Cuando las personas en la cuales más confías te traicionan, ¿En quién más confiarías?, ¿Es verdad que el enemigo de mi enemigo es mi amigo?, Keyza Bagirova y Rafael Reyes deberán descubrirlo, y a lo largo de sus aventuras en su búsqueda de venganza deberán darse cuenta de que en ocasiones perder es ganar.
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CAPÍTULO X: Propuesta de matrimonio
Rafael se detuvo de forma abrupta, a pesar de que su hombría clamaba poseerla de inmediato,
pero decidió no continuar, Keyza se sentó en la cama mientras lo observaba con molestia.
-¿Ahora cuál es el problema Rafael? - Preguntó Keyza con curiosidad.
-No tengo preservativos en casa - Respondió Rafael avergonzado
Mientras Keyza se encontraba en medio de los preparativos para su boda descubrió algo que la devastó y es que las probabilidades de que ella tuviera un bebé era de apenas un lamentable 2%.
-No te preocupes Rafael porque no hay riesgo de un embarazo.
Rafael sonrió ampliamente ante esa noticia y supuso que ella aún tomaba anticonceptivos.
-Te garantizo que estoy libre de enfermedades.
-Eso espero Rafael o te juro que vas a ser un eunuco - Le advirtió Keyza.
-¿En qué estábamos? - Preguntó Rafael mientras depositaba un beso en su hombro
Rafael se tomó su tiempo para hacerla suya y para Keyza su toque era una delicia que la hacía estremecer de placer, mordía sus labios para no gritar
-Déjalo salir y no seas tan tímida - Dijo Rafael de forma seductora.
Era un hombre con mucha experiencia y le fue fácil darse cuenta de que ella estaba fanfarroneando y no era tan experta como presumía, pero eso le gustó mucho a Rafael porque se sintió muy compatible con ella, además era muy cariñosa y entregada a complacerlo.
-¿Te gusta Keyza?, ¿Dime que puedo hacer para que te sientas bien?
-Me gusta mucho como lo estás haciendo – Respondió Keyza con la voz entrecortada.
Para Keyza fue un gran descubrimiento porque se dio cuenta de que no era que no le gustaba el sexo simplemente se trataba de que Antonio era un pésimo amante, solo estaba pendiente de obtener su propio placer sin importarle las necesidades de su pareja.
-No te duermas perezosa – Le dijo mientras le daba un beso en la punta de su nariz.
Keyza se sorprendió de la resistencia que tenía Rafael y aunque aparentaba ser muy antipático luego de terminar la cubrió con una manta y la abrazó.
-Ahora sí que ya no puedo más Keyza este viejo está cansado – Dijo Rafael antes de quedarse dormido.
A la mañana siguiente Keyza se despertó con un enorme dolor de cabeza y no reconocía el lugar donde se encontraba y debido a esto sintió un poco de pánico, pero luego recordó lo ocurrido la noche anterior y se
sonrió, se levantó de la cama para ver por la ventana y la vista de la bahía era hermosa, escuchó un ruido y volvió el rostro para observar en detalle al hombre que yacía en la cama dormido y era realmente muy atractivo, se sonrojó nuevamente, porque no imaginó que bajó toda la ropa Rafael ocultaba tanta belleza, la noche anterior fue muy apasionada y el mejor sexo que había disfrutado en su vida.
-No voy a beber alcohol nunca más en mi vida – Se dijo a sí misma en un tono de voz muy alto.
-Eres tan ruidosa Keyza – Dijo Rafael
Rafael se levantó de la cama y Keyza pudo observar su cuerpo solo cubierto por su calzoncillo y tragó en seco ya que era muy sexy, la envolvió entre sus brazos y debía admitir que olía muy varonil.
-¿Qué estás haciendo Rafael? – Preguntó Keyza con curiosidad.
Keyza estaba sorprendida porque Rafael la cargó al estilo princesa fácilmente y la puso con cuidado sobre la cama y acto seguido la obligó a acostarse a su lado nuevamente.
-Es domingo Keyza, vamos a dormir un poco más – Dijo Rafael
Keyza se quedó profundamente dormida un par de minutos después y Rafael luego de 30 minutos volvió a despertar, estaba muy relajado y a la vez sorprendido porque con Kenya el sexo jamás se sintió de esta manera, tenía un poco de remordimiento por usarla para mitigar su dolor porque realmente era una buena persona y no la bruja que solía decirle su ex porque incluso en eso mintió esa vil mujer.
-Espero que aceptes Keyza - Dijo Rafael
Se dirigió hasta su habitación porque tomó una decisión y esperaba que Keyza estuviera de acuerdo, observó la pequeña caja con el anillo y lo miraba con tanto afecto
-Mamá espero que no te molestes por lo que voy a hacer – Dijo Rafael.
Rafael regresó y se dio cuenta de que Keyza aún descansaba y se sonrió porque la dejó totalmente agotada, volvió a la cama y la observaba seriamente, cuando Keyza finalmente se despertó y lo miro muy expectante.
-¿Hablabas en serio anoche? - Preguntó Keyza
Rafael no esperaba que tocara el tema tan pronto, pero esto era una buena señal tal vez no tendría que seguir intentando convencerla.
-¿Vas a seguir insistiendo una y otra
vez? – Protestó Rafael
Aunque estaba dispuesto solo quería tentarla un poco más porque le gustaría contar con su ayuda.
-Si Rafael ya sabes cómo soy cuando me propongo hacer algo.
Rafael respiró hondo porque estaba lleno de resentimiento, ya que era la primera vez que fue 100% honesto con una mujer y le abrió su corazón para ser tratado como una basura, pocas personas sabían que Rafael no era alguien que permitiera que se burlaran de él.
-Estoy hablando en serio, y si tú estás dispuesta podemos ayudarnos mutuamente - Dijo Rafael con sinceridad.
-No importa si no puedes hacerlo, yo lo comprendo – Dijo Rafael sin ninguna emoción en su voz
Rafael sabía que después de todo Keyza era una buena persona independientemente de lo malo que le pudieron haber hecho y tal vez no era bueno involucrarla en su vendetta personal.
-¿Y luego que va a pasar Rafael? - Preguntó Keyza con preocupación.
-No lo sé Keyza porque aún no he pensado en lo que voy a hacer más allá de lograr mi objetivo
Rafael la observaba con detalle y se daba cuenta de que era muy hermosa y no merecía la clase de vida que tenía por culpa de su familia.
-Te prometo que cuando todo esto termine tendrás la libertad que tanto anhelas y el dinero suficiente para no tener que trabajar nunca más.
-¿Quién te dijo que no me gusta mi trabajo? – Preguntó Keyza con molestia.
Rafael alborotó su negro cabello únicamente para hacerla enfadar
-Sé que lo disfrutas, pero ¿No sería mejor trabajar solamente porque tienes que hacer algo para no aburrirte a cómo te encuentras en este momento?
-¿Por qué me miras así Rafael? - Preguntó Keyza
-Recordé algo que escuché en la universidad - Respondió Rafael con diversión.
Rafael se sonrió a carcajadas y Keyza lo miró con molestia.
-Ya imagino de que se trata – Dijo Keyza con sarcasmo
-Está bien Rafael hagámoslo – Le dijo Keyza dándole la mano para sellar el trato
Rafael la observó muy divertido porque ella aún conservaba un poco de su ingenuidad y eso le parecía muy divertido.
-¿No me vas a dar la mano para cerrar el trato? – Preguntó Keyza.
-Yo no pienso cerrar el trato de esa forma – Le respondió Rafael
-¿Y cómo piensas cerrar el trato? – Preguntó Keyza con curiosidad.
Keyza se sorprendió cuando Rafael el cual parecía un depredador a punto de comerse a su presa se colocaba sobre ella y le sonreía con picardía.
-Lo pienso cerrar de esta manera – Dijo Rafael mientras repartía besos a lo largo de su cuerpo.
-Rafael me estás haciendo cosquillas – Dijo Keyza mientras se reía escandalosamente.
Rafael besó de forma posesiva a Keyza mientras se abría paso en su interior hasta poseerla por completo y con cada embestida se sumergía en un gran placer que lo hacía olvidar lo roto que se sentía en ese momento, esto era únicamente lo que necesitaba para no pensar y se prometió a sí mismo no volver a enamorarse de ninguna mujer nunca más en su vida.
-¿Te casarías conmigo Keyza? – Preguntó Rafael sin mayor emoción.
-Si Acepto casarme contigo Rafael – Respondió Keyza con normalidad.
Los dos descansaban muy relajados y Rafael tomó el anillo que estaba en la mesa de noche y se lo colocó en su dedo anular
(Foto de Frederick Medina en Unsplash)
-¿Qué significa esto? – Preguntó Keyza con asombro
-Tú aceptaste mi propuesta de matrimonio – Respondió Rafael con frialdad
Keyza observó el anillo detenidamente y Rafael creyó que también se quejaría debido a lo barato de la joya.
-¿Acaso te parece muy sencillo? – Preguntó Rafael con sarcasmo
Keyza negó con la cabeza y se sintió muy incómoda debido a su fría actitud.
-No Rafael, por el contrario, me parece que es muy hermoso.
Rafael sonrió ante su honesta respuesta, Keyza era tan diferente a su hermana.
-Me alegra mucho que te guste – Dijo Rafael restándole importancia
-El problema es que noto que lo aprecias mucho así que deberías dárselo a una mujer
que sea muy valiosa para ti y no a tu compañera de venganza.
Rafael escuchó las palabras de Keyza y estaba sorprendido debido a lo profundas que resultaban estas.
