Alina Alcoser Gales - Fernando Puelo, dos personalidades muy distintas. Ella solo tiene energía, vitalidad y ganas de progresar en sus proyectos. El, una boda frustrada, lo dejo en un estado de depresión y oscuridad.
Ambos son vecinos, ninguno quiere saber del otro. Tendrán la oportunidad de vivir un gran amor?
Acompañenme en esta historia en la cual habrá desencuentros, malos entendidos , enojos. Nada que el amor de una familia no pueda curar.
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Capítulo 15
Son las 8.00 Pm, Daisy llega al departamento de Alina.
-amiga querida llegaste
- pero que lindo departamento Alina, nada que ver al departamento de Leandro.
- es hermoso, cada día que pasa, me enamoró más de este lugar.
- sí, está muy bien ubicado.
- adivina, prepare una pizza, pero para empezar, tengo unos nachos, acompañados de una salsita que aprendí en Internet, y por supuesto unas ricas cervezas.
- ah, pero será una noche de chicas, verdaderamente.
- sí, pone, un poco de música mientras voy a buscar todo, después movemos un poco el cuerpo.
Daisy, busca una playlist, y pone música, salsa reggaetón, a un volumen considerable.
Alina, trae la bandeja abren las cervezas y mientras hablan, bailan a la vez.
Fernando estaba en el sillón, todavía estaba analizando que lo llevó a querer salir, cuando empieza a escuchar la música y las risas.
- uh, cierto que hoy es jueves, que nochecita me espera...
Por supuesto que sin control, se levanta y va directo a la ventana por supuesto que siempre escondido detras de las cortinas. Observa a Alina de espaldas y su amiga de frente, ambas con cervezas en la mano, moviendo sus cuerpos y riendo.
- ay, nena que feliz que sos, y no quiero parar en pensar en como movés ese cuerpazo.
Fernando empieza a comparar la vida que lleva Alina, con la vida de su exnovia. - es raro, yo pensaba que era la edad y si bien Graciana, tenía 30 años, no recuerdo que ella siendo más joven viviera cosas con la intensidad que lo vive esta chica, no entiendo que habrá pasado con su novio, que lo llevo a agredirla, si yo hubiese tenido una novia así, hubiese disfrutado mucho más en la vida.-
Las risas, la música, las canciones cantadas y el baile, sacan a Fernando de sus pensamientos.
- no soporto esto, no puedo, me hace sentir muy miserable, lo siento nena, pero tengo que parar esta locura.
Llama a Héctor.
- buenas noches, señor Fernando, en que puedo ayudarlo?
- Héctor, escuchas la música y los ruidos?
- ahora que me dice si escucho música de fondo.
- y te parece que esto es acorde con las buenas conductas que existen en un edificio?
- eh, no, creo que no.
- bien, podrías ir al departamento 2 y pedirles que tengan la amabilidad de bajar la música y los ruidos molestos?
- si señor, ya voy.
- muchas gracias.
Héctor, no veía mal que Alina se divirtiera un poco pero conociendo a Fernando, sabía que sería difícil que comprendiera que la gente se divierte. Así que va a lo de Alina y toca el timbre.
Alina abre la puerta, Héctor puede observar que estaba con una amiga y que no estaban haciendo nada malo, pero, estaba Fernando al lado y eso era complicado.
- hola Héctor, estoy con una amiga, querés entrar y tomar una cerveza con nosotras?, mira que también hay nachos.
- no, gracias señorita Alina, en realidad vengo por un temita.
- bien, te escucho.
- el señor Fernando, me pidió que bajen la música y que no hagan tanto ruido.
- ah, mira vos, que mal agradecido resultó este Fernando, así que hoy le salve la vida y ahora él arruina mi noche?
- perdón señorita Alina, pero usted sabe como son las cosas...
- si Héctor, no te preocupes, ya sé como son las cosas, (mira hacia la puerta de Fernando), YA SÉ QUE VIVO AL LADO DE UN AMARGADO!!!. Anda tranquilo Héctor, ya nos ponemos de duelo.
- perdón, que tenga usted, buenas noches.
Alina entra y de muy mala gana baja la música, Daisy no entiende nada.
- que pasa amiga?
- nada, se quejaron por nuestra fiesta.
- que lastima, la estabamos pasando tan bien.
- si lo sé, pero es que tengo un vecino muy complicado, y lo peor es que es un conocido de mi papá, entonces no lo puedo poner en su lugar. Vamos a la mesa y mientras cenamos, veremos como nos vamos a divertir, porque a mí nadie me arruina la noche.
Mientras tanto, Héctor se comunica con Fernando y le avisa que ya hablo con Alina.
- perfecto, ya se nota que volvió la paz, gracias Héctor.
Fernando se lamenta lo que hizo, pero sentía que a él lo estaba afectando toda esa alegría. Vuelve a observar por detrás de las cortinas.
Alina Y Daisy ya estaban comiendo la pizza. Daisy mira hacia la ventana y hay algo que llama su atención.
- Ali, me parece que tu vecino nos está espiando.
- hoy es la segunda vez que me dicen esto. No creo amiga, el vecino es un amargado antisocial.
- yo creo que si nos espía.
Alina gira la cabeza hacia la ventana. Fernando sale inmediatamente de las cortinas.
- mierda!, casi me atrapa!
Alina observa bien y no nota nada raro.
- no veo nada Daisy, creo que viste mal. Bueno, ahora nos vamos a arreglar y vamos a un lugar para cantar y bailar, hay uno aquí cerca, que te parece?
- me parece bárbaro.
Alina se arregla, se pone un vestido rojo, muy corto y zapatos negros. Ambas amigas salen hacia el bar. Fernando, que a pesar de casi ser descubierto, seguía observando los movimientos de su vecina, cuando vio las intenciones de las chicas, enseguida se arrepintió.
- al final, el remedio es peor que la enfermedad, por no soportar su alegría, la estoy entregando a los lobos...
Las chicas llegan al lugar, se acercan a la barra, piden unas cervezas y se dirigen a la pista. Ambas comienzan a bailar y a cantar mientras se movían y tomaban cerveza. En un momento Daisy, ve que en un rincón, está Mateo, los besos con una modelo que empezaba a conocerse. A Daisy, se le cambia el semblante, y Alina lo nota, a lo cual mira hacia la dirección y ve a su hermano.
Mateo, que también las ve, se acerca abrazado a su acompañante.
- chicas, cómo están?, decidieron venir a divertirse un poco?
- así es hermano, pero nunca tanto como vos.
Mateo se ríe, Daisy no puede dejar de admirar lo bonito que se pone Mateo cuando sonríe.
- ah, si, les presento a mi amiga Marcia.
- un gusto. (Dicen ambas)
- bien, chicas, las dejo que sigan, nos vemos. (A Mateo no le era indiferente Daysi, al contrario y para más esa noche estaba más hermosa, pero siente que no puede prometerle nada)
- nos vemos. (ambas).
Alina no es tonta, se dio cuenta del malestar de su amiga.
- Daisy, no pasa nada, Mateo es así, ya va a madurar.
- ya fue,Ali, yo nunca voy a ser como esas mujeres que el frecuenta. Y tampoco me interesa tener un hombre asi de mujeriego.
- Ay amiga, te juro que mi hermano va a cambiar, cuando se enamore en serio, va a cambiar. Y yo estoy segura que esa persona que lo cambie vas a ser vos.
- Alina, si no te molesta, me voy a casa.
- claro que no, es una lastima, yo no sabía que Mateo estaría aquí. Vamos...
Alina se asegura que su amiga suba a un taxi y ella se dispone volver caminando a su departamento y aprovechar para disfrutar el aire fresco... - Parece que los hombres que me rodean, se han empecinado en arruinarme la noche-.
Llega al edificio, toma el ascensor, y cuando se dirigía a su departamento, nota que la puerta de al lado esta un poco entreabierta. Hace de cuenta que no pasaba nada, pero, la noche frustrada, más las cervezas que tenía encima, hacen que tome coraje y se dirige muy enojada contra la puerta vecina, que seguía entreabierta.
- ME ESTAS ESPIANDO, IMBECIL?