Soy Azahara y os voy a contar mi historia, aunque no lo creáis, todo lo que os voy a decir es real.
Nunca imaginé que dejaría mi casa, mi ciudad, mi familia y amigos, en fin en dejar mi vida para empezar otra en un lugar diferente donde solo conozco a un par de amigas y lo que menos esperaba era todo lo que me deparaba el futuro con seres increíbles pero reales.
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Capítulo 10. Soy el Alfa de la manada.
Unai.
Siendo sincero esperaba encontrarla, pero no vestida con solo un camisón, si su aroma me volvía loco al verla así y sin poder tocarla me volvía más aún, quería reclamarla en ese momento, era mía y no iba a permitir que ningún hombre excepto yo le pusiera una mano encima, besara esos labios carnosos o cualquier parte de su lindo cuerpo y mucho menos que entrara en ella, sus gemidos eran solo míos.
Al escucharme ni siquiera se dio la vuelta, solo se quedó quieta.
- Cuando se despertaron fueron a tu habitación, aún estabas dormida, Helen las invitó a ir de compras. - me acerqué a ella y me puse delante. - no quisieron despertarte, ya que el día anterior tuviste un viaje largo, así que decidieron dejarte descansar, también dijeron algo de preparar una fiesta de bienvenida.
Me miraba sin entender nada, se le veía enfadada, pero no sabía si era porque la dejaron sola o porque estaba yo.
- ¿Y tú qué haces aquí?. - aparte de en su mirada, en su voz se reflejaba su enojo.
- Está es mi casa, ¿dónde quieres que esté sino?. - se me escapó una risa.
- Pensé que era la casa de Helen. -
- Pues siento decirte que pensante mal, Helen es mi hermana, ella no vive aquí, pero si hace todas sus fiestas. -
Respira hondo y va a la cocina, empieza a buscar por todos lados, me imagino que lo que busca es la cafetera.
- En el mueble que hay al lado del frigorífico está la cafetera, encima del fregadero, las tazas y al lado el azúcar y el café. -
- Gracias. - dice sin más.
Me siento en el taburete que hay en la isla de la cocina, la miro como se mueve de un lado a otro, me la imagino viviendo aquí, despertando a su lado y viendo cada mañana preparar el desayuno.
- ¿Cómo te llamas?. - me pregunta mientras espera que se haga el café.
- Unai Lester. - salgo de mi mundo al oírla hablar.
- Yo me llamo ... -
- Azahara Méndez, vives con tus padres y con tu hermano, has viajado hasta aquí por pasar tiempo con tus amigas, estudiaste márquetin en la universidad, pero no lo ejerces, tienes 23 años. -
El día que la vi por primera vez, mandé que investigarán todo de ella, esa mañana recibí un correo con todos los datos, podía decirle más, pero no quería asustarla.
- Veo que Helen te ha dado un informe sobre mí. - pone una taza de café delante de mí, y coge otra para ella.
- No fue Helen precisamente, pero si bastante de ti. -
*Unai, la estás asustando, será mejor que no digas nada más o se irá.
*Tengo que saber más de ella, hay cosas que no entiendo.
Se queda con la taza a medio camino de sus labios y me mira con los ojos muy abiertos, por un momento me arrepiento de haber dicho eso, pero en el informe pone datos que debo saber y estando solos puedo hablar tranquilamente con ella sin que nadie nos interrumpa.
- No pongas esa cara, no te investigue, solo quería saber de ti, ya que eres nueva aquí. tomo un poco de café. - mi deber es saberlo ya que soy el alfa de la manada. -en parte era verdad lo que decía.
Por fin se lleva la taza a sus labios y bebe un poco, como me gustaría ser esa taza ahora mismo.
- Azahara. - mi voz sonaba seria. - hay algo que no puedo llegar a comprender de tu familia, y eso me inquieta un poco, espero poder hablar contigo sobre eso, ya que estamos solos, no voy a juzgar ni a echarte de aquí, solo quiero saber el por qué. -
- ¿Qué deseas saber Alfa?. - nunca había hablado con ninguno, pero sabía que tenías que tenerle respeto, no es un lobo normal como yo, es mucho más.
- Llámame Unai, ¿por qué no sois miembros de una manada?. - pregunté directamente.
No sabía el tiempo que tenía, Helen me dijo que intentaría entretener a las chicas todo lo que pudiera, pero no podía correr el riesgo de que regresarán y no poder averiguar nada.
*Tú lo de ir despacio no sabes lo que es verdad Unai.
*No tengo tiempo de andar con rodeos Jon.