Frontera Roja

Los abuelos temporales de Alma, la cuidan como si fuera oro en polvo, ellos saben que a su hija Klea solo le quedan días para resolver el problema de los niños huérfanos.

Si bien es cierto que Florence ya tiene familia temporal, ellos quieren ayudar a su hija con la carga, Kader está enfermo y ya es mucho peso sobre sus hombros, por lo tanto, piensan ayudar con Alma.

- Cariño, ¿porque no llamamos a Freddy para que adopte a Alma? Él está casado y tiene un hijo de dos años, igual que Kader. – se le ocurre al señor Vergara.

- Mientras haces dormir a la bebé, llamaré a nuestro hijo a ver si le da una mano a su hermana. – la señora Vergara busca su teléfono en su bolso.

- Pero sería bueno que le mandes una foto de la bebé.

- Estoy marcando el número de Freddy. - se pone el teléfono ceca del oído.

Solo por tratarse de mamá Freddy contesta la llamada.

- ¡Aló, mamá! ¿Pasó algo?

- Hola, bebé. Nada grave, pero si es una necesidad siempre y cuando está dentro de tus posibilidades.

- ¡Oh, mamá! Yo no soy bebé. Tengo veintinueve años. – no le gusta que su madre le diga bebé.

- Lo sé, pero tú siempre serás mi bebé. – mamá es muy cariñosa con él.

- Mamá al grano, estoy en horario de trabajo.

- Bien. Te explico. Tu hermana ha tenido días terribles, unos niños huérfanos se han quedado con ella, una ya tiene familia temporal, el niño de dos años enfermó y tenemos una bebé de pocos días, se llama Alma.

- ¿En qué diablos se ha metido Klea? Es ilegal, mamá. Klea lo sabe muy bien, si se enteran de que el niño está enfermo la pueden responsabilizar y hasta despedirla de su trabajo.

- El juez de los menores le ha dado la custodia por quince días, los días están pasando y nadie que se ofrezca a cuidar temporalmente de Alma.

- ¿Qué hará con el enfermero? Pasada la fecha, le quitarán el niño como si fuera un saco de papas. Será violento todo y sería un trauma para el niño.

- Ayuda a tu hermana con la adopción de Alma. – le suplica - Es tan linda niña, te pasaré la foto. – tiene la esperanza de poder convencer a su hijo para que adopte a la pequeña Alma.

- Mamá, debo hablar con mi esposa primero, no puedo decidir sin su consentimiento. – le aclara un detalle.

- Tu hermana la está muy mal por Kader, por lo menos, con una carga menos en que pensar podría dedicarle más tiempo para que el niño se cure, y pensar un poquito en ella. – le hace razonar.

- Klea está jugando con fuego, es un asunto delicado. – Freddy lo ve difícil ayudar a su hermana – lo hablaré con mi esposa y te daré una respuesta.

- No demores mucho, solo falta una semana.

- Mamá es poco tiempo. – Freddy se siente presionado.

- Ayuda a tu hermana, se siente mal por Kader y en la oficina que la llaman agente, pero más parece que la tratar de perro callejero.

- Mamá, veré que puedo hacer para ayudar a Klea. Pero no garantizo nada.

Freddy colgó el teléfono, pero la señora Vergara no se queda de brazos cruzados, a su nuera le manda fotos de la bebé con un comentario: “Esta bebé es la que estamos cuidando, se llama Alma ¿No es linda? Es huérfana de padre y madre, Klea es tutora temporal ¿No se te antoja adoptarla? Solo tiene nueve días, hoy tiene control, la asistente social vendrá con el pediatra.”

A los pocos minutos responde su nuera: ¡“Alma es una linda niña! Me dolió saber que es huérfana de padre y madre. Si mi cuñada necesita ayuda se la enviamos, hablaré con Freddy.  Saludos para ella y mi querido suegro.”

Klea fue directo al hospital, saliendo del trabajo llamó a su padre para que no la esperen, pero es puesta al día con las noticias, para ella sería una grandiosa noticia que su hermano le pueda adoptar a la pequeña Alma. De esta manera, solo le quedaría Kader, una única preocupación.

Al día siguiente, por la tarde, hubo una gran sorpresa, Freddy y su familia estaban en la oficina del juez de menores, sí, así es, frente al juez que dio la custodia a Klea para cuidar de los niños.

- ¿Eres el juez de menores aquí? – Freddy atacó de inmediato, y todo porque a su hermana la tratan de agente en vez de intendente.

- Buenas tardes, señores.

- Buenas nada. – lo fulmina con la mirada.

- Señor, disculpe, pero es la primera vez que lo veo, no recuerdo haberlo ofendido.

- No que va. – con sarcasmo – Pero a mi hermana melliza, sí.

- ¿Su melliza? ¿No la conozco? – está confundido, no entiende nada.

- ¿En serio? – se sorprendió él también – Míreme bien, soy el mellizo de la intendente Vergara.

- ¿Intendente? – le suena raro – Klea Vergara es agente.

- Escúcheme bien, ella intendente en Interpol. Vino de Madrid para facilitar y agilizar los registros con los migrantes y ustedes la tratan de agente. – le reveló la identidad de su melliza.

- Se lo juro que no lo sabía.

- ¿Y así le dio custodia a una “agente”? – le restriega en cara sus hechos.

- Ella fue insistente, pero eso le di quince días.

- Hágame los papeles de adopción de la pequeña Alma.

- Es todo un proceso y toma tiempo.

- Mi hermana vio nacer a Alma, mientras la madre biológica agonizaba y porque mi hermana ayudó a la pequeña a venir al mundo, usted me hará los papeles. – justifica su exigencia

- Hay un proceso, y usted debe sujetarse a la ley de adopción.

- Le dio quince días a mi hermana, solo queda una semana, y ahora me viene con la excusa que hay un proceso. También negó a una familia que estuvo dispuesta a ayudar a criar a Alma.

- Esa familia, no está reglamentada, no está casada. – se defiende y justifica para calmar a Freddy

- Estaban haciendo todo lo posible por ayudar, tenían un sueño, una ilusión, que ahora todo quedó reducido en nada. Ni siquiera como familia temporal como primera fase para la adopción. – Freddy tiene el mismo modo de pensar que su hermana.

- Yo hago cumplir la ley. – ataca cuidando la entonación para provocar más a Freddy.

- Y tanto cumple la ley que le dio custodia a una agente ¿A que estamos jugando? ¿Me toma por idiota?

- Señor Vergara, no diga eso. Klea fue muy insistente, me convenció.

- Klea tiene un pasado que la marcó, por eso se comporta así. Y yo como hermano mellizo y mayor estoy dando la cara por ella.

- Lo siento, pero la ley es la ley, ya no haré más favores.

- ¿De verdad es juez? – se burla con enojo - ¿Me puede decir en qué momento le pedí un favor? – eso lo enoja de verdad – yo le exigí que me haga los papeles de adopción de Alma y usted me vino con el proceso.

El juez se avergonzó de su actitud, se disculpa con Freddy, y le ofrece una alternativa conveniente.

- Lo que puedo hacer por usted es que, si usted es casado, le puedo facilitar el trámite de acogida temporal, y a dos días de terminar el plazo pueden solicitar la adopción de la menor. La asistente social, le puede facilitar un trámite para que pueda viajar con la menor. Así tendría el tiempo de tener la seguridad de adoptar una migrante a su familia.

-  Mi esposa y yo ya lo hemos decidido. – fue tajante.

- La alternativa que le doy es la más viable para acelerar un poco el proceso de adopción. Porque han habido casos que las parejas han esperado por años para poder cerrar el proceso de adopción.

- Hágame el papel. – le exige Freddy quitándole la mirada de encima, pero sin bajar el tono de voz. - Aquí están todos mis papeles. - Se los tira en frente.

- Ese es el trabajo de la asistente social, ella los debe entrevistar y según su perfil ella les dirá si califica ser familia de acogida.

- ¿Dónde debo ver a la tipa?

- Normalmente la cita es en casa de la agente Klea.

- ¿Cómo dijo? – quiere que el juez se retracte de lo dijo y corrija su error.

- La agente… - se dio cuenta del error – disculpe la intendente Vergara.

- Ahora sí quedó claro. Gracias.

Se fue sin mirar atrás, dejando colgada la mano del juez, Freddy no mostró educación con la persona que denigra a su hermana, recogió sus papeles y tiró la puerta al salir. En la planta baja, pidió por su hermana, nadie le daba razones, ni Alejandro, quien estaba revisando en el sistema el perfil de un sospechoso, pero cuando vociferó la pregunta de dónde estaba su hermana, de inmediato una agente le indicó el camino.