CAPÍTULO I: Rodeada de víboras parte 1

¿Unirías fuerzas con la persona que menos te agrada únicamente para vengarte de tu ex?

Keyza se despertó con un enorme dolor de cabeza y no reconocía el lugar donde se encontraba debido a esto sintió un poco de pánico, pero luego recordó lo ocurrido la noche anterior y se sonrió, se levantó de la cama para ver por la ventana y la vista de la bahía era hermosa, escuchó un ruido y volvió el rostro para observar en detalle al hombre que yacía en la cama dormido y era realmente muy atractivo, se sonrojó nuevamente, no imaginó que bajo toda la ropa se ocultaba tanta belleza, la noche anterior fue muy apasionada y el mejor sexo que había disfrutado en su vida aunque no podría decirse que era una experta, la noche anterior fue toda una locura, producto de su gran borrachera.

-No voy a beber alcohol nunca más en mi vida – Se dijo a sí misma en un tono de voz muy alto.

-Eres tan ruidosa Keyza – Dijo Rafael Reyes

(Foto de Kelly Sikkema en Unsplash)

Rafael se levantó de la cama y Keyza pudo observar su cuerpo solo cubierto por su calzoncillo y tragó en seco porque era muy sexy y estaba sorprendida de los secretos que guardaba este odioso hombre, la envolvió entre sus brazos y debía admitir que olía muy varonil.

-¿Qué estás haciendo Rafael?

Gritó Keyza sorprendida porque Rafael la cargó al estilo princesa fácilmente y la puso con cuidado sobre la cama y acto seguido la obligó a acostarse a su lado nuevamente.

-Es domingo Keyza, vamos a dormir un poco más – Dijo Rafael

La invadió el sueño rápidamente, gracias al sonido tan apacible del mar al fondo, junto con la respiración relajada de Rafael y eso la ayudó a vaciar su mente de la mayoría de las cosas que la agobiaban en ese momento, pero sola una pregunta rondaba en la mente de Keyza Bagirova una y otra vez, luego de un par de horas se despertó y se dio

cuenta de que Rafael la observaba seriamente.

-¿Hablabas en serio anoche? - Preguntó Keyza

-¿Vas a seguir insistiendo una y otra vez? – Protestó Rafael

-Si Rafael ya sabes cómo soy cuando me propongo hacer algo.

Rafael respiró hondo porque estaba lleno de resentimiento porque era

la primera vez que fue 100% honesto con una mujer y le abrió su corazón para ser tratado como una basura, pocas personas sabían que Rafael no era alguien que permitiera que se burlaran de él.

-Estoy hablando en serio, y si tú estás dispuesta

podemos ayudarnos mutuamente - Dijo Rafael con sinceridad.

La oferta de Rafael sonaba tentadora, pero a

diferencia de este Keyza si tenía algo de escrúpulos y aún sentía remordimientos

porque si tenían éxito al probablemente su familia sería destruida.

-No importa si no puedes hacerlo, yo lo comprendo – Dijo Rafael sin ninguna emoción en su voz

Rafael sabía que después de todo Keyza era una buena persona independientemente de lo malo que le pudieron haber hecho y tal vez no era bueno involucrarla en su vendetta personal.

-¿Y luego que va a pasar Rafael? - Preguntó Keyza con preocupación.

-No lo sé Keyza porque aún no he pensado en lo que voy a hacer más allá de lograr mi objetivo

Rafael cuyo sueño se había ido observó a la mujer a su lado y le resultaba fascinante esta excéntrica chica de 25 años la cual tenía aversión a la jerarquía, y a los pedidos de otras personas, odiaba la monotonía, y aunque físicamente era una mujer de estatura promedio no podría decirse que era

baja pero tampoco alta, y ahora que se daba cuenta tenía una buena figura.

-Te prometo que cuando todo esto termine tendrás la libertad que tanto anhelas y el dinero suficiente para no tener que trabajar nunca más.

-¿Quién te dijo que no me gusta mi trabajo? –

Preguntó Keyza con molestia.

Rafael alborotó su cabello para hacerla enfadar

-Sé que lo disfrutas, pero ¿No sería mejor trabajar solamente porque tienes que hacer algo para

no aburrirte a cómo te encuentras en este momento?

Rafael se sonrió porque si algo hacía destacar a Keyza era su color de cabello tan negro

como el azabache el cual contrastaba con la palidez de su piel, y en este momento deseaba tocarlo porque la noche anterior le pareció muy suave.

-¿Por qué me miras así Rafael? - Preguntó Keyza

-Recordé algo que escuché en la universidad - Respondió Rafael con diversión.

Rafael se sonrió a carcajadas y Keyza lo miró con molestia.

-Ya Imagino de que se trata – Dijo Keyza con sarcasmo

 Keyza era profesora de historia en la universidad, a pesar de que era muy apreciada por la mayoría de sus colegas ella tenía opiniones muy fuertes y varios de sus detractores solían bromear en cuánto a que su apellido debería ser Tepes y no Bagirova en alusión al temible habitante de las lejanas tierras de Transilvania,

aunque eso poco podría importarle a Keyza porque era una mujer fuerte y muy segura

de sí misma.

-Está bien Rafael hagámoslo – Le dijo Keyza dándole la mano para sellar el trato

Rafael la observó muy divertido porque ella aún conservaba un poco de su ingenuidad y eso le parecía muy divertido.

-¿No me vas a dar la mano para cerrar el trato? – Preguntó Keyza.

-Yo no pienso cerrar el trato de esa forma – Le respondió Rafael

-¿Y cómo piensas cerrar el trato? – Preguntó Keyza con curiosidad.

Keyza se sorprendió cuando Rafael el cual parecía un depredador a punto de comerse a

su presa se colocaba sobre ella y le sonreía con picardía.

-Lo pienso cerrar de esta manera – Dijo Rafael mientras repartía besos a lo largo de su cuerpo.

-Rafael me estás haciendo cosquillas – Dijo Keyza mientras se reía escandalosamente.

Rafael besó de forma posesiva a Keyza mientras se abría paso en su interior hasta poseerla por completo y con cada embestida se sumergía en un gran placer que lo hacía olvidar lo roto que se sentía, esto era lo que necesitaba en este momento y se prometió a sí mismo no volver a enamorarse de ninguna mujer nunca más en su vida.

Dos meses antes de la apasionada noche entre Keyza y Rafael ……

Keyza Bagirova era una mujer indiferente a la opinión de los demás, desde niña vivió a la sombra de su hermana mayor Kenya y había construido una coraza en torno a ella para no resultar lastimada, pero solo tenía una debilidad su prometido Antonio García un exitoso abogado de 28 años.

(Foto de Hamid Tajik en Unsplash)

Antonio y Keyza estaban comprometidos y tenían una relación de tres años de duración, se conocieron

cuando ambos estudiaban en la universidad y ella creyó ingenuamente que iba a ser el amor de su vida, ambos eran inseparables y en apariencia estaban profundamente

enamorados, compartían risas, sueños y aspiraciones y cómo cualquier pareja en ocasiones discutían, pero por lo general tenían una buena comunicación a pesar

de la apariencia tan gótica de Keyza y Antonio solía decirle que amaba su excentricidad.

-¿Antonio porque estás haciendo esto? – Preguntó Keyza muy desconsolada

-Lo siento Keyza, pero no puedo hacerlo – Dijo Antonio sin compasión

Keyza se encontraban en medio de los preparativos para realizar su boda, sin embargo, Antonio la sorprendió cuando le dijo que terminaba la relación y que la boda sería cancelada.

-Antonio no te vayas por favor – Gritaba Keyza mientras lo observaba cómo se iba.

El día de la ruptura fue horrible para ella y lo peor es que no le ofreció ninguna explicación y eso estaba enloqueciendo a Keyza, él simplemente decidió terminar la relación y no le explicó sus motivos, a pesar de que ella seguía preguntando qué hizo de malo para que Antonio rompiera con ella, después de un par de intentos de su parte para comunicarse Antonio la bloqueó de todas las redes sociales y ella simplemente lo aceptó.

-Keyza no me gusta verte llorando ya es tiempo de que lo aceptes – Le dijo Kenya su hermana mayor

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