Un Esposo Para Navidad

Andrés

La cena fue un poco incomoda, yo podía sentir la mirada de Bella y la rabia en los ojos de Camila, por eso decidí alejarme y hablar con Maximiliano, el está muy feliz, ha salido del castillo con Adriana y dice que todo es estupendo, cuando menos lo espero esa mujer se acerca a nosotros, empieza a hablar de no sé qué cosas y se acerca a mi y empieza a tocarme el brazo, como puedo intento alejarla pero esa mujer parece un pulpo.

Cuando menos pienso llega Camila a salvarme y muy sutilmente me pide que nos vayamos a la habitación, todos alrededor miran sorprendidos, pero las sorpresas no acabaron ahí antes de salir del salón se acerca a mi me toma del rostro y me besa, en ese momento quede perdido en sus labios, y no supe que pasó después.

Está celosa, Camila no puede evitar los celos y no entiendo porque, a veces se comporta como si me odiara, pero hoy se mostró como si de verdad fuera mi esposa, quien entiende las mujeres, aceptó que la tal Bella fue muy cínica, pero el comportamiento de mi esposa me sorprende más.

Al entrar a la habitación noto que está muy seria, decido dejarla sola y voy al baño a ponerme el pijama, al regresar ella estaba acostada en la cama tapada hasta la cabeza, al verla así decidí salir de la habitación a la cocina por un poco de agua, creo que ella necesita estar un momento sola.

Al estar en la cocina tomando un poco de agua, siento que alguien acaricia mi espalda y al voltear no puedo creer quién está ahí, (más problemas para mí)pensé-

-Hola señorita Bella, necesita algo- le pregunto.

-Andres, dime solo Bella, ambos somos jóvenes y creo que podemos tutearnos- me responde

-Esta bien Bella se te ofrece algo-

-No nada, solo vi que estabas un poco solo y quise venir a hacerte compañía- me dijo acercándose mucho a mi

-Creo que esto no es correcto, soy un hombre casado- le respondo tratando de alejarme.

-No no es correcto- dice Camila entrando a la cocina- mi esposo no necesita compañía, para eso me tiene a mí, dice apartando a Bella de mi lado.

-No te quiero ver cerca de mi esposo, la próxima vez no voy a ser tan cordial y tolerante contigo, entiendes- le dice Camila algo molesta.

-Vamos cariño- me dice sacándome de la cocina.

Camila

Al regresar a la habitación después de la cena aún estoy molesta, por eso decido acostarme así con la ropa que tengo puesta, no sé qué me pasa tengo mucha rabia con esa mujer, cómo se atreve acercarse así de esa manera y él lo permite, un rato después siento que Andrés entra al baño y luego sale de la habitación, siento que tengo que hablar con él, está reacción no es normal el y yo no somos nada, en estos momentos debe pensar que estoy completamente loca.

Muy decida me levanto y me pongo mi pijama, luego salgo de la habitación y empiezo a buscar en qué parte de la casa se encuentra, al parecer hay personas hablando en la cocina, me dirijo hacia allá y lo que veo aumenta mi rabia, mis celos, era ella muy cerca a Andrés, diciéndole que le quería hacer compañía, no esto no lo voy a permitir, iba a entrar y pensaba sacarle los ojos pero espere la reacción de él quien muy cortésmente le dijo que era un hombre casado, no sé por qué pero escuchar eso me dio mucha alegría.

No pude aguantar más y entré a la cocina, separándola de Andrés le advierto que la próxima vez que se acerque a el no voy a ser tan cortes, y si no lo voy a ser, la próxima vez la llevó hasta el jardín del cabello (cálmate Camila, esto se te está saliendo de control), luego me llevé a Andrés de la cocina y volvemos a nuestra habitación, tengo que hablar con él, hoy todo va a quedar claro.

Él no ha dicho ni una sola palabra, seguro está molesto por alejarlo de la bella chica, se acostó en su lado de la cama y yo hice lo mismo, él me dio la espalda, ahora sí me va a escuchar

-Andrés, necesito que hablemos- le dije

-Dime- me respondió mirándome a los ojos.

-Se que estás molesto porque te aleje de la tal Bella, pero tú y yo tenemos un trato y creo que las condiciones deben cambiar-

-Hablas tu o tus celos cariño- me dice con sarcasmo-

-No estoy celosa- le dije molesta.

-Esta bien, dime entonces cuales serían los cambios que según tu hay que hacer en el contrato- me pregunta

-Te acuerdas que te dije que estaba prohibido enamorarse, nada de contacto físico, sin sexo y no interferir en la vida del otro- le digo un poco nerviosa

-Si como olvidarlo, sobre todo lo tercero- dijo Andrés

-Ok, desde hoy olvídate de esa parte de no interferir en la vida del otro, no quiero quedar como una cornuda delante mi familia, al parecer eres un hombre muy coqueto y no quiero problemas-

-Está bien cariño me gusta verte celosa, y no te preocupes mientras esté contigo estos meses, sólo voy a ser para tí- me dice acercándose mucho a mí.

Su aliento choca con el mío y me toma del rostro, creí que me besaría pero el tonto solo se alejó y me dijo

-Yo también tengo una condición, querida-

-Sí y cuál es tu condición- le digo muy nerviosa.

-Un poco de contacto físico no nos caería mal a ninguno de los dos, además si te abrazo y te beso más nos van a creer que estamos muy enamorados, no crees-

-(tiene razón) pienso- Esta bien pero no te sobrepases, entiendes-

-Si entiendo- dice dándome un beso en la nariz- también deberías pensar en romper la tercera cláusula mi amor-

En ese momento yo quería salir corriendo pero estaba totalmente paralizada, cómo puedo me volteó y le digo tímidamente.

-Buenas noches-

-Buenas noches- responde- y se acerca a mí abrazándome por la espalda.