30 - ARMY- Melómana- Doramera y Loca.
Rosa conoció a su Bias por casualidad y sin creerse su propia historia estuvo con él.
- ¿Podrá una súper estrella mundial estar con una chica común?
- ¿Encontrará ella una manera de quedarse a su lado sin perderse en el intento?
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Capítulo 23. Haciendo que las cosas sucedan.
Ambiente musical:(Make You Feel My Love – Adele)
- Wow mírale la espalda a ese chico
- No lo mires – Nam me tapa los ojos para que no vea al joven en la barra de parque haciendo ejercicio de noche. -Eres una pervertida
- No todos podemos ser santos como tú. Y yo debo ser la recién casada más sola del mundo. – Me pongo triste.
- Eso no es cierto. – Se mantiene serio y después de una pausa larga pregunta - ¿Cómo están las cosas con JK?
- Nunca me preguntas por él ¿Qué pasa?
- Solo tengo curiosidad.
- Ayer tuvimos otra pelea, bueno, si dejar de hablarse unas horas cuenta como eso. Supongo que la distancia me afecta.
- Las buenas mujeres coreanas esperan a sus novios o esposos 18 meses o más durante el servicio militar.
- ¿Y yo tengo cara de coreana o de buena? – Me burlo un poco de mí misma y él me empuja.
- Tienes que esperar y ver qué pasa.
- No voy a mentirte, estoy cansada de esperar todo en esta vida. Por una vez quería ser la que hiciera que las cosas pasen, pero mírame, de nuevo esperando.
- La luna nos espera todas las noches a que vengamos a verla y es hermosa.
- Quizás JK y yo estemos viendo la misma luna, pero está claro que no estamos debajo del mismo cielo. Mejor vámonos, hace frío y hoy no es día de llorar.
Recorremos el camino de regreso en silencio, me acompaña como siempre hasta mi edificio, aunque su casa queda unas cuadras antes.
- ¿Qué haría yo sin ti? – Le digo mientras le doy un abrazo largo, me siento triste, luego me voy. Ya estoy acostumbrada a que mi mejor amigo coreano se congela cuando lo toco demás, aunque dice que ya no le importa y me deja.
Tarde en la noche recibo citación de la empresa para ir mañana temprano.
- Es bueno que se esté ejercitando y aprendiendo el idioma, aunque nada de eso cambiará las circunstancias – Dice un ejecutivo en una reunión. No tengo ni remota idea de para que me llamaron, pero es obvio que saben que hago con mi vida. Después de todo este tiempo no se les quita la maña de hablar como si yo no existiera.
- Ya está acordado. Solo queda organizar el rol.
- ¿Disculpen, pero de que hablan? – Pregunto confundida.
- Viajarás a Japón con el grupo médico de apoyo de JK.
- ¿Es en serio? – No puedo ocultar mi emoción.
- Solo debes permanecer de bajo perfil. Serás una trabajadora más de la compañía y estaremos en posición de retirarte de ser necesario. Firma este contrato y te entregaremos el pasaje.
Esa misma tarde me llevan al aeropuerto y el Sr. Kim viaja conmigo. Esto si es verdaderamente el otro lado del mundo, llegamos a un estudio de grabaciones y me presentan con los trabajadores como médico personal nuevo, no tengo nada que hacer así que me dan un paseo para que pueda “conocer” al artista. Lo veo en una cabina de grabación con unos audífonos puestos a media oreja, cantando en su mejor esplendor, me ve, sonríe y sigue cantando como si nada, es muy profesional.
Ambiente musical:(Best Of Me - BTS)
- Me parece un milagro estar aquí. – JK me abraza desde la espalda viendo la ciudad desde un rascacielos. - ¿Cómo lo conseguiste?
- Fue Nam, habló personalmente con los ejecutivos.
- ¿En serio? – Asiente - Es un gran amigo.
- Si, no tengo como agradecerle. En serio quiero disculparme contigo por ponerte en esta posición, he sido egoísta al pedirte que te quedes y me esperes.
Volteo a verlo y habla viéndome a los ojos.
- Voy a abrazarte y no te dejaré ir – Dice y me sujeta con fuerza
Lo beso y me hundo en su cuello.
- ¿Aún no te arrepientes de todo esto? – Pregunto nostálgica - Supongo que tampoco ha sido lo que esperabas.
- Te amo.
- ¿Ah? – No creo lo que oigo, me alejo un poco para procesar lo que dice y como me siento al respecto. – Ni siquiera nos conocemos lo suficiente.
- No digas eso, iba a esperar a volver para decírtelo. Pero estás aquí. – No sé qué decirle así que continua - Eres la persona por la que quiero volver a casa, quiero compartir contigo todo lo que hago y hoy cuando te vi entrar al estudio, sentí que el mundo se detenía, no quiero que estemos separados.
- No sé si ya habías dicho esas palabras antes, o si para los coreanos significan algo diferente. Pero para mí es importante y no lo tomo a la ligera.
- Yo tampoco, y no te estoy pidiendo que lo digas de vuelta, solo quiero que lo sepas. – Se acerca a mí y con su carita dulce se me queda viendo y sonríe. Ay esa sonrisa me mata y me pone a alucinar.
- Te extrañé mucho ¿sabes?
- Seguro ni la mitad de lo que te extrañé yo a ti.
Esa noche nos ponemos al día con los besos y las caricias que nos debemos, pero el tiempo se hace muy corto y la mañana llega volando. Nos arreglamos para volver al estudio donde siguen las grabaciones, me cuesta mucho separarme de él y no hacer caras cuando lo veo por el pasillo y el muy indiscreto me pica el ojo.
Realmente no tengo ningún trabajo que hacer, solo estoy por si pasa alguna emergencia o si alguien se llega a sentir mal, por eso algunos se preguntan qué hago ahí, solo contesto que la agencia trata de ser precavida y cuidar a su personal. Algunos rumoran sobre alguna enfermedad que pueda tener el artista o su equipo cercano.
En un momento voy por un café y una de las maquilladoras con un estilo bastante único se encuentra ahí, no desaprovecha el tiempo para averiguar.
- Dicen que eres la única del equipo de apoyo que se quedó en la suite de JK.
- Fue exigencia de la empresa - digo calmada - también estaba su manager y su estilista.
- Pero algunos dicen que se ven muy cercanos.
- Si, supongo que podría decirse que somos amigos.
- Entonces, podrías vestirte mejor. – Me ve de arriba debajo de forma despectiva.
- ¿Disculpa? No creo que eso sea importante en mi trabajo.
- Dijiste que eras su amiga, y aunque seas extranjera al menos debes tratar de parecer de su mundo.
Trato de hacer caso omiso a sus comentarios, aunque no voy negar que me hierve un poco la sangre, es obvio que no me parezco a ninguna de las mujeres de este medio. Decido llamar a la única persona cercana en este uso horario que podría entenderme.
- ¿Aló? ¿Nam?
- Pensé que no tendrías tiempo para acordarte de mí. ¿Qué tal tu viaje?
- Quitando el hecho de que una raquítica con exceso de rímel y compacto me acaba de llamar mal vestida, todo bien. – Él se ríe.
- No vayas a pelear con nadie, pórtate bien y haz caso.
- Si, lo sé, lo sé -Suspiro - Oye, gracias, ya me dijeron lo que hiciste.
- No quería aguantar un día más tu cara larga, que se encargue el que le toca. Y bueno, ya estás allá, así que haz que las cosas pasen. Debo irme, entraré a una reunión.
- Te quiero, no olvides escribirme. Adiós.
Me hace feliz escucharlo, y tiene razón aprovecharé el tiempo que estoy aquí.
- ¿Quieres salir a comer? – Le pregunto a JK cuando termina de trabajar.
- Claro, muero de hambre.
Es maravilloso salir a comer con él, disfruta todo tipo de comida en cambio yo no sé comer casi nada, se burla de mí y consigue cosas que me gusten. Después paseamos tomados de la mano por un parque, con un hermoso camino de adoquines, los árboles de hojas amarillas desmayadas, secas por el otoño que ya se ha instalado en su máximo esplendor, enmarcan un paisaje de lo más romántico.
- Todo lo que hago estando a tu lado parece un sueño, no me lo termino de creer. – Pongo la cabeza en su hombro mientras vemos el atardecer.
- Digo lo mismo.
- No creo que sea cierto, has estado en mil lugares más bonitos que este.
- Pero no contigo, ningún lugar se había visto tan bien.
/Facepalm/ No me cuadra, pero cuadra.