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Post Mortem

Post Mortem

Status: En proceso
Genre:Completas / ABO / Maltrato Emocional / Traiciones y engaños
Popularitas:17.2k
Nilai: 5
nombre de autor: @AuraScript

"Y si alguna vez te lastimé, sabes que también me lastimé a mí mismo. No estoy tratando de ser cualquier tipo de hombre, solo intento ser alguien a quien puedas amar, confiar y comprender."

©AuraScript

NovelToon tiene autorización de @AuraScript para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

¿Cuánto tiempo?

Cuando llegué a casa, me sentía agotado. No solo físicamente, sino también emocionalmente. Al abrir la puerta, me di cuenta de inmediato de que algo había cambiado. El silencio en el apartamento era palpable, como si el lugar mismo supiera que alguien se había ido.

Entré y vi la nota en la mesa. Un simple —Gracias.— No había más. Ninguna explicación, ninguna despedida. Solo esa única palabra y un punto al final, como si fuera una declaración definitiva. Me quedé mirándola por un momento, tratando de entender qué había pasado por la mente de Terry.

Alcé la mirada y me di cuenta de que el apartamento estaba impecable. Todo en su lugar, limpio y ordenado. Parecía que Terry había dedicado tiempo a arreglar todo antes de irse. Me quedé pensando en él, en sus ojos oscuros y vacíos, en sus movimientos que siempre me habían parecido extrañamente mecánicos, como si estuviera imitando ser un humano. Era escalofriante pensar en ello.

Me pregunté qué tipo de vida llevaba, qué lo había llevado a mi puerta aquella noche. Pero estaba casi seguro de que no volvería a verlo. Su desaparición era tan misteriosa como su llegada. Decidí no darle más vueltas al asunto y guardé la nota en uno de los cajones de la mesa de noche.

Me dejé caer en la cama, sintiendo el peso del día aplastándome. Cerré los ojos y traté de calmar mi mente. Pensé en Eleanor, en Summer, en todo lo que había pasado. La vida seguía siendo un caos, pero al menos tenía un lugar donde descansar. Aunque la casa estaba vacía, al menos era mi refugio, un lugar donde podía intentar recomponer las piezas rotas de mi vida.

El cansancio finalmente me venció y me sumergí en un sueño inquieto, lleno de sombras y ecos del pasado. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero también sabía que no tenía otra opción más que seguir adelante. Porque, a pesar de todo, la vida seguía su curso, y yo debía encontrar la manera de navegarla.

Me desperté al día siguiente antes de que el sol asomara por el horizonte. La habitación estaba oscura y fría, pero eso no me detuvo. Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina, encendiendo la cafetera con movimientos automáticos. Mientras el café se preparaba, preparé un desayuno simple: un par de tostadas y un huevo frito. No tenía tiempo ni energía para algo más elaborado.

Me senté a la mesa, tomando sorbos lentos de café, dejando que la cafeína comenzara a despejar mi mente. Mis pensamientos vagaban de un lado a otro, pero finalmente me enfoqué en el día que tenía por delante. Sabía que sería un día largo y agotador, como todos los demás.

Después de desayunar y vestirme, salí de casa y me dirigí a mi primer trabajo. Trabajaba en un almacén, moviendo cajas y organizando inventario. El trabajo era físico y duro, pero me mantenía ocupado, y eso era lo que necesitaba. Perdía la noción del tiempo mientras cargaba y descargaba mercancías, mi cuerpo operando en piloto automático.

A media mañana, tomé un breve descanso para comer un bocadillo y beber un poco de agua. Mis compañeros de trabajo eran amables, pero no tenía tiempo ni energía para socializar demasiado. Me concentré en mi tarea, asegurándome de hacer el trabajo lo mejor posible.

Terminando mi turno en el almacén, me dirigí al siguiente trabajo. Por las tardes, trabajaba en un taller de automóviles, ayudando con reparaciones y mantenimiento. El olor a aceite y gasolina era reconfortante de alguna manera, una constante en un mundo lleno de cambios.

Mientras trabajaba en un motor, mi mente volvía una y otra vez a Summer. Me preguntaba cómo estaría, qué estaba haciendo en ese momento. Pero sacudí esos pensamientos de mi cabeza, enfocándome en el trabajo frente a mí.

El día finalmente llegó a su fin, y recibí mi paga. Conté el dinero, satisfecho con la cantidad. Cada centavo era crucial para mantenerme a flote, para reconstruir mi vida desde cero. Sabía que el camino sería largo y difícil, pero no había otra opción.

Caminaba de regreso a casa, el peso del día largo y agotador aflojando lentamente en mis hombros. La brisa nocturna era fresca, un respiro bienvenido después del calor del taller. Mis pensamientos divagaban.

Al doblar una esquina, noté una figura tambaleante bajo una farola parpadeante. Era Terry. El mismo chico que había aparecido en mi apartamento aquella noche, y que había desaparecido tan silenciosamente como había llegado. Pero esta vez, su apariencia era aún más perturbadora. Sus ropas estaban manchadas de sangre, sus manos rojas hasta los codos. Su expresión, como siempre, era vacía, carente de cualquier señal de dolor o remordimiento.

Me acerqué a él sin dudar. —Terry,— dije con voz firme, —¿qué demonios te pasó esta vez?—

Terry me miró, su mirada perdida y desconectada. —No llames a la policía,— murmuró con su voz monótona, casi como si estuviera repitiendo una frase aprendida de memoria. —No hay nada que puedan hacer.—

Suspiré, dándome cuenta de que no tenía sentido hacer preguntas en este momento. Tomé a Terry por el brazo, sintiendo la rigidez de sus músculos bajo mi agarre. —Vamos, vamos a mi apartamento. Te limpiaré.—

El camino de regreso fue corto pero lleno de una tensión casi palpable. Terry caminaba a mi lado, casi como un autómata, sin decir una palabra. Su paso era firme, sin mostrar signos de debilidad, como si el dolor y la fatiga fueran conceptos ajenos a él.

Cuando llegamos a mi apartamento, lo guié adentro y lo senté en una silla. Fui al baño y regresé con un botiquín de primeros auxilios y una toalla húmeda. Empecé a limpiar las heridas y la sangre con movimientos rápidos y eficientes. —Esto va a doler,— le advertí.

Terry ni siquiera parpadeó.

—Deberías ir al hospital,— sugerí, aunque sabía que la respuesta sería negativa.

—No,— respondió Terry con su tono apagado. —No quiero preguntas.—

Mientras trabajaba en sus heridas, noté la profundidad de los cortes y los moretones. Parecía como si hubiera estado en una pelea brutal, pero su expresión seguía siendo la misma, vacía, sin emociones. —¿Qué carajo hiciste, Terry?— quise preguntar, pero me contuve. No tenía sentido forzar respuestas de alguien que parecía tan desconectado de la realidad.

Finalmente, terminé de limpiar y vendarar sus heridas. —Vas a tener que quedarte aquí esta noche,— dije. —No estás en condiciones de ir a ningún lado.—

Terry asintió, como si mi sugerencia fuera un simple hecho más de la vida, sin mayor importancia. —Gracias,— dijo, pero su tono no reflejaba gratitud real, solo un reconocimiento mecánico de mis palabras.

Lo dejé en mi cama y me dirigí a una de las sillas en la habitación y me dejé caer en ella, agotado tanto física como emocionalmente. ¿Qué estaba haciendo ayudando a este chico? Había algo en él, algo que no cuadraba, algo que me decía que estaba jugando con fuego. Pero una parte de mí no podía simplemente darle la espalda.

Mis pensamientos giraban en torno a Terry. ¿En qué estaba metido este chico? ¿Y por qué parecía tan indiferente a todo? Las preguntas rondaban en mi mente, pero no había respuestas fáciles. Sabía que el camino por delante sería complicado y peligroso, pero también sabía que no podía abandonarlo ahora. De alguna manera, estaba atrapado en esta extraña danza con Terry, y tendría que ver hasta dónde me llevaba.

Puse mi vista fija en Terry. Estaba tranquilo ahora, respirando de manera agitada pero controlada.

Me levanté, caminé hacia el armario junto a mi cama y saqué una camisa y unos pantalones viejos. Volví a la sala y le entregué la ropa a Terry.

—Toma, cámbiate. La ducha está ahí al fondo.—

Terry tomó la ropa sin decir una palabra, sus ojos negros vacíos no mostraban emoción alguna. Se levantó y se dirigió al baño, sus pasos eran tan mecánicos como siempre. Me senté nuevamente, mi mente una mezcla de cansancio y confusión. Este chico era un enigma que no sabía cómo resolver.

El sonido del agua corriendo me indicó que Terry se estaba duchando. Cerré los ojos por un momento, tratando de ordenar mis pensamientos. ¿Por qué estaba ayudando a este extraño? Había algo en su vulnerabilidad aparente que me hacía querer protegerlo, aunque todo en él gritaba peligro.

Unos minutos después, Terry salió del baño. La ropa limpia colgaba de su cuerpo delgado, y su cabello mojado caía desordenado sobre su frente. Aunque estaba limpio, su expresión seguía siendo la misma: vacía, inexpresiva, como si todo lo que había pasado no tuviera ningún impacto en él.

—Siéntate,— le dije, señalando el sofá junto a la cama. Se sentó sin decir nada, sus ojos negros clavados en mí, como si estuviera esperando alguna instrucción.

Suspiré y me acerqué a él, sentándome en una silla frente al sofá. —Necesito saber qué está pasando contigo. ¿Por qué estás así? ¿Qué te pasó?—

Terry me miró, pero no hubo ningún cambio en su expresión. —No importa,— dijo simplemente. —No tienes por qué preocuparte.—

—Sí me importa,— respondí, mi tono más firme. —Estás aquí, en mi casa. Te ayudé porque parecía que lo necesitabas, pero no puedo seguir así sin saber qué demonios está pasando.—

Terry desvió la mirada, su cuerpo se tensó ligeramente. —Solo necesitaba un lugar para descansar. No quiero causar problemas.—

—Demasiado tarde para eso,— dije, con un leve sarcasmo. —Ya estás aquí, y eso ya es un problema. Así que dime, ¿de quién es la sangre en tus manos?—

—De alguien que no volverá a molestarme,— respondió, su tono frío y desapegado.

Lo miré fijamente, tratando de encontrar alguna fisura en su máscara impenetrable. —¿Tienes a dónde ir después de esto?—

Terry negó con la cabeza, pero no añadió nada más.

—Bien,— dije, levantándome de la silla. —Te puedes quedar aquí esta noche. Mañana veremos qué hacer contigo. Pero Terry, si traes más problemas a mi puerta, te aseguro que no seré tan hospitalario.—

Terry asintió, pero su expresión no cambió. —Gracias,— dijo, aunque la palabra sonaba vacía, carente de cualquier emoción genuina.

Lo dejé en el sofá y me dirigí a mi cama, la tensión y el agotamiento finalmente cayendo sobre mí.

Me desperté temprano al día siguiente, con la primera luz del amanecer filtrándose por las ventanas sin persianas. Me levanté y me dirigí a la cocina, preparando un café fuerte. Me senté en la mesa del comedor, mirando hacia el sofá donde Terry seguía durmiendo. Me decía a mí mismo que estaba mal confiar en alguien de esa manera, pero algo en su presencia me hacía querer ayudarlo, aunque todo en él gritaba peligro.

Con el café en una mano, me acerqué al sofá y me quedé mirándolo. Sus ojos seguían cerrados, su respiración regular.

Cuando finalmente abrió los ojos, no dije nada. Me limité a observar cómo despertaba, cómo sus ojos negros se enfocaban lentamente en mí. No le ofrecí nada, no dije nada.

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Aurora Romero
Muy bueno!!!
ILiss
Pobre Val 😭, realmente detesto a Terry.
Aurora Romero
Y el final?
@AuraScript: En desarrollo, muchas gracias por su paciencia y lectura, muy pronto sacaré nuevos capitulos. ☺️
total 1 replies
Aurora Romero
Que pasó? y el capítulo final?
Aurora Romero
Está parece una novela escrita por Alan Poe, interesante, pero, oscura, desagradable e inquietante.
@AuraScript: Que cumplido, me sonrojo /Awkward/
total 1 replies
Jesica Rodriguez
que nervios estoy ansiosa gracias autora@
Jesica Rodriguez
uy que emocion me encanta
Jesica Rodriguez
excelente autora😍
Jesica Rodriguez
me encanta muy buena historiame encanta terry
Jesica Rodriguez
muchas gracias autora me encanta la historia pero habla mas de terry es mi personaje favorito/Smile/
sandia🍉
OMG osea que no nacio siendo Omega
w⁠(⁠°⁠o⁠°⁠)⁠w impactada, vida difícil la de Terry :(
@AuraScript: y aún así se siente indiferente ante ello •́⁠ ⁠ ⁠‿⁠ ⁠,⁠•̀
total 1 replies
sandia🍉
Porfin pude encontrar la novela otra vez 😞 había perdido mi cuenta y no recordaba el nombreee tenaz
pero al final si la encontré, los milagros existen 🙏🏾😭
Aurora Romero: Que pasó con el final de Post mortem
@AuraScript: Me alegra mucho que preguntes, escribe en privado e incluso puedo ayudarte con tu novela con mucho gusto, nos estaremos hablando, te sigo. 🫶🏻💗
total 5 replies
Jesica Rodriguez
muchas gracias autora me encanta 🙂su historia
@AuraScript: No, muchas gracias a ti por leer. ☺️
total 1 replies
Jesica Rodriguez
me encanta ojala y empieces a escribir mad acerca de terry estoy ansiosa de ver que pasa 🫠(^o^)gracias x el capitulo autora@
tiburuncin
Demian si que eres débil
te trataba como una cucaracha con kk y tú todavía eres dependiente a el
patético
@AuraScript: No es dependiente, es más bien como un Estocolmo con secuelas, pero jamás seria capaz de traicionar a Val.
total 1 replies
Jesica Rodriguez
me encanta que bueno que regreso terry mi favorito🥰
Jesica Rodriguez: lo es gracias autora/Smile/
@AuraScript: Eres la primera que dice que Terry es su personaje favorito JAJAJAJA ✨✨
total 2 replies
Jesica Rodriguez
me 3ncanta autora 😍 amo esta historia felicidades
@AuraScript: Muchas gracias por tu apoyo, leerte me inspira a seguir escribiendo. 🫶🏻
total 1 replies
nanay
yo solo se que voy a sufrir mucho 😞
nanay
me tomó super desprevenida esa confesión
nanay
lamento decepcionarte, pero ese hombre ya tiene dueño
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