En Las Sombras Con Capone

Daniel me lleva a la cama y en una especie de manipulación posee lo que quiere, ahora me siento vulnerada, lo observo dormir y no entiendo en que momento él se convirtió en este hombre o siempre fue así y apenas lo noté, me aparto un poco y no sé en qué momento me quedo dormida.

"- Gio?- escuchó la voz de Salvatore

- ¿Dónde estás?- lo llamo

- Aquí, Ven te he extrañado mucho, muero por verte, sentirte, hacerte el amor- escucho el susurro de su voz en mi oído "

Me sobresalto asustada, la luz del sol atravesaba la ventana, escucho la ducha, busco mi pijama, mi garganta estaba seca, estaba segura de que era la voz de Salvatore.

- ¿Dormiste bien?- me sorprende Daniel

- Sí lo hice- respondo sería y me levanto de la cama

- Espera- me dice

Observo cómo se acerca a la mesa de noche y saca el estimulante ovulatorio

- ¿Puedo desayunar primero?- le pregunto con sarcasmo

- Siéntate lo hago yo- me ordena

No tengo opción, no quería discutir, pero estaba realmente agotada, solo ruedo los ojos y hago caso, me inyecta y me da un beso en la cabeza

- Has sido buena niña- me dice y se retira

Ahora me siento como un perro, que le dan caricias, y algún premio de consolación.

- Sé me olvidaba decirte que mi madre vendrá hoy a visitarnos- me sorprende nuevamente Daniel y se retira

Mi estómago se revuelve, la visita de Ana es tan agobiante, ella es como si me odiara, no quiero estar aquí, mi teléfono suena y al mirar la pantalla observo el nombre de Priscila, contesto inmediatamente

- Hola- le saludo

- Necesito un favor, no puedes decir que no- dice desesperadamente

- Estoy muy bien Priscila, gracias por preguntar- le contesto molesta

- Lo sé, estás molesta, no nos hablamos en semanas y aparezco así, pero de verdad te necesito- dice Priscila

- ¿Qué pasa?- pregunto

- La modelo que contrate para la exposición de mi nueva colección de joyas no llegó, tú puedes hacerlo, ¿Verdad?- súplica Priscila

- No soy modelo, lo sabes, y no suena a una buena idea- respondo dudosa

- Mi colección se llama Celeste al igual que tus hermosos ojos, voy a pagarte muy bien, por favor- propone

Pienso un momento, si voy a esa sección de fotos, evito por un rato a mi malvada suegra

- Está bien, mándame la ubicación y salgo para allá- contesto

- Genial, te amo, gracias por esto, ya te mando la ubicación, nos vemos aquí- dice animada Priscila

Entro a la ducha y me organizo rápidamente, al bajar al comedor mi desayuno estaba listo.

- Magda, ¿Daniel?- pregunto

- Fue a la empresa, dijo que lo despidiera, salió apurado- me informa Magda

Siento tranquilidad, quería huir de ahí.

- Magda perdón, también debo salir, me guardas el desayuno- le digo mientras junto mis manos

- No se preocupe, pero, ¿desea algo especial para el almuerzo con la señora Ana?- me pregunta Magda

- Lo que desees está bien, todo lo que cocinas es delicioso- le respondo y me retiro.

Bajo al parqueadero y subo a mi carro para irme al encuentro con Priscila, tenía dudas con las fotos, pero era preferible esto que esperar a mi suegra, enciendo la radio y pienso como siempre en Salvatore, ¿Ya me olvido?, me pregunto.

Rápidamente llego a la empresa de Priscila, ella es una diseñadora de joyas famosa, es un privilegio tener una amiga como ella.

- Señora Romano, bienvenida, la señora la espera- me saluda una recepcionista

- Gracias- respondo mientras está me lleva hacia el loft

- Gracias a los cielos llegaste- dice efusivamente Priscila mientras me abraza

Inmediatamente, su equipo me comienzan a organizar, el maquillaje, ropa y peinado, me sentía como una celebridad e instantáneamente íbamos a empezar con esto.

- Sus ojos hacen honor a esta nueva colección- dice el fotógrafo

- Ella es perfecta, ¿No lo crees?- dice Priscila

- Nena, necesito que te pongas cómoda, como si estuvieses leyendo un libro, pero estira el cuello disimuladamente- me aconseja el fotógrafo

- Cómo si estuvieses pintando amiga- grita Priscila emocionada

Me abrumaba está situación no tenía idea de que hacer, solo escuchaba las voces que hacían eco en mi cabeza.

- Sonríe genuinamente, cómo si vieras que el hombre de tu vida viene hacia ti- aconsejan

Y sí a mi mente se viene Salvatore, nuestro primer beso, nuestros encuentros sexuales, tan mágicos, me escapé por un momento de mi realidad.

- Es perfecto, hermosa- me grita Priscila

Después de un centenar de fotos, damos por terminado la sección, es Agotador, Priscila observa con atención

- Creo que como modelo te iría muy bien- me felicita

- ¿Qué cosas dices?- digo burlona

- Oye!, eres hermosa, solo pienso que estás desperdiciando otros talentos que tienes- me da un pequeño golpe en el hombro

- Priscila, creo que ya nos pusimos de acuerdo con las fotos para la colección, nuestro trabajo aquí termino- informa el fotógrafo

- Muchas gracias a todos- dice Priscila

Este chico se acerca a mí

- Tienes mucho talento, estoy seguro de que las agencias pelearán por ti, igual si algún día incursiona en este mundo, llámame- dice mientras me ofrece una tarjeta

Yo solo asiento y la recibo, no estoy interesada en este mundo, solo es un favor para Priscila y huir de la bruja de mi suegra.

Priscila me lleva a su oficina, aprovecho para cambiarme

- A tu cuenta consigné el pago por las fotos- me informa

- No era necesario, sabes que haría cualquier cosa por ti, además- hago una pausa

- ¿Qué pasa?- pregunta preocupada

- Era quedarme en casa a esperar a Ana o venir y echarte una mano con esto- suspiro resignada

- Oh!, ahora te entiendo, esa vieja mal nacida, pobre de ti amiga- me dice mientras aprieta mi mano

- Ya me imagino sus reproches por no quedar embarazada, lo mala esposa que soy o peor aún, ir a mi habitación de pintura y botar algunas cosas y limpiar otras y es frustrante porque Daniel se lo permite- lo digo con lágrimas en mis ojos

Priscila me abraza, mientras acaricia mi cabello

- Esa es tú casa, Daniel es tu esposo y lo de hijos, el problema puede ser de él, ¿Por qué tú?, además no es una obligación que debas darle hijos a ese capullo- me aconseja molesta Priscila

Era absurdo pensar que el problema de Daniel, cuando él siempre me lo repite a mi y me culpa, los exámenes apuntan a mi, no era una opción.

Priscila me mira a los ojos con compasión, pero su mirada se desvía a mi cuello, todavía quedaban algunas marcas, que no tapaba el maquillaje

- ¿Qué pasó aquí?- pregunta asombrada

Instintivamente me toco y doy la vuelta

- ¿NO ME DIGAS QUE EL TE MALTRATO?- grita furiosa Priscila

- Por favor Priscila, Cálmate, no es lo que piensas- trato de hacerla entrar en razón

- Lo hizo, ¿Verdad?- me pregunta seria

No puedo ocultar más mi tristeza, bajo mi cabeza al suelo, Priscila me agarra la mano y se sienta conmigo en el sofá, mientras por teléfono pide una aromática

- Le dije que nos divorciáramos- suelto por fin

Priscila se sorprende, sus ojos parecen querer salirse de órbita

- Sé molestó y te maltrato, eso es- afirma

- No sé si todavía lo amo, no sé si él me ame, no puedo darle lo que él quiere- lloro desconsolada

-Siempre puedes contar conmigo y voy a advertirte algo, el vuelve a golpearte o lo más mínimo, lo voy a denunciar- me advierte severa