Paraíso

Capítulo 7

⚠️En este capítulo, tiene contenido erótico, etc. No aptos para personas susceptibles a ellos. Si no crees adecuada la lectura estás en libertad de omitirla.⚠️

Amir una vez más esperaba a Lina afuera de la escuela, su abuelo no había regresado para hacer la propuesta. Pero le confirmo que esa misma tarde regresaba a Medina para ir con los Fayed a pedir la mano de su futura esposa. Nadia como siempre llegó puntual, al ver a Amir supuso que de nuevo quería hablar con Lina.

—Tranquila Nadia, hoy necesito un favor. Quiero llevar a mi futura esposa a la casa que compartiremos. Por favor guíala hasta allá, queda a unos metros de la mezquita.—

—Joven si los llegan a ver entrar a esa casa solos, o si me llegan a ver sin la señorita Lina. Va haber muchos problemas, no quiero ver a mi niña en plena plaza pública recibiendo los ochenta azotes. Por Allah.—

—Eso no pasará porque tú la estás acompañando.—

Nadia estaba muy nerviosa por lo solicitado por Amir, en eso salió Lina de la escuela. Ella ya sabía los planes que tenía Amir, así que se sujetó de Nadia y caminaron detrás de el dejando una distancia considerable para que nadie sospechara.

Minutos después llegaron hasta la que sería su casa, Amir entró primero. Observaron que no hubiera nadie para que ellas entraran.

—Aquí espérame Nadia, cualquier cosa me avisas.—la dejaron esperándolos en el recibidor de aquella enorme casa. Lina se quitó el burka dejando su cabello suelto y visible para que la observara Amir.

—Eres tan hermosa, nuestros hijos van a ser realmente bellos. ¿Te gusta?—

—Es perfecta, pero es enorme para los dos.—

—Eso es porque la vamos a llenar de nuestros hijos y nietos, nunca deje de pensar en ti mientras estuve lejos. Hacia mi vida pensando en ti, sabía que volvería a tu lado como lo prometí.—

—Todas mis oraciones eran siempre para ti, en la mañana despertaba con el llamado del muecín. Solo le pedía a Allah que te regresara a mi.—

—Te amo tanto mi bella Lina.—

Amir y Lina estaban en toda libertad de besarse, Amir le acariciaba el cabello, mientras la besaba apasionadamente. En el rose de sus labios se derrochaba esa pasión reprimida, ambos estaban sintiendo como sus cuerpos ardían de deseo. Amir no podía mantener sus manos tranquilas, habían mantenido su castidad intacta como lo dictaba la costumbre. Pero ambos estaban siendo consumidos por el amor.

—Amir detente.—le decía Lina mientras su respiración estaba muy agitada

—Lo siento no puedo contenerme, te amo tanto que solo quiero que seas mía. Se mía.—decía Amir mientras volvía aprisionarla entre sus brazos

Sobre la alfombra los dos se hincaron, para continuar besándose y acariciando cada parte de ellos sobre la tela. Poco a poco se despojaban de su ropa, Lina dejaba que Amir la besara y acariciara toda. Él recorría desde sus tobillos, hasta su cuello. Lina estaba nerviosa y asustada, pero también deseaba ser su mujer. Sin medir las consecuencias Lina cedió a entregarse a Amir.

—Eres tan hermosa, nunca voy a olvidar este momento.—

Deslizó una vez más su boca hasta llegar a su seno el cual lamió y disfrutó sin detenerse, ambos senos fueron acariciados. Lina no dejaba de gemir. Amir bajo su boca por el abdomen y el vientre de Lina, su respiración era muy agitada todo su cuerpo estaba estremecido por el placer de las caricias previas que le había hecho su amado Amir. Antes de continuar Amir la besaba tiernamente, le decía dulces palabras al oído. Besaba cada parte de ella, hasta llegar entre sus piernas. Se posó entre ellas, y mirándola fijamente se preparaba para unirse a su amada. Poco a poco, lentamente se introdujo dentro de ella. Ambos sentían esa conexión, Lina lloraba de felicidad mientras Amir la embestía. Estaba haciendo él amor con el hombre que ella amaba, era tierno, caballeroso no se arrepentía de nada, eran momentos únicos en su vida. La unión de sus cuerpos y sus almas, era algo excitante e inexplicable. La hacia su mujer entre palabras dulces y caricias bellas, ahora nada podría separarlos, así continuaron hasta que ambos llegaron al clímax de la pasión.

Nadia estaba esperando que salieran, por más que les hablaba no hacían caso. Ella estaba muerta de miedo, que le diría al señor Saalim. Pero tampoco quería interrumpirlos, no quería saber qué estaba pasando para no ser una testigo. Pero ya era tarde, y no habían llegado a comer. Era obvio que los papás de Lina se iban a preocupar.

Lina se vestía para volver a casa, pero Amir no podía dejarla ir. Estaba loco por ella, y más ahora que era su mujer.

—Debo irme mi vida, si no papá va a buscarme. Y si nos encuentra juntos olvídate de que deje que nos casemos, además sería una vergüenza para él.—

—Esto que pasó entre nosotros es amor, no debes sentirte culpable. Ahora menos que nunca, nadie nos podrá separar y si impiden que nos casemos, entonces huiremos. Por ti soy capaz de todo, no estoy dispuesto a perderte.—Lina le dio un último beso, colocó su burka y salió al recibidor. Nadia no dejaba de preocuparse, al verla respiró.

—Su padre no va a tener piedad de mí.—

—Tranquila ya veremos qué explicación le damos.—

Ambas caminaron deprisa hasta llegar a casa, afortunadamente no había nadie. Lina fue directo a tomar un baño, para purificarse. No podía dejar de pensar en Amir y en su maravilloso encuentro. Tuvo suerte de que sus padres no habían regresado toda la tarde, y que nadie se había dado cuenta de a qué hora llegó.

Al día siguiente por la tarde Amir y su abuelo se hicieron presentes en la casa de Saalim. Lina fue enviada a su habitación mientras los hombres hablaban en la sala.

—Muchacho me sorprende tu visita, mi esposa me había dicho que habías regresado. Mírate ya eres todo un hombre, para que soy bueno.—los tres tomaron asientonto

—Verás Saalim, mi nieto me pidió que viniera contigo a hablar sobre sus deseos de casarse con tu hija Lina. Así que vengo a negociar el dote para que des tu consentimiento.—Saalim no pensaba que se atrevería a hacer la propuesta, después de haber rechazado a su padre. Lo cual quería decir que Amir ignoraba los deseos de su padre, los cuales les traerían problemas en el futuro.

—Bilal sinceramente no me lo esperaba, pero dime algo. ¿Ibrahim está de acuerdo con el matrimonio de tu nieto?—

—Ibrahim no ha hablado mucho con mi nieto, sinceramente no sé la razón. Por eso me pidió a mí el favor, Amir es un buen hombre está trabajando conmigo, ya tiene su propia casa y permitirá que tu hija vaya a la universidad para prepararse.—

—Bilal hace unos días tu hijo Ibrahim, me hizo la misma propuesta de matrimonio pero para que él pudiera casarse con mi hija, obviamente la rechace, a pesar de que estoy en gratitud con el. Se los digo porque no daré mi consentimiento para que se casen, hasta que tú Amir hables con tu padre, sabes que si Ibrahim se entera habrá problemas. Les sugiero que lo solucionen y luego vuelvan, así con gusto volveré a escuchar su propuesta.—

Amir no podía creer lo que acababa de confesar el papá de su amada Lina, pero ahora ataba los cabos que estaban sueltos. Sin duda alguna pediría cuentas a su padre, Lina era suya y así tuviera que romper con su familia. No permitiría que él le tocara un solo cabello a su amada.