Gian.

—Usted es la víctima, señorita. Él asesinó al hombre por asesinarlo, lo de usted fue por defensa propia.—agarra del brazo al chico de los ojos jade.

—Señor Coronel, ¿me deja hablar con ella?.—él hombre asiente y sale de la habitación a buscar hombres para sacar los cuerpos.

—Rose, déjame a mi hacerme responsable de todo,¿bueno?. Aparte, tienes que cuidar de Eliza. Quiero que estés tranquila.—acaricia mis hombros.

Tiene razón, pero no es justo...

—Bien...—Quien mandó a ese hombre es una mujer. Tendré que buscar en los posibles enemigos de Eliza. Aparte ese cerdo desgraciado, habló de que esa mujer me conocía, así que, tendré que comenzar a investigar por mi misma.—Estaré tranquila, espero volver a verte.

—De mi no te librarás tan rápido, Rose Bernolth.—coloca un mechón de mi cabello detrás de la oreja.

....

Como todo pasó en mi habitación, por elección propia, tomé prestada la habitación de Matthew, siento es que es uno de los pocos de la familia que me entendería.

Le pedí al coronel, antes de que se llevara a Gian, que trajera hombres para que resguarden la casa.

También, como pude cambié de habitación a Eliza.

Y aquí estoy, tratando de encontrar las palabras correctas para decirle a Eliza cuando despierte lo que pasó con Misty.

Ya avisé al hermano de las dos, para que venga a darle sepultura a Misty, debe venir en camino.

Miro el patito que me regaló Misty hace un tiempo.

—Si tan solo hubiera llegado antes...—suspiro y unas lágrimas comienzan a caer.

—Señorita Bernolth...—escucho la voz de Eliza.

...Continuará......

...****************...

Hola, no olviden darle "me gusta" al capitulo, seguirme y seguir mi novela, además de comentar que les pareció.

Un saludo y muchas gracias por leer. <3

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***