Favorita de los dioses.

¿Si no hubiera muerto? si no hubiera muerto, me gustaría retroceder el tiempo y no cometer el error de casarme con Erick.

Amaría vengarme de mi hermana menor y de todos los que me dañaron.

¿Simplemente moriré aquí?.

Qué estupidez de vida tuve, crecí como la hija del vizconde que se suicidó, me humillaron por ello, después mi madre se casó con el Marqués Gareth, se divorció y después se casó con el padre de Thania, el conde Rene. Es por eso le pusieron el apodo de prostituta, y yo quedé como la "hija de la prostituta".

Todos sabían que yo no era hija del conde, por lo tanto todos me miraron mal.

Después conocí a Erick, él me miró bien, nunca me llamó con mis antiguos apellidos, ni me llamó la "hija de la prostituta".

Me esforcé mucho para ganar el amor del nuevo esposo de mi madre, no lo conseguí, pero me dio igual.

Mi madre falleció por "causas naturales", viví un infierno después de ello.

Cuando decidí casarme con Erick Marley, no me detuvieron, dejaron que me fuera y de vez en cuando me pedían dinero.

Jamás volví a saber de ellos, hasta que me enteré que la amante de Erick, era mi hermana Thania.

......................

¿Pájaros...?

Abro los ojos lentamente. Me siento adormilada.

Me quedo un momento mirando el techo de la habitación.

—Esta no es mi habitación con Erick...¿qué pasó?.—en eso me da una punzada en el abdomen.

—Rose, ¿estás bien?.—escucho una voz conocida que me causa nostalgia.

—¿Mamá?.—me levanto de golpe y mis ojos comienzan a picar.—Ay...

—No te levantes, hija.—acaricia mi cabello.

—Mamá...abrázame.—comienzo a llorar.—tuve una pesadilla horrible.

—Mi niña...tranquila. Me tenías preocupada, desde que te atropelló el carruaje, no despertabas.—mi madre me acaricia y me besa la frente.—Menos mal ahora puedo pagar para te que recuperes bien.

—¿Mamá, dónde estamos?, ¿qué edad tengo?, me veo joven.—miro mis manos delgadas.—¿estoy muerta?.

—Dioses...creo que tienes amnesia. Te llamas Rose Bernolth, tienes quince años. Estamos en nuestra casa, con tu padre Rene Bernolth y tus hermanos, Matthew y Thania.

Tengo quince años...¿¡quince!?.

Espera, es imposible...hace poco tenía veinticinco años.

Mi deseo que pedí antes de morir, ¿se cumplió?.

—¿Qué día es, mamá?...—pregunto a punto de estallar de la emoción.

—Hoy entramos al décimo primer mes *, hoy comienza el mes de Jano, el dios de los portales.—me sonríe.

—Gracias, mamá. Quiero estar a solas, ¿podrías...?—ella asiente y sale de la habitación.

—Retrocedí diez años. Hoy es el primer dia del mes del dios Jano, por lo tanto, si mal no recuerdo me atropelló un carruaje y hoy conozco a Erick.

¿Nos criamos juntos? Ja, ese criar juntos es que fuimos a la misma academia de nobles.

Me comienzo a reir a carcajadas.

—¿Seré la favorita de los dioses?.—suspiro.—Gracias por esta oportunidad, la aprovecharé al máximo.

....

Según dijo Erick, planeaba casarse con la primera que cayera en sus brazos y una de ellas fui yo.

Me asegurare de que pagues por todo, Erick Marley.

Comienzo a escribir mis planes en un diario.

Primero, trataré de ganarme al nuevo esposo de mi madre, y dejaré en ridículo siempre a Thania, quien a estas alturas, debe estar planeando junto con su hermano que salgamos de casa mi madre y yo.

Lo que haré con Erick, es simplemente hacer que se le suba el ego y después pisotearlo.

Llevo años conociéndolo, y sé que tiene masculinidad frágil.

Ahora que lo pienso, no solo puedo beneficiarme yo con que sé que pasará en el futuro.

Por lo que recuerdo, la popularidad del príncipe heredero también decayó por estas fechas, porque no pudo encontrar solución a un casino ilegal en el cual hubo muchas perdidas del imperio, después hubo un golpe militar y la verdad es que sufrimos mucho por ello, pasamos hambre y la verdad es que las personas de bajos recursos la pasaron peor y comenzaron a morir.

¿Deberia evitar todo eso?, es que yo sé donde se hacen las transacciones y dónde está el casino.

Todos en el futuro hablaron de ello, después de que el cuerpo militar había matado a personas inocentes que solo pasaban por allí, salió a flote la corrupción de los sacerdotes y algunos líderes de las armadas.

Solo hicieron el golpe de estado para enriquecerse.

Bueno, y si logro ayudar a que no pase eso, podría tener un rango más alto y poder pisotear a la familia Marley y Bernolth.

Solo lo haré porque me beneficia a mi, y a las personas de bajos recursos.

Sé lo que es pasar hambre y no tener con qué pagar un tratamiento de un familiar.

Si tan solo hubiéramos tenido dinero para pagar los medicamentos de papá, él no se habría suicidado.

Suspiro y miro por la ventana.

—El sol ya se está escondiendo, eso significa que pronto llegará Erick con Matthew a cenar.—suspiro y trato de calmar mis nervios, y mi miedo.

De solo recordar cuando abusó de mi y me torturó, siento como si me fuera a desmayar y me ahogo.

Él ahora es joven, no creo que haga ese tipo de cosas...

...

—Hija, ¿quieres ir a cenar?.—me pregunta mamá mientras peina mi cabello.—Puedes ir como estas vestida, no hay necesidad de cambiarse.

—Iré. Le diré a Misty que me ayude a arreglarme.—le sonrio.—No sabes cuanto me hacías falta, mamá.

—Mi niña, no iré nunca más de viaje con tu padre, mira lo que paso, te atropellaron.—me abraza.

No lo decía por eso, madre.

—Bien, Rose. Iré a ver a Rene. Te esperaremos abajo para cenar. Te amo.

Me miro en el espejo y aún no puedo creer que ahora tengo quince años.

—Rose, vas a bajar esas escaleras con la frente en alto y tratarás de ser lo más amable y cortés del mundo. Él ahora es débil, tiene solo diecisiete años.—la piel se me eriza de solo pensar en todo lo que pasé.—Él aún no es alguien poderoso.

Llamé a mi dama de compañía, me ayudó y cuando estaba lista, me propuse bajar a la cena.

Bajé escalón por escalón, mientras que me iba acercando abajo, me ponía más y más nerviosa.

Ya estando allí, tengo que caminar hasta el comedor.

Golpeo mis piernas porque se niegan a avanzar.

—Señorita, ¿se encuentra bien?.—pregunta preocupada Misty.—Puede ir a descansar, yo puedo hablar con el señor conde.

—No te preocupes. Si no puedo ir ahora, jamás podré enfrentar mis miedos.—me volteo quedando frente a ella.—Misty, gracias por servirme. Estoy muy agradecida por tenerte a mi lado.

—Un honor es para mi estar a sus servicios.—me sonríe.

Bien, ahora sí. Tengo que hacerle frente a ésto.

Cuando ya me acerqué lo suficiente al salón de comida, escucho la voz de Erick hablando con mi familia.

De alguna manera me paralizo y comienzo a temblar.

No puedo, no puedo...él me torturó hasta el cansancio.

No le pude dar un hijo, me asesinó por dinero y poder.

Tiene razón, soy una inútil, no pude salvar ni mi propia vida...

—Señorita, por favor. Se ve muy mal. Vamos arriba.—insiste mi dama.

Eso me sacó de los pensamientos caóticos que estaba teniendo.

—E-Estoy bien. Puedes anunciarme.—respiro profundamente.

La chica me anuncia y entro...

...Continuará......