Dylan, El Hijo De La Otra

El doctor Lee al ver esta expresión en su amigo de muchos años se sorprendió mucho, ya que es muy difícil ver a Edward Boyer sonreír.

— Veo que lo que encontraste adentro fue de tu agrado.— Le dice sonriendo.

— Son de esas sorpresas que aveces te da la vida y no sabes si tomarlas o dejarlas pasar.— Le contesta el anciano un poco nostálgico dejando escapar un suspiro pesado.

El doctor Lee al escuchar al anciano y ver como mira fijamente el sobre en sus manos le da su punto de vista.

— Si a mí me hiciera feliz lo que hay en ese sobre sin duda no lo dejaría pasar.—

El doctor Lee sabe perfectamente que Edward es tan orgulloso que jamás aceptaría un consejo si se lo dijera, por lo que le tuvo que hablar de esta forma para que el anciano se pusiera a pensar sobre qué decisión tomar acerca de los resultados que había encontrado en el interior del sobre.

El anciano se quedó unos segundos en silencio mirando una vez más el sobre en sus manos y para después voltear a ver a su amigo del otro lado del escritorio.

—Lo pensaré cuidadosamente y veré que decisión tomar.— Le dice con una mueca poniéndose de pie con la ayuda de Logan.

Sin embargo, aunque Edward tenía muchas dudas en su cabeza ese día sucedería algo que lo haría decidirse definitivamente.

Mientras tanto con Dylan…

Como ya era costumbre de Dylan después de terminar su trabajo de medio tiempo en el gimnasio tomó el autobús para ir de regreso a su casa.

Se bajo en la misma parada que siempre lo hace y había caminado un poco más de dos calles cuando fue interceptado por una bola de pandilleros que traían varios bates de béisbol y que caminaban con superioridad hacia él.

El chico de pelo largo al ver que era Mario y los mismos que siempre lo molestan se puso en guardia esperando el momento para dar la pelea aunque fuera superado en número.

— ¿No tuviste suficientemente con lo de la última vez que vienes a buscar más?.— Le pregunta Dylan con sarcasmo a Mario.

— ¿Creíste que me iba a quedar con las manos cruzadas?.— Le contesta este sacando una navaja de su bolsillo y haciendo figuras en el aire con esta.

Dylan al percatarse lo que traía en la mano de inmediato se quitó la mochila para poder usarla de escudo en el caso de que Mario quisiera apuñalarlo mientras retrocedía dos pasos hacia atrás.

— Tiene miedo pobrecito… Anda Dylancito llama a tu papito para que venga a tu rescate.— Se burla Mario haciendo puchero desatando la burlas de los tres sujetos que lo acompañan.

— Vamos Mario deja de estar jugando al gato y al ratón con este imbecil y hazlo de una vez.— Lo alienta Félix su mano derecha en sus fechorías.

Mario al escucharlo le hace seña para que se tranquilice y guarde silencio.

— Tranquilo que no tengo prisa. A este hijo de puta lo quiero saborear como lo hago con un buen filete, sino que chiste tendría cobrar mi venganza.— Les dice serio Mario a los chicos que lo acompañan.

— ¿Me hablas de venganza tú a mí? ¿Es una puta broma o ahora si ya te perdimos?.— Le pregunta Dylan lanzándole una mirada fulminante.— Por que si es así, te recuerdo que han sido ustedes quienes me han hecho la vida de cuadritos desde niño y yo solo me defiendo a eso.— Le dice serio caminando hacia Mario quien lo ve sorprendido ya que él pensaba que le tendría miedo al verlo con una navaja. Sin embargo, lejos de eso solo hicieron que la furia del chico despertara.— Ahora dime maldito analfabeta, ¿CUÁL PUTO PROBLEMA?.—

Sin esperar respuesta Dylan le arrojó con mucha fuerza la moquila a las manos de Mario quien por el impacto perdió la navaja haciendo que el chico se le dejara ir como energúmeno a propinarle un par de buenos golpes.

El chico de pelo largo intentaba golpearlo nuevamente cuando sintió un fuerte impacto en la cabeza que logró doblegarlo y lo hizo caer de rodillas al piso.

De inmediato sintió como algo tibio escurría y bajaba por su mejilla, al tocarse y ver sus dedos se dio cuenta que era sangre, por lo que trató de ponerse de pie aún aturdido pero no pudo cuando le sujetaron los brazos por detrás y le pisaban las pantorrillas evitando con esto que pudiera pararse.

Aún en esas condiciones desfavorables para él, el chico con una mirada desafiante miraba a Mario sin mostrarle un poquito de miedo.

Mario bajo la mirada penetrante y furiosa de Dylan recogió la navaja del piso y lentamente se acercó a él mirando que los otros tres lo tenían sometido.

Al llegar frente al chico lentamente le pasó la fría navaja por el rostro delineando desde su frente hasta la comisura de sus labios mientras esbozaba una sonrisa malévola.

— Me preguntó si te abriera la boca, ¿tendrías una sonrisa de oreja a oreja?.— Pregunta Mario con una sonrisa desquiciada y de pronto estalla en una gran carcajada contagiando a sus compañeros.

Aún con esas amenazas encima y en las circunstancias que estaba, Dylan se mostraba fuerte.

No le demostró temor y mucho menos miedo aunque por dentro lo sintiera.

— Si te atreves y tienes los huevos, ¡hazlo!.— Le dice furioso el chico escupiéndole en la cara.

— ¡ERES UN HIJO DE PERRA!.— Le grita Mario furioso dándole un fuerte derechazo en el rostro.

Luego enfurecido lo tomó con mucha fuerza del pelo levantando su rostro hacia arriba y fue deslizando un poco el filo de su navaja en la mejilla de Dylan cortando un poco su piel logrando que la mejilla del chico comenzara a sangrar.

— ¿No habías dicho que esto sería sin prisa?.— Le pregunta Samuel sujetando el brazo de Mario impidiendo que lo corte.— Sabes, yo siempre he querido saber si este es igual que Sanson.— Le dice con una sonrisa maliciosa mientras golpea la barbilla del chico con la punta del bate de béisbol.

— Entonces hay que comprobarlo, tal vez él también pierda su fuerza.— Sonríe histérico Mario acercando la navaja al pelo del chico.

Dylan intentaba moverse y poner resistencia pero era sometido por tres por lo que no podía hacer nada.

Luego con un movimiento rápido Mario corto la larga coleta del chico y le lanzó el pelo a la cara mientras reía como desquiciado al igual que sus compañeros.

De pronto Mario dejó de reírse y volvió a tomar con fuerza a Dylan del pelo.

— Ahora sí, continuemos con lo que dejamos pendiente.—

^^^Continuará…._^^^

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