El caos comenzó, todos están gritando, en medio de todos los gritos logro divisar a Misty quien me busca.
Nuestros ojos se encuentraron, iba a correr a por ella, pero me toman del brazo.
—¡SEÑORITA!—escuché el grito de Misty.
Pero Gian quien me lleva, no me suelta.
Cuando por fin nos alejamos del escándalo, se detuvo.
—¿Estás bien?.—pregunta jadeando.—Ten.
Se saca sus zapatos y me los coloca. Por salir corriendo, mis tacones se salieron y los perdí.
—No hace falta. Yo me tengo que ir con mi dama de honor.—me saco los zapatos y me doy la media vuelta.
—¿Sabes dónde estamos?.—pregunta Gian mirando a los alrededores.
—...—suspiro.—No lo sé.—me siento en el suelo.—mis pies me duelen...
—Realmente eres un problema andante.—ríe.—Déjeme revisar...—se sienta frente a mí, y toca mis pies.—tienes unas heridas pero no son graves.
—Lo sé.—le doy una patada en la mano.—Puedo ir a casa, solo debo preguntar...
—Es peligroso a estas horas...—Gian se levanta y mira hacia atrás.
Realmente ninguno de los dos sabemos donde estamos.
—Todo es tu culpa, Gian.—le acuso.—Si no me hubieras traído aquí no nos hubiéramos perdido.
—¿Perdón?, si nos hubiéramos quedado allí, quizás ahora estaríamos heridos.—dice mirándome a los ojos con reproche.
—Bien, discúlpame. Gracias por evitar que salgamos heridos.—me levanto y le ofrezco mi mano.—Gracias.
Él me mira asombrado y me da la mano.
—Bien, vamos a caminar para ver como podremos llegar a casa. —dicho esto me lleva tomada de la mano, más o menos por donde vinimos.
Caminamos cerca de un muelle y escuchamos unos gritos.
—¡SEÑORITA!. ¡SEÑORITA BERNOLTH!.— se escucha la voz de Lázaro.
Yo suelto la mano de Gian y corro a donde provienen los gritos.
—Lázaro.—grito y por fin, nos vemos. Misty estaba llorando.
—Señorita.—corre Misty y me abraza.
Yo me giro para agradecerle nuevamente a Gian, pero ya no estaba, solo sus zapatos en el piso.
Me acerco y los cojo.
—¿Esos zapatos son de...?—pregunta Misty.
—De un chico que me ayudó...pero al parecer se avergonzó y se fue.—digo tratando de buscarlo con la mirada.
.....
Días después en otro lugar.
—Princesa Minerva.—la mujer se arrodilla frente a esa voluptuosa silueta.—Por favor, ayúdeme. Realmente necesito que esa chica desaparezca.
—¿Qué tienen en contra de esa pobre niña?. Más de uno a venido con la misma plegaria.—habla la princesa con un tono que detona tristeza, la cual es falsa.
—Mi marido...por ella fue ejecutado. Es de una familia de Barones pobres.. Ayúdeme, su majestad...—le suplica esa mujer.
—¿Qué quieres que haga, mujer?.—habla la real mujer sintiendo falsa comprensión.
—Torturela, hasta que ya no tenga voz para gritar, hágale las cosas más atroces que alguien se pueda imaginar. —habla la mujer con recelo.
—Bien, repite su nombre con la fuerza y el dolor que tienes dentro, mujer.—exclama su real majestad.
—¡ELIZA!. ¡ELIZA KASTUBER!.
.........
—Eliza, ¿que estás haciendo?.—le sonríe su hermana mayor.
—Misty, estaba viendo como ese pajarito se limpia con la tierra.— dice la chica riendo.
—Hermana, ¿cómo están tus quemaduras?.—apunta el rostro de su hermanita.
—Misty, hace años cicatrizaron.—toma la mano de hermana y la lleva a su rostro.—no duele.
—Es que aun no puedo con eso de que trataron de quemarte viva, solo por el hecho de tener ojos grises.—llora Misty.
—No te preocupes, ya no pasará más. Ahora me temen, creen que soy hija de demonios. Y solo porque sobreviví al fuego.—ríe con inocencia.—además, el hombre que creó eso, fue ajecutado por asesinato frustrado.
—Eres tan fuerte, Eliza.—Misty besa a su hermana en la frente.—Los dioses están de nuestro lado, nada te pasará nunca. Lo juro, y si tratan de hacerte algo nuevamente yo estaré allí y los mataré a todos.
—Que violenta.—bromea la pequeña.
—Ellos son los violentos. Están en tu contra solo por tu color de ojos, incluso trataron de asesinarte. Tienes solo doce años, Eliza.—la toma de sus manos.—hablaré con mi señorita. Ella te protegerá y no te pasará nada.
......
Rose.
—Así que eso pasó...—trato de asimilar lo que me cuenta mi dama.
—Por eso decía, tiene solo doce años, señorita.—dice llorando.
—No sé si podré hacer mucho, pero la protegeré. Traela aquí. Quiero conocerla. Debe ser igual de hermosa que tu, Misty.—le sonrío.
—Señorita, usted a cambiando demasiado. Antes del accidente del carruaje que la atropelló, era una chica que solo hacía caso omiso a todo. Siento que me la cambiaron...—sonríe melancólica.—no sabe cuanto la quiero, señorita Rose. Usted es un muy inteligente y capaz de todo. Quiero felicitarla por no dejar que la vuelvan a humillar como antes.
—Quizás y ese golpe que me di cuando me atropellaron, me hizo darme cuenta de muchas cosas....—hablo con tristeza.
.....
Thania.
Vaya, nunca antes había estado en un palacio. Es hermoso.
—Hermano, llegó nuestra invitada de honor. —le habla la princesa Minerva a su hermano Erick.—Te invité a esta fiesta para celebrar el post compromiso y unión de nuestras familias.
Todavía no he dado una respuesta definitiva.
Las palabras de Rose siguen en mente.
—Princesa Minerva.—le hago una reverencia.
—Nada de formalidades, ya somos familia, hermana.—exclama feliz la prometida del príncipe.
—Buenas tardes, señorita Bernolth.—me sonríe Erick.
Es muy guapo...
—Salude apropiadamente.—me susurra Beatriz.
—Buenas tardes, Joven Erick.—sonrío.
Pasamos la tarde, riendo hasta que llega una noticia a nuestros oídos.
—No sé cómo, princesa. Es la primera vez que viene sin avisar con anticipación.—habla agitado uno de los mayordomos.
—Déjalo pasar.—suspira mi futura cuñada.—Señoritas y señores. Mi prometido a venido de imprevisto hoy, mil disculpas. Es que creo que ya no soportaba el no verme. Me ama demasiado.—dice y todos sonríen conmovidos.
.....
Horas antes. Gian.
—Mis informantes dicen que la señorita Thania Bernolth, está en el palacio de su prometida, la princesa.—me habla mi fiel amigo, Leorio.
—¿Si?. Creo que iremos a verla, quiero darle una sorpresa. Querrá morirse por hablarme tan groseramente, no tiene idea de que soy el príncipe heredero.—río emocionado.
—Aunque, me he dado cuenta de algo extraño, Gian. Creo que hubo una confusión de parte mía. La persona que entregó al ex soldado y la señorita Thania, al parecer son personas completamente distintas.—yo me quedo un poco en shock.
—No lo creo, tu nunca fallas en nada. Aparte, no creo que esa tal Rose sea una persona inteligente. Los rumores hablan de una persona con muy malos modales y la señorita Bernolth que yo conozco, tiene buenos modales, solo que yo la hago salirse de sus casillas.—digo suspirando y rodando los ojos.
—Es que cada vez que hablo del casino cuando voy a cenar con la familia Bernolth. La señorita Thania parece confundida y no sabe como hablar de todo eso. En cambio, la señorita Rose, es con quien llevo mejor conversación de vez con cuando...
—No, estoy seguro que es Thania. Así que, arregla el carruaje. Iremos a darle una sorpresa a esa chica.
Ya quiero ver su cara de enojo.
—Después no andes enojado, que yo si te lo advertí, Gian.—dice Leorio levantándose del asiento.
—¿Quieres apostar, amigo?.—le sonrío pícaramente.
—Bien. Después no andes llorando, principito.—yo le golpeó el hombro de broma.
...Continuará......
...****************...
Hola, no olviden darle "me gusta" al capitulo, seguir mi novela y comentar que les pareció.
Recuerden que tienen la libertad de poder escribir en los comentarios como se sintieron al leer el capítulo y pueden sacar conclusiones sobre lo que pueda pasar.
Un saludo y muchas gracias por leer. <3
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 40 Episodes
Comments
Nelly Hernández
muy buena felicidades
2022-10-07
0
Yanina Daniela Mangold
jajaja la sorpresa se la va a llevar el príncipe Gian jajaja...... esa Minerva se nota que es una bruja 😡
2021-10-12
4