Mi Galán De Telenovelas

En verdad era hermoso el cielo nocturno, majestuoso.

(-Vivir en la ciudad te impide ver tanta belleza-) pensó Lucia mientras se dirigía rumbo al automóvil.

No necesitó decir nada, sabía que aquel hombre que caminaba junto a ella también estaba deslumbrado por esa  inmensidad.

En un momento miro de reojos a Marcos y choco con su mirada. Esto hizo que se sonrojara

(- ¡Por Dios! ¿Qué me ocurre? ¿Me dio vergüenza? ¡Eso me hizo sentir escalofríos… ja!)

Volvió a mirarlo y él le sonrió dulcemente señalando el cielo.

(- ¿Escalofríos? ¿Cosquillas en la panza? No he sentido esto desde la secundaria. ¿Qué me está ocurriendo?) La cabecita de Lucia no dejaba de charlar con ella misma.

De repente dejo de caminar y miro a su lado, estaba sola.

- ¿Dónde se fue? - dijo y\, girando sobre si\, vio como aquel hombre se había detenido unos pasos antes\, observándola con una sonrisa vanidosa\, mientras que le señalaba el automóvil.

-Estaba distraída mirando el cielo- se excusó Lucia caminando hacia la casa de seguridad.

Marcos no dijo nada, pero esa sonrisa seguía en su cara.

(- ¡Por Dios, que se cree! Solo estaba distraída-) quería gritarle la mujer y hacerlo desaparecer con una mirada de rayos laser… pero la realidad no era así…

-Ya vuelvo- dijo y con prisa entro en la casa de seguridad, encerrándose en el baño.

(- ¿Qué me sucede?) Se preguntó apoyándose en el lavamanos mientras se observaba en el espejo que había sobre este. Sus manos temblaban y el corazón se le salía por la boca.

(-Tengo que serenarme-) se dijo y respiro hondo.

Al salir se encontró con aquel hombre apoyado en el parante de la puerta de entrada. Tenía los brazos cruzados, lo cual lo hacía ver más musculoso y extremadamente varonil.

Volvió hacia el baño y cerro nuevamente la puerta.

Sentía como su cara se prendía fuego. Con sus manos se cubrió el rostro mientras se repetía mentalmente.

(- ¿Qué te pasa Lucia? ¿Qué te pasa Lucia?)

- ¿Estas bien? - escucho decir a Marcos detrás de la puerta

-Sí, sí, ya salgo- contesto. Tenía que serenarse, estaba actuando como una niña de 15 años frente al muchacho de sus sueños.

Miro hacia arriba, volvió a respirar profundo y abrió nuevamente la puerta.

La mirada de aquel hombre lo dijo todo.

Ella estaba consciente de que su actitud era inmadura, así que no intento justificar nada, solo bajo la cabeza y paso junto a él tratando de no rosarlo. Tomo su bolso, busco las llaves del automóvil y salió hacia fuera.

Marcos la siguió, cerrando la puerta de la casa de seguridad.

- ¿Conduzco yo? - le pregunto este.

Lucia sabía que no estaba en condiciones de manejar, así que le arrojo las llaves y camino hacia el vehículo. Se disponía a abrir la puerta de este cuando sintió el calor de la respiración del hombre muy cerca de ella, giro su cabeza y quedo a pocos centímetros de la cara de Marcos.

Otra vez el corazón se le acelero.

Él la miro a los ojos y agrego

-Solo quiero abrirte la puerta, esto no es acoso… ¿O sí?

Por unas centésimas de segundo ambos quedaron inmóviles, pero Lucia reacciono cuando noto que la mirada de Marcos bajo hacia sus labios.

Entro rápidamente al auto y agradeció.

Marcos subió al vehículo, acomodo el asiento, el espejo retrovisor y, de repente, se abalanzo sobre ella. Lucia solo atino a cerrar los ojos. Al abrirlos vio que él le estaba colocando el cinturón de seguridad.

-ja! Esto lo sacaste de una de tus novelas ¿Verdad? - quiso bromear, aunque en realidad, creyó por un instante que la iba a besar.

-ah, discúlpame. ¿Esperabas algo más? - aquel individuo se estaba burlando de ella.