¿Cómo te sentirías si amaras a tu propio primo? La respuesta es ¿por qué no? Si tu primo es un hombre muy guapo y amable, aunque su carácter y actitud sean tan fríos como el Polo Norte.
Eso es lo que le pasó a Bayron Arbeto, un precioso omega de dieciocho años que quería mucho a Agam Mateo, su primo mayor.
Un alfa conocido por ser muy frío, rígido y nunca visto cerca de ningún omega. Pero lamentablemente Agam Mateo no siente lo mismo, el alfa siempre ha considerado a Bayron como su propio hermano pequeño. ¿Y cómo podría un hermano amar a su hermano?
-Amarte es un regalo para mí- Bayron Arbeto
-Ser amado por ti es un desastre para mí- Agam Mateo.
¿Cómo va la historia de amor de ambos? ¿Se producirá el matrimonio entre primos? Ven a seguir su linda y adorable historia de amor.
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Part. 15
Mientras tanto, Bayron, que salió de la joyería sintiéndose molesto, caminó con tanta prisa que no se dio cuenta de que había alguien frente a él.
Brak.
Bayron cayó cuando su cuerpo golpeó la espalda de alguien.
-Joven, ¿se encuentra bien?- el hombre extendió la mano.
-¿Está bien? ¡Duele, sabes!- espetó Bayron mientras levantaba la cara.
-Tú...- dijeron Bayron y el hombre al mismo tiempo.
-¿Leo?- El hombre se alegró al saber que quien le golpeó la espalda era el mismo omega que lo conoció el otro día en el hotel.
-Um- Bayron asintió con la cabeza y luego aceptó la mano extendida del hombre.
-¡Señor, la próxima vez que se pare, no se pare en medio del camino!- Bayron protestó.
-¿Qué?- El hombre frunció el ceño, claramente era el chico el que tenía la culpa de chocar con él, pero él era el culpable.
-Está bien, lamento estar parado en medio del camino- Dijo el hombre conteniendo las ganas de reír.
-Te perdono- Bayron también dio un paso para salir de ese lugar.
-¡Espera!
-¿Qué pasa?
-Como disculpa, te invitaré a comer.
-Gracias, pero no tengo hambre- respondió Bayron secamente.
-¿Qué pasa con tomar algo?- ofreció el hombre.
-Yo tampoco tengo sed, eso es todo- Bayron empezó a caminar de nuevo, pero el extraño hombre lo detuvo.
-Oh, vamos, mi intención era invitarte a comer o beber como disculpa por hacerte caer- Bayron respiró hondo y aceptó la petición del alfa, después de todo no había nada de malo en aceptar la invitación del hombre.
-¿Qué le gustaría beber?- preguntó el alfa después de que llegaron a uno de los lugares para comer en el centro comercial.
-Es importante que cualquier bebida esté fría, porque mi corazón está herido- Responde Bayron.
Haciendo reír al alfa ante la respuesta del omega que estaba sentado frente a él.
-Oh, sí, ¿cómo te llamas? No se siente bien llamarte señor- Bayron examinó al hombre que tenía delante, un hombre apuesto con el estilo típico de un joven Ceo.
-Mi nombre esta en la ventana del restaurante- Bayron también miró en la dirección que señalaba el hombre.
-¿Te llamas vidrio?- bromeó Bayron mientras se reía.
El hombre también se rió y luego volvió a señalar la ventana.
-Ves fuera de la ventana que es azul- Bayron miró por la ventana, casualmente el piso donde estaban comiendo estaba en el cuarto piso por lo que podían ver la vista a su alrededor.
-¿Sky?
-Si, Sky Dwight- Extendió la mano para repetir la presentación.
-Vaya, qué bonito nombre- Bayron aceptó la mano extendida del hombre.
-Gracias, Leo...- Sky está esperando la respuesta del omega, porque quiere saber el apellido de Leo.
-Leo...
Drt... drt...
Bayron no continuó con sus palabras porque sonó su celular, inmediatamente lo levantó al saber quién lo llamaba.
-¡Esperaré en el tercer piso ahora!- Dijo Agam con ojos penetrantes, mirando la imagen frente a él.
-Uh, sólo quería beber algo
-¡Ahora ven! O te despediré- Agam inmediatamente cerró su teléfono celular y luego caminó inmediatamente hacia el tercer piso.
-¡Espera!- Cindy, que caminaba detrás de Agam, corrió para alcanzar al hombre.
-¿No vamos a comer?- Preguntó Cindy mientras entraban al ascensor.
-No- respondió Agam breve y claramente. Cindy sólo pudo entregarse a seguir a su futuro marido sin decir mucho.
Mientras tanto, Bayron inmediatamente tomó su bolso y se despidió de Sky para irse a casa primero.
-¿Pero la bebida Leo?- Sky detuvo los pasos del omega.
-¡Espera! ¿Puedes darme tu número de teléfono celular?- Preguntó Sky.
Bayron, que tenía prisa sin pensar, le dio su número de celular a Sky, luego salió del lugar después de disculparse primero con el hombre.
-Leo...- Sky miró la espalda del hermoso chico con una sonrisa significativa.
-Como prometí en ese momento, no te dejaré ir.