Dañar su ego.

—Hey, amor. Tener amantes es lo más normal del mundo.—me dice mi esposo mientras me abraza por la espalda.

—Erick, yo...—le iba a reclamar, pero él me besa.

—Rose, tu eres la duqueza Marley. Ese puesto nadie te lo quitará, cariño. Puedo tener miles de mujeres, pero tú eres la más especial, cariño.—comienza a besar mi cuello.—¿Quieres discutir por una tontería?.

—Puede ser una tontería, pero de todas las mujeres que existen, ¿tu amante tiene que ser mi hermana?.—le miro a los ojos.

—¿Quieres que me enfade, Rose?.—Del tono cariñoso y dulce que estaba usando cambia a uno frío y cortante.

—No, solo que...—me besa nuevamente.

—Iré a ver algo que pasó con uno de nuestros sirvientes.—dicho esto, se marcha.

Semanas después de traer a su amante a nuestro hogar, nos enteramos que Erick iba a ser padre.

—Hermana, aún no lo puedo creer.—sonríe de oreja a oreja mi hermana menor.—Aquí está tu sobrino, Rose.—toca su vientre.

—Es realmente maravilloso, Thania. Tu me diste algo que tu hermana en años de matrimonio no me a podido dar.—me mira.—¿Por qué no eres como ella, mujer?. No me has dado un hijo desde que nos casamos. Hasta para darme un heredero eres inútil.

—Erick, no seas duro con Rose. Puede que su cuerpo sea débil y su vientre no pueda sostener un bebé.—se muestra preocupada.—Mírame, amor. Lo que importa es que nuestro hijo será tu primogénito heredero.

—Thania, te equivocas. Un hijo fuera del matrimonio solo será de clase alta, no tendrá ni título de noble, ni será heredero.—le corrije mi esposo.

—Pero- Erick, esto no puede ser verdad. ¡Mi hijo es tu primer hijo, por tanto debería ser heredero!.—mi hermana comienza a llorar.

—Ese niño tendrá el apellido, pero no optará a beneficios como lo sería un hijo de Rose.—Erick trata de calmarla.

—¡Siempre, Rose!. ¡Siempre tu eres la beneficiada en todo!. ¡Desde niñas me humillas y me maltratas!. Rose está humillandonos, Erick. ¡Mi hijo es un noble!.—llora y patalea.—¡Sal de aquí, Rose!.

—Vete, Rose. Incomodas a Thania, y eso puede afectar a su salud.

—Está bien. Permiso.

Salí de aquella habitación con ganas de llorar.

Me siento humillada.

Mi hermana está embarazada del hijo de mi esposo, y yo no puedo hacer nada.

.....

—Es por eso que deberías adoptar a mi hijo, Rose. Así como vamos, nunca tendremos un heredero.—dice con un tono acusador.

—Erick, tu sabes que yo siempre te he hecho caso omiso a todo, pero esta vez no puedo.—le hablo con temor a que se enoje.—No podría ser la madre de un niño al que no quiero.

—Siquiera nace aún, lo querrás con el tiempo.—suspira frustrado.

—No, no quiero criar a un hijo que no es mío. No puedo aceptarlo.—él comienza a enfadarse.—No puedes enojarte por esto. Te permití que tu amante viviera con nosotros, permití que te acostaras con ella, permití que tuvieras un hijo con ella. ¿No crees que es mucho, pedir que también me haga cargo de su hijo?.—me tiembla la voz, es por rabia y temor a su reacción.

—Es tu sobrino y mi hijo. Si me amas, tienes que aceptar todo lo que venga de mi, Rose.—respira pesadamente.

—Primero, es mi sobrino de nombre, yo no soy hermana de sangre de Thania. Y segundo, puedo aceptar todo de ti, menos esto, Erick.

Me levanto y estoy dispuesta a salir del cuarto.

—Cruzas esa puerta y nos divorciaremos.—me dice Erick enojado.

—Está bien, no cruzaré la puerta. Al menos, deberíamos intentar tener un hijo, Erick. Deberíamos ir a un médico. Puedo que ambos tengamos un problema, no solo yo.—digo en apenas un susurro.

—Claro, "amor". Si yo tuviera un problema, tu hermana ahora no estaría esperando un hijo mío. La única incapaz aquí, eres tú.—golpea el escritorio.—Desde que nos casamos, para lo único que sirves es para la cama y de adorno. No eres un apoyo para mi en lo absoluto, Rose.

—Yo...—mis piernas tiemblan, tengo ganas de desaparecer. Nunca antes me había hablado así.

...

Días después.

Realmente mi matrimonio se está hundiendo cada vez más.

¿Soy tan incompetente?, ni siquiera puede tener un hijo.

Estaba divagando en mis pensamientos cuando Erick irrumpe en la habitación de golpe.

—Tú...—me agarra ambos brazos y aprieta.—Eres una maldita mujer desgraciada. ¡Rose eres asquerosa!.

—Duele...—me quejo.

—Si, y ojalá te duela más.—me da una bofetada y comienza a jalarme el cabello.

—¡¿Qué pasa?!.—forcejeo con él.

—No te hagas la inocente, perra.—me mira furioso.—¿Tan celosa estás de que no puedes tener hijos?.

—No entiendo de lo que hablas, Erick.—sollozo.

—¡De la hierba abortiva que le diste a Thania!. Maldita, ¿no quieres intentar tener hijos?. Vamos a jugar algo divertido.

—¡Detente!, ¡no quiero!.—gritaba mientras él rompía mi vestido.—¡Por favor!. ¡No!.—le suplicaba, pero nunca se detuvo.

Esos momentos fueron eternos, rogaba al cielo de que todo esto fuera un mal sueño.

Cuando terminó, yo ya no tenía más lágrimas para llorar, mi voz era rasposa de tanto gritar.

—Vamos, no fue para tanto, cariño.—me acaricia el cabello y pasa su lengua por los cortes que me ocasionó por los golpes y por su navaja.

—Tu nunca me habías hecho esto, Erick.—le hablo mientras cubro mi cuerpo con la sábana.

—Las personas cambian. Además, ¿no es esto lo que hacen marido y mujer?. No hicimos nada de otro mundo, como mi esposa es tu obligación.—me besa tiernamente.

—Me forzaste y me torturaste con tu navaja...—hablo con mucho esfuerzo.

—No es así, tu te caíste trepando los árboles porque querías alcanzar una manzana. Y no querías molestar a nadie por lo que quisiste sacarla por ti sola.—me mira fríamente.

—Erick, no...

—Llamaré a un médico, amor. La caída fue fuerte. Mira tu rostro, y los cortes que te dejaron las ramas. Mandaré a talar ese manzano.—sale del cuarto como si nada.

....

Semanas pasaron y los problemas con Erick van en aumento.

Iba caminando por los pasillos, cuando oigo unas voces, una de ellas es la de mi hermana.

—Siempre tan energético.—se escucha como jadea y se arregla el vestido.— Que alivio no tome la dosis completa de la hierba abortiva, si hubiese sido así, el hijo del duque ya no estaría.

—Es mi hijo, Thania. No es del duque.—esa voz no la conozco.

—No puedo creer que no se haya percatado de que las fechas no coinciden. Está centrado en hacer que la tonta de Rose se suicide, dice que si no lo consigue hasta mañana, tomará medidas drásticas. Ese duque precoz es un idiota.

.....

No sé cómo pasó, ahora estoy apunto de ser asesinada.

No creí nada de lo que escuché, bueno, la verdad es que si llegué a dudar, le pregunté a Erick y resultó esto.

—No se como descubriste todo, mi querida Rose.—me sonríe burlonamente.

—¿Por qué?. ¿Alguna vez sentiste algo por mi, aunque sea?.—pregunto llorando.

—Sentí lástima. O sea, nos criamos juntos, Rose. Pero, más allá de eso, no. Yo solo quería casarme para obtener la herencia y el título de duque. Eres hermosa, lo admito, ni modo me iba a casar con una mujer fea, la idea era disfrutar el matrimonio. —levanta mi vestido y toca mis piernas.—mientras obtenía la herencia, quería tener un hijo, pero una mujer como tú, no podía ser tan perfecta.

—Jamás me amaste...—me limpio las lágrimas dignamente.

—Así es, cariño. Solo te usé. Desde un principio planee esto, si no te inducía al suicidio, yo te asesinaria y lo haría pasar como un asesinato por represalias contra mi. La verdad, es que tu hermana me ayudó ella planeó la mayor parte. Tu hermana es mucho mejor que tu, sobre todo en la cama.

—Eres un ser repugnante.—le escupo en la cara.

—Aún así, te enamoraste de mi, Rose.—me lame la boca.—Tu hermana por fin te ganó, y se quedará con tu lugar. ¿Yo?, me casaré de nuevo, tendré un hijo y tengo mucho dinero. Todos felices menos tu, pobrecita.

—Ya veo. Antes de morir, quiero decirte mis últimas palabras. Es imposible que el hijo de Thania sea tuyo, fui donde un médico y el problema si eras tu. "Eres estéril, precoz y te falta potencia". Con razón nunca me sentí satisfecha.

—Tu...—su cara está que estalla de la ira.

Al menos, antes de morir, quiero herir su estupido ego masculino.

—Otra cosa, mi amado Erick...

"Deberías ir a checarte, no es normal que sea tan pequeña".— le sonrió satisfactoriamente.

Después de decir aquello, la furia se desató y sentí como su espada me atravesó.

De ahí, todo fue negro.

...Continuará......

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