Nova Reik III: Ragnar

Con la ayuda de Stan pude estabilizar un poco mi vida, algunos de los habitantes de Bears City me seguían odiando pero a diferencia de antes podía relajarme.

Durante esos días también estuve investigando sobre esa mujer que me había dado una paliza y sobre ese tal “Odín”.

Suponía que ese hombre era su jefe, pero por más que buscaba no encontré nada relacionado a ella después del asalto al museo, de hecho había desaparecido de la ciudad sin dejar rastro.

No entendía por qué, pero algo me decía que esa no era una muy buena señal. Más cuando Mikaela conocía a mi madre biológica.

Aún así, ese tema pasó a segundo plano con el pasar de los días, ya que como dije ella había desaparecido del radar. En cambio mi vida en Snow, comenzó tomarse más interesante de alguna forma.

Desde que era niña me apasionaba jugar fútbol, así que siempre en todas las escuelas en las que estaba me unía al equipo de la escuela y Snow no fue la excepción.

Para mí sorpresa Stan comenzó a ir a verme jugar y entrenar con mis amigas para apoyarme casi como si fuéramos una pareja.

—¡¡Tú puedes!! ¡¡Tú puedes!! ¡¡Flor!! ¡¡Solo están perdiendo por un gol!! ¡¡No es para tanto!! ¡¡Pueden remontar!! —grito desde las gradas—

—Vaya, así que ya te conseguiste un novio

—Ugh, ¿te gusta Stan?

—Ah, ahm… creo que lo mejor es que nos concentremos en el partido —respondí nerviosa—

Al terminar el partido con mis amigas lo agarré de la mano para llevarlo a un lugar lejano para que pudiéramos comer juntos. Me temblaban las manos y el rubor en mis mejillas crecía con cada segundo debido a lo nerviosa que estaba.

Mientras comía no pude evitar verlo, a pesar de sus cicatrices causadas por su doble vida, era lindo. A pesar de que intentaba actuar como si realmente no me afectara estar a su lado, estaba demasiado nerviosa con cada segundo que pasaba. Por lo que pude ver él también estaba nervioso, le temblaban las manos y estaba sonrojado.

—¿Crees que regrese esa mujer?

—N-No lo sé, aunque sí regresa de seguro la enfrentaremos juntos

—Sí, creo que tienes razón aunque sabes, creo que fue lindo pasar tiempo contigo y que vinieras a mis partidos cada fin de semana

Antes de que Stan pudiera responder, mis amigas de la preparatoria se nos acercaron para invitarme a una fiesta.

—Vamos, solo será una noche, invita a Stan si quieres, solo ven

—Debemos celebrar que ganamos como se debe, Flor

—Yo… —lo volteé a ver, esperando a que Stan dijera algo para ir juntos— Yo, si, tienen razón debemos celebrar que ganamos, aunque… Stan, tú… —él, nervioso, negó con la cabeza, lo que hizo que yo diera un suspiro decepcionada— Está bien, entiendo

—Anda vamos, Flor, que ya tenemos que irnos

Me puse de pie para irme con mis amigas, no obstante, de pronto Stan me detuvo en el último momento.

—Flor, espera…

—¿Huh?, que…

En un parpadeo sentí un tirón en mi camisa que hizo que todo desapareciera, mi cuerpo se quedó paralizado incrédulo de lo que había pasado. Una explosión en mi boca se había llevado en mi boca cuando sus labios chocaron con los míos, solo era un beso por fuera, pero por dentro sentía una explosión de emociones.

Con el paso de los segundos me relajé y sujeté a Stan para profundizar en nuestro primer beso en nuestra historia juntos.

—N-nos vemos —jadeó mientras me soltaba—.

No me salían las palabras así que solo asentí para después irme con mis amigas, pero no pude evitar mirarlo mientras me iba, aún asimilando lo que acababa de suceder.

El resto de la noche no dejaba de pensar en lo que había pasado; no fue hasta que regrese a mi casa cuando por fin pude asimilarlo con mis mejores amigas en una llamada.

—Harley, Xian, yo…

Eufórica di un grito tan fuerte que rompí las ventanas de casas, autos y posiblemente también rompí varios vasos de vidrio. Estaba tan emocionada que no podía dejar de patalear en mi cama, causando indirectamente varios temblores en casa.

—¡¡Flor!! —me regañaron mis padres al sentir los temblores—

—Flor, ¿qué sucede?

—Sí, ¿que sucede?, que hiciste está vez, no me digas que volviste con Andrew

—Sí, no te habíamos visto tan emocionada desde Andrew

—¡¡Él me besó!! ¡¡Él me beso!! ¡¡Lo bese!! ¡¡Besé a Stanley!! —Eufórica mordí una almohada y grité con todas mis fuerzas mientras seguía causando temblores con mis pataleos—. No había conocido a un chico que me gustara tanto desde Harry

—Espera… ¿Estás saliendo con un chico de preparatoria? ¿No eres una veinteañera?

—Para tu información mi Stanley tiene 18 años, y no es un niño inmaduro

—Vaya, apenas se dieron su primer beso y ya es tu Stanley, cálmate rayo Mcqueen, que tú novio apenas acaba de salir del Kinder —se burló Harley—

—Jaja, y dime, al menos te aseguraste que tiene 18 años porque si no te vas 18 años dentro —se burló Xian—

—¡Oigan! ¡Solo es una diferencia de 2 años! ¡No es como si fuéramos de otra generación!

—Dile eso al juez

—Jaja, me pregunto cuánto durará el niño porque que hayas rechazado casarte con Andrew para fijarte en un mocoso de preparatoria es algo increíble

—¡Lo rechace porque no me voy a casar con nadie! ¡Ni hoy ni nunca! No hasta cumplir mi sueño de viajar por todo el mundo, la galaxia y… tendría que pasar un milagro para que yo acepte casarme con alguien

—Ya Harley ya no la molestes, jaja, pero les doy un mes mucho, un año jaja —se burló Xian—

—Ustedes si que son de lo peor, se supone que deben estar felices porque soy feliz con un chico después de lo que pasó

—Lo estamos, pero la policía no jaja

El resto de la noche se resumió con mis mejores amigas haciendo bromas sobre la diferencia de edad que tenía con Stan. Aún con sus burlas, no dejaba de pensar en que pasaría los días siguientes después de que nos habíamos dado nuestro primer beso.

Sin embargo, el mundo me tenía preparada otra cosa, un cometa de siglos de antigüedad impactó contra una de las montañas de Moncia y con su caída, se selló nuestro destinó.

—Jaja, el meteorito de Titán ha caído, señor

—Dígame, piensa avisar al general Nox de esto o a Rho Mar —preguntó Mikaela observando la estela que había dejado el cometa en el cielo—

—No, aún no, el meteorito aún no está listo, pero lo estará pronto, solo ten paciencia