Mi Príncipe Vengativo

Unos días después, oficialmente el príncipe de las Arenas del norte, fue invitado al palacio, para reunirse con la princesa Bella.

-Saludos su alteza.

- Saludos príncipe Daniel. Pueden retirarse.

- Pero, princesa.

- Tranquilos no creo que el príncipe venga con la intención de dañar a la familia real.

Vitorio, casi se ahoga con su te, pero mantuvo la compostura. Cuando estuvieron solos, el ambiente se sintió más cómodo.

- Ahora si cuéntame, como va todo, te gustaron las cosas, te acercaste a la princesa del reino de las montañas, porque escuché que...

- No pude verla.

- bueno, mi hermana aun no se va del reino, podrías si quieres...

- Tu hermana esta con el idiota de Mondragón.

- Oh, es cierto. Bueno la princesa Olivia del reino de Hielo también es una opción, aunque te puede traicionar...

- Me casaré contigo.

- No gracias. No soy plato de segunda mesa.

- plato? De que hablas.

- Te propuse ser socios y no quisiste y ahora porque el resto de princesas no está disponible, piensas en mi. No príncipe. Sorry baby.

- sorry baby???

-  Una loba como yo no esta pa tipos como tu...

- ¿de que hablas?

- me acorde de una canción de mi época.

- Tú...

- ¡princesa! Su majestad el rey solicita su presencia y la del príncipe en su estudio.

(Susurrando) - maldición! Acompáñame pero no digas nada. Se como tratar a mi padre. Siempre quiere algo, es un avaro y todo es codicia.

Ambos príncipe fueron acompañados al estudio, donde se encontraba el rey y el duque Mondragón.

Bella se veía preocupada, pero el rostro de Vitorio era de... ¿alegría?

- Saludos su alteza.

- Hija supen que el príncipe te visitaba.

- Así es padre, estábamos discutiendo los detalles del impuesto, porque...

- Su alteza, si me permite, quiero decirle que no había conocido a alguien en todo el mundo como su hija, es inteligente, capaz y si tengo su permiso, me gustaría poder cortejarla, además claro, de ofrecerle el 20% de ganancias de la mina que tengo en este reino.

(Bella) - ¿Qué?

(Duque) - Su majestad, no puede permitir eso.

(Vitorio) - si me acepta, princesa puede ser dueña de todos mis bienes, de mi reino y de mi vida.

(Rey) - Bien, veo que a mi hija no le es indiferente, es primera vez que la vi sonreír en un baile y sonrojarse ahora al escuchar sus palabras, así que...

(Duque) - ¡Me opongo!

(Vitorio) - no sabia que en este reino la opinión de un duque valía más que la decisión de su rey. Además, de que supe de sus intenciones de casarse con la princesa Estela.

El duque saco su espada y la apunto al cuello del príncipe.

- Creo que no querrá una guerra con los reinos del continente.

(Rey) - Duque baja tu espada. Mi hija ya esta en edad de ser cortejada, por lo que apruebo su cercanía y dependiendo de eso, un próximo compromiso. Bien, ahora déjenme a solas con la princesa.

Todos salieron en silencio.

- Padre creo que hay que considerar mejor el ofrecimiento.

- Hija, es un 20% por el permiso a cortejarte, si accedo a un compromiso sería un valor mayor.

- entiendo, pero...

Bella no termino de hablar cuando se escucharon gritos afuera de la oficina del rey.

El duque daba golpes de puño al príncipe mientras este reía ladino.

(Rey) - ¡Duque! Suéltelo

(Estela) - Por favor, déjalo

Bella estaba asombrada, sabia que algo planeaba Vitorio porque con un solo movimiento, podría haber matado al duque.

(Bella) - ¿estás bien?

(Vitorio) - Gracias por preocuparse por mi princesa.

(Rey) - Guardia, cuéntame que pasó, ¿por qué se pelean en el palacio?

- su majestad, cuando el príncipe se despidió del duque, este se devolvió a golpearlo, no hubo otra cosa.

- Saquen al duque del palacio y que no vuelva a entrar sin invitación.

(Estela) - ¡no padre! El duque será mi esposo.

(Rey) - que no te das cuenta, como el duque mira a tu hermana, recién el príncipe de las Arenas del norte, me pide permiso para cortejarla y ahora Mondragón lo golpea. ¡Porque toda la inteligencia se la llevó un solo hijo!

(Vitorio) - Su alteza, puedo quedarme en el palacio, hasta mejorar. Además, me gustaría presentar cargos por la agresión del duque hacia mi reino.

(Rey) - Claro príncipe, le encargare a mi hija que se encargue.