Un acuerdo nada convencional. Bryan Roignz, un famoso empresario y abogado, es un hombre apuesto y deseado por muchas, por su dinero, belleza, fama y poder. Sin mencionar que su apellido ya tiene su propia fama. Él ve una gran oportunidad, pero necesita ayuda. Samantha, una mujer fuerte, decidida y con habilidades únicas, se encuentra sin nada. De un día para otro, su vida da un giro total. Él necesita un acuerdo y ella dinero. El destino decide ponerlos cara a cara. Ven conmigo, viajemos juntos en esta historia de amor, comedia, superación y fe...
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Capítulo 10
Samantha
Cojo la tarjeta que me dio y necesito comprar ropa, zapatos, ¡maquillaje! Pero no soy buena en eso, necesito ayuda y ¡solo tengo una persona en quien puedo confiar, Luna!
Aunque es más joven, es de confianza, sabe guardar secretos ¡y es genial con la moda!
Lo pienso un poco más y no hay manera, voy a tener que pedirle ayuda.
No me gusta molestar a nadie con mis problemas, pero esta vez no tengo opción, necesito ayuda.
Mejor la llamo enseguida y veo si está en casa y puede venir conmigo.
Llamando......
Luna – Hola Sam
Samantha – Hola Lu, mi amor, disculpa que te moleste
Luna – No molestas, acabo de despertar
Samantha – Luna ¿tienes algún compromiso para el almuerzo y la tarde?
Luna – No, iba a llamar a las chicas, pero no tengo nada planeado.
Samantha – ¿Quieres almorzar conmigo? Y de hecho Luna, ¡necesito tu ayuda!
Luna – ¿¿¿Mi ayuda???
Samantha – Sí
Luna – Si puedo ayudarte, ¡me encantará! ¡Siempre me has ayudado mucho!
Samantha – Sí que puedes, pero prefiero hablarlo en persona
Luna – Ok, ven aquí, salimos a almorzar y luego hablamos
Samantha – Combinado
Bryan
Salgo de casa de Sam, ¿qué mi*rda he hecho? Bueno, ¡ya está hecho!
¡A pesar de que ha roto casi todas mis reglas y yo nunca las rompo!
Espero que estos meses pasen volando y necesitamos convencer a mucha gente, en especial a mis padres.
Me llaman mis amigos y quedamos para ir a almorzar.
Sé que se van a enterar, voy a tener que contárselo, pero a mi manera
Samantha
Me arreglo y mejor me voy ya, antes de que se eche atrás y necesito pensar cómo le voy a decir a Luna, toda precaución es poca.
Bryan
Me encuentro con mis amigos en un restaurante al que solemos ir a almorzar, Leo no estaba, debe de estar con su novia.
Heitor y Pablo – Buenos días hermano
Bryan – Buenos días
Heitor – Pasamos por tu casa, pero no estabas
Pablo – Apuesto a que te fuiste a la oficina
Bryan pensando que mejor hablar ya
Bryan – No, estaba con mi futura esposa
Los dos riendo – ¿Quién es la pobrecita que ha aceptado todas tus reglas y normas?
Bryan pensando peor que no ha aceptado casi ninguna de ellas.....
Bryan – No es ninguna pobrecita, además estamos enamorados
Pablo riendo – No te pases Bryan, hasta anoche estabas desesperado buscando esposa
Heitor – La verdad es que sí, debe haber hecho un trato increíble
¿quién es? ¿la conocemos?
Bryan – Sí, la conocéis
Pablo – Dímelo ya, tengo curiosidad, quieres matarme de un susto
Acaban riendo
Bryan riendo – ¡Sam!
Ellos – ¿¿¿Sam??? ¿¿La tía atractiva de Luna??
Bryan – Mirad cómo habláis de ella, va a ser mi esposa
Heitor – ¿Cómo? ¿Fuiste a por ella?
Pablo – ¿Cómo la convenciste?
Bryan sonriendo– Estamos enamorados y punto.
Ellos – Somos tus amigos y sabemos que podemos confiar en ti, sabemos que has llegado a un acuerdo, cuéntanos
Bryan – Si lo sabéis y sois mis amigos, me conocéis, no necesito decir nada más.
Ellos – Venga hermano, los detalles, debe ser muy interesante
Bryan – Necesito que seáis mis testigos de boda
Ellos riendo – Nos estás ignorando, vale
Enseguida llegan unas amigas y dejan de hablar del tema
Bryan
Mis amigos me conocen y saben que tenemos un acuerdo, solo que también saben que no voy a admitirlo. Porque cuando beben pueden acabar hablando y que alguien les escuche, ¡lo que no debe ser y no puede ser!
Samantha
Al llegar a casa de mi sobrina, ¡ella ya está lista y esperándome! Vamos a almorzar a un centro comercial que está cerca de su casa.
Luna – Sam, me muero de curiosidad, ¿en qué puedo ayudarte? Es que ya me has ayudado tanto tía, que me encantaría poder ayudarte
Samantha sonriendo – Es que necesito comprar ropa, zapatos, accesorios.....esas cosas, pero tiene que ser cosas finas, elegantes, como dicen de la alta sociedad
Luna sonriendo – ¿Cómo así Sam, cosas finas, alta sociedad....?
Samantha – Es que mañana me caso
Luna asustada – ¿¿¿Cómo que te casas????
Samantha – Me caso, vamos al juzgado y firmamos los papeles
Luna riendo – Eso ya lo sé Sam, ¿¿¿pero con quién??? Porque que yo sepa ni novio tienes
Samantha – Con Bryan Roignz
Luna dice en voz alta del susto – ¿¿¿Qué????
Samantha riendo – No hace falta que hagas escándalos
Luna sonriendo – Disculpa, pero ¿es una broma, no? ¿Me estás tomando el pelo?
Samantha – No y le enseña su tarjeta, me pidió que comprara estas cosas y no sé
Luna – En eso te ayudo sin problema, ¡¡¡pero tranquila!!!!
no me lo creo, espera, ayer decían que Bryan necesitaba una esposa.... Tía Sam, ¿¿¿has hecho un trato con él???
Samantha – Simplemente estamos enamorados y nos vamos a casar
Luna – Tía, hasta anoche ni siquiera tenías novio y
Samantha – Pero estaba enamorada de él y punto Luna!
Luna riendo – Entendido, no voy a preguntar más y te ayudaré a comprar,
¡solo que siendo la esposa de Bryan Roignz! ¡Prepárate para tener que cambiar mucho tu look! ¡Vamos a comprar solo cosas de primera! Y no te preocupes, ¡no se lo voy a contar a nadie!