Consejo.

Al final Gian me regaló un broche y el vestido que traigo, yo pronto volveré a por ese hermoso collar.

También, me trajo a casa y se fue de inmediato.

Entré por la puerta principal y en la sala, estaban todos hablado con Erick.

—Buenos días...—digo con un hilo de voz y jugueteo con el broche nerviosa.

—¿Dónde estabas, Rose?.—pregunta mamá mirándome de pies a cabeza.—Cuando las mucamas te fueron a despertar no estabas. ¿Dónde fuiste?.

—Yo...fui a...—miro a mi alrededor.—comprar un jarrón. Ya saben, cuando hubo el ataque hace un tiempo, me quedé sin un jarrón para mis rosas, no encontré ninguno hermoso, la verdad.

—Bien. Estando aquí con el joven Erick. ¿Rose, no tienes nada que decirle?.—pregunta mamá seriamente.

—...—me quedo en completo silencio. Realmente no tengo porqué disculparme.—Erick, realmente me disculpo por como expresé mi opinión. Sigo pensando lo que dije y no pienso disculparme por ello.—hago una reverencia y me dirijo a las escaleras.

—Eres realmente una mal educada, Rose. Esas no son disculpas, hermana.—dice Thania enojada.

—Thania, Rose no se tiene que disculpar con Erick, él debería pedirle disculpas a ella.—me defiende Matthew.

—Matthew, ve a tu habitación.—le habla su padre.

Él entre regañadientes se va.

—Hija Rose, disculparte apropiadamente con Erick.—me ordena ese hombre.

—Yo...mil disculpas, Erick.—Ahora si subo las escaleras a mi habitación.

Apenas llego, comienzo a llorar.

—De nuevo...tuve que dejar humillarme por él. Erick eres realmente un desgraciado. Lo odio tanto...

—en eso, golpean mi puerta. Cómo siempre, desde que retrocedí en el tiempo, cuando tocan la puerta llevo una navaja en mano.

Abro lentamente la puerta y es Thania con su dama de honor.

—¿Qué quieres, Thania?.—le pregunto extrañada por su visita.

—Esas disculpas fueron las más patéticas que he escuchado.—ríe.—eres demasiado idiota, Rose.

—¿Qué es lo que quieres?.—pregunto un poco enfadada.

—Qué desaparezcas. No es tan difícil, vete de aquí o tu madre será quien sufrirá las consecuencias. Tu y tu madre, son una molestia en esta casa, más tu que tu madre, la verdad. El problema eres tú, Rose. Realmente eres una chica de los bajos de la capital.—se refiere a que soy una delincuente por haber sido una clase menor que la de ella.

—No quiero pelear contigo, ya tengo suficiente con Erick.—suspiro.

—De eso también te quería hablar, no quiero que te acerques a él. Erick será mi prometido. Cuando debute en sociedad, se hará público. Así que no te acerques a mi prometido.—dice con una sonrisa triunfante.

—Tu ve las cosas con tu prometido, Thania. Pero, no puedo decirte que me alejaré de él. No lo haré aunque me coloquen una soga al cuello.—para vengarme de él, tengo que estar cerca.

—No cabe duda de que eres una mujerzuela al igual que tu madre, Rose.

Tengo que controlarme, no es tan difícil. Podria fácilmente amenazarla con la navaja que traigo en la mano.

Pero, la idea no es asustarla, es dejar que haga las cosas a su manera, para que yo pueda hacerlas a la mía.

A propósito, no recuerdo que ellos se hallan comprometido alguna vez...

Eso quiere decir, que de verdad va a casarse con la primera mujer que caiga a sus pies.

Ese bastardo...no te voy a dar en el gusto.

Aunque no me lleve con Thania, al menos tengo que evitar que tenga una vida tan horrible junto con Erick.

—Te daré un consejo, Thania. Espero que lo tengas presente hasta que te cases...nunca te enamores de ese hombre. Y si alguna vez te llega a golpear, corre de allí, desaparece. O algo más simple, elije bien tu futuro ahora y trata de pensar bien si de verdad te quieres casar con Erick.—le digo tomando sus manos, se ve sorprendida.—no lo digo como tu enemiga o como una "mujerzuela", te lo digo como hermana, como tu hermana mayor, Thania.

Puede que nos llevemos mal a muerte, pero no dejaré que tenga un final tan miserable como el mío.

Ese final, no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

—D-Deja de decir estupideces, claro que todavía necesito confirmar mi compromiso. Ojalá te caigas a un poso.—sale de mi habitación con su mucama.

—¡Lo mismo digo!.—suspiro riendo.—se puso nerviosa...que linda.

.............

Thania.

Esa Rose, ¿que se cree?.

Dándome consejos como si fuéramos las mejores hermanas...

—Señorita, no crea en nada de lo que dijo esa chica. Está tratando de lavar su cerebro, para quedarse ella con el joven Erick.—dice Beatriz, mi dama de honor.

—Lo sé....pero, no se ve como si estuviera interesada en él. Incluso a sido grosera.—le digo un poco cansada.

—Lo mismo decía de la amante de su padre. Al final su madre falleció y ella se quedó con todo. Por favor, no la escuche. Yo haré todo lo posible para que usted tenga un buen futuro. Se lo prometí a usted y a su madre. No dejaré que esa mujerzuela le arrebate las posibilidades.—dice tomando mi mano y después la besa.—Estoy haciendo todo esto por usted, mi niña.

No es extraño su comportamiento, ella ha sido así desde que tengo memoria.

Era la nodriza de mi madre y después fue la mía. Beatriz a criado a muchas generaciones desde que tenia diez años.

Era de clase media, pero transicionó a media alta porque se casó con un Barón, nunca tuvo hijos, ya que enviudó unos años después de casarse. Su esposo falleció en una terrible epidemia que atacó al reino poco antes de que yo naciera.

—Beatriz, ¿nunca has pensado en casarte de nuevo y tener hijos?.—pregunto con curiosidad.

—Nunca lo he pensado, tenerla a usted es más que suficiente. Es por eso también que me hice su dama de honor después de ser su nodriza. Quiero verla crecer hasta que usted tenga sus propios hijos. Por cierto, la princesa Minerva, quiere hablar con usted sobre algunas cosas. Ya sabe sobre el matrimonio de usted con su hermano. Está feliz.—Beatriz me sonríe.

¿La prometida del príncipe heredero es hermana de Erick?. Yo, no lo sabía.

.........

En otro lugar.

—Llevas mirando esa pintura desde hace un rato...¿de quien es?.—pregunta esa mujer.

—Me la regaló la señorita Bernolth...—digo un poco cabizbajo.

—¿Thania?, ella es un amor.—ríe tocando la pintura con sus dedos.—Los trazos son tan finos...digno de una dama como ella.

—Minerva, es de Rose, Rose Bernolth...—ella se detiene y se limpia la mano con un trapo.

—Así que la mocosita sabe de arte...—sostiene una navaja y después la entierra en la obra de arte.—Tira esa pintura, ya está rota.

—Hermana, no...—le trato de arrebatar la navaja.

—Erick, has lo que yo diga o....

...Continuará......

...****************...

Hola, no olviden darle "me gusta" al capitulo, seguir mi novela y comentar que les pareció.

Un saludo y muchas gracias por leer. <3

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***