Y llegaste tú, y me sorprendió el poder que había en tu interior y llegaste tú...
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Capítulo 10
Esa noche ya en su espacio privado de la finca. Emmanuel se dio a la tarea de relajarse y dejar a sus amigos disfrutar de sus padres que estaban otra vez juntos, gracias al cielo.
Y pensando que la vida cada dia te da sorpresas increibles, en ese momento se sentia un hombre nuevo, con ganas de vivir, con ganas de dar todo por el todo por esa mujer que le teme al amor por miedo a ser rechazada por su color de piel.
Si ella supiera lo hermosa que es y que su color de piel no es ningún impedimento para ser feliz, que ese color es lo que mas le gusta de ella.
Mientras se cambiaba para ponerse algo comodo para dormir escucho su movil con una notificación de mensaje.
Sonrio al saber que podía ser ella quien le escribía.
Al verificar que no era ella, se desilusiono, era una mujer pero no Samantha y no conseguia como alejar a esa mujer sin lastimarla, sin herirla.
Decidio ignorar el mensaje y continuar con lo que estaba haciendo para luego bañarse y relajarse en su cama, viendo una película y pensando en ella.
Cuando ya estuvo listo, se preparo un bocadillo para comer algo antes de dormir y comenzó pasar los canales hasta conseguir una película buena que ver.
En ese momento volvio a sonar su celular y supo que era ella.
Samantha — Hola. Como estas. Solo dime si puedo escribirte , no quiero molestarte.
Emmanuel leyo el mensaje y solo penso «Si supieras que lo unico que quiero es tenerte aqui conmigo»
—Hola, no claro que no molestas, me gusta que me escribas, todos los dias rogaba a los cielos que lo hicieras y que esa mujer desconocida que me tenía loco, fueras tú.
Samantha en su departamento ya preparada para dormir escucho que su teléfono sonaba, lo tomo y al leer el texto que le llego, sonrio de pura felicidad. — Me hace muy feliz saber eso. Y ahora que sabes que soy yo, la chica que te escribe, que quieres hacer.
Emmanuel — En este momento lo unico que quiero es tenerte aqui, junto a mi, entre mis brazos.
Samantha muy triste solo escribio — Solo para eso es que sirvo, siempre me pasa lo mismo. Me fijo siempre en el hombre equivocado. 😢— Enviar.
— En su cama con los ojos tristes se dijo a si misma «Cuando aprendere que el amor no se hizo para mi, que ningún hombre se va a fijar en mi para tener una vida conmigo, para ser feliz. Nunca tendre lo que tienen mis padres»
Emmanuel al leer el mensaje se dijo a si mismo «Eres un imbécil, esa mujer solo quiere que le demuestres que lo que ella cree no es asi. Tienes que enamorarla a la antigua y demostrale que su historia puede ser diferente. Que pasara mucho tiempo antes de ponerle la palabra fin.
— Sami, no me malinterprestes, yo no te quiero para una noche nada mas, yo solo quiero conocerte más y que me des la oportunidad de que esta vez puede ser diferente si me dejas acercarme.
— No me alejes, dejame demostrarte que yo estoy hecho para ti, y que tu estas hecha para mi. No me aparte de ti sin conocerme.
Samantha leyo los mensajes que le envio Emmanuel y sonrio «Sera que si, que esta vez sera diferente» No pierdo nada con intentarlo. Verdad. — ¿De verdad quieres intentarlo? No quiero otra decepción 😔 — Enviar.
Emmanuel estaba revisando su agenda para el dia siguiente mientras escuchaba la película que estaban pasando, cuando escucho de nuevo su teléfono.
Un mensaje de Samantha, lo leyo y le volvió el alma al cuerpo, suspirando con una sonrisa le respondió — Si quiero. Si me das la oportunidad, quiero.
Samantha ya lista para dormir escucho su teléfono que lo tenia a un lado de la cama y lo agarro para leer el mensaje. Decidiendo darse una oportunidad ella misma y a él, escribio. — Si, claro que si.
Emmanuel — Gracias, te prometo que no te vas a arrepentir.
Samantha — Lo se. Me encantaría seguir escribiendote, pero me estoy quedando dormida y no quiero que pienses que te deje texteando sólo, sino te respondo. ¿Hablamos mañana?
Emmanuel al leer el mensaje de Samantha, sonrio relajado y le escribio. — Tranquila descansa, que tengas dulces sueños. Y si. Hablamos mañana.
Al dia siguiente, cuando ya estaba saliendo de su casa hacia la mansión. Vio a Carla subiendose a su auto para ir al instituto y a su amigo Marcos viendo como se alejaba su amada para ir a trabajar.
Se acerco a él y lo saludo. — Ey como estas. ¿Ya la extrañas?
Marcos miro a su amigo y sonrió — Siempre la extraño, cuando no la tengo cerca, siempre. Pero bueno hay activarse y comenzar el día. ¿Vas para la mansión?
Emmanuel — Si.
Marcos — Vamos entonces.
Llegaron a la mansión y ya estaban todos en la cocina. La Sra. Greg y mamá Mariana estaban haciendo el desayuno y Luis y Patricio estaban en la mesa contandole a Papá Alexander como habíamos creado la empresa y lo que hemos logrado con ella.
Papá Alexander estaba sorprendido de todo lo que habíamos hecho en su ausencia.
Lo que mas sorprendió a Emmanuel era que papá Alexander no le quitaba la mirada a mamá Mariana ni un segundo, y estaba seguro que sus amigos se habían dado cuenta de eso.
El amor cuando se vive con la persona correcta es real y alli estaba la prueba.
Mamá Mariana — Chicos sus amigos han llegado.
Emmanuel — Buenos días a las mujeres mas hermosas del mundo. — Las abrazo y les dio un beso fraternal a las dos.
Marcos hizo lo mismo y se acercaron a la mesa a saludar al resto.
Emmanuel — Hola chicos — Luego abrazo a papá Alexander y lo saludo — Como estas papá Alexander.
Papá Alexander — Excelente. Ahora que estoy con ustedes, con mi familia, me siento mucho mejor.
— Se han convertido en buenos hombres — Viendo a Marcos — Y ya me entere hijo que hay una mujer en tu vida y que te hace feliz.
Marcos — Asi es papa Alexander, asi es.
Papá Alexander — Te aconsejo, que no la hagas llorar, y si lo haces que sea de felicidad.
Marcos — Si papá. Asi lo hare.
Mamá Mariana — Bueno mis amores, a desayunar. El menú de hoy, el plato favorito de mi Alex.
Papá Alexander sonrío de alegría y felicidad al escuchar a su amada esposa.
Los chicos contestaron al unisono — ¡Siiii!
Emmanuel — Y Patricia no va a venir a desayunar.
Mamá Mariana — Salio muy temprano, porque tenía un desayuno en la clinica con el personal y no quería llegar tarde. Siendo la gfa.
Todos rieron.
Emmanuel — La puntualidad ante todo. Esa es mi chica.