Entre La Pasión Y El Deber (Parte 2)

—Eres idéntica a ella —decia Stefani a la joven frente a ella

—Habla de mi madre

—Si, eres igual a Isidora

—Perdon, pasen, soy Hannah, hija de ella, e hijastra de Angel, mi papá

—Un gusto, es el Luciano, mi hijo mayor —las miradas de Luciano e Isidora se cruzaron unos segundos y ambos sonrieron

—Mi papá está en la habitación, pasen —pasa Stefani con Luciano, Stefani siente dolor en su pecho al ver a Ángel conectado algunos aparatos

—Hola Nena, estás más hermosa

—Hola Mi Ángel, tu también, mira el es Luciano, mi hijo mayor

—Un gusto Luciano, soy Angel a...

—Un gusto, se quien eres, mamá me habló mucho de ti, y sabes me alegra conocer al hombre que cuido de mi mamá, sin importarle nada —Luciano sentía una pizca de felicidad y dolor a la vez al ver a Ángel frente a él

—Lo volvería hacer, con tal de verla sonreír, y sabes, cuando se fue, ella prometió volver, y mírala aquí está de nuevo

—Si, tarde un poco, pero aquí estoy, Hannah es igual a Isidora

—Si, es hermosa e inteligente, sabes me alegra tenerlos aquí —Angel por alguna extraña razón le gustaba haber conocido a Luciano, creía que tal vez era por qué es el hijo mayor la mujer que más amo en su vida, aunque la mirada de Luciano le recordaba algo, aunque no sabia que es

—Mama los dejo hablar si, iré afuera —Stefani asintio, y Luciano dejo un beso en su frente antes de salir

—Hay algo en el, no se que es, pero me hace sentir calidez —dice Ángel a Stefani, y ella con el corazón en la mano se debatía en su decirle o no la verdad, el estaba en sus últimos días o tal vez horas —quiero pedirte algo nena

—Lo que quieras, dime

—Que lleves a Hannah contigo, no la dejes sola, su hermana está en España, hace un par de semanas que no sabemos de ella, solo supimos que salía con un chico, pero es todo —las palabras de Angel ponían en alerta el instinto maternal, o tal vez su instinto Grecco, de que la vida es complicada, y realmente el mundo es muy pequeño

—Ella si es tuya

—Si, Hanzel es sangre de mi sangre, me hubiera encantado despedirme de ella, mi única hija de sangré, Hannah es mi hija del corazón y la amo —Stefani sintió una punzada al oir eso, no podía traerá a Hanzel en unas horas, pero si podía darle el gusto de despedirse de su propia sangre

—Necesito confesarte algo —Angel la miro intrigado, por el cambio de su voz, tomo su mano y sonrió —hace años, cuando me fui, llegué a Italia con algo que me recordara a ti toda la vida, me recordaria al hombre que siempre estuvo para mí, sin importar nada, sin importar las mil tormentas que venían conmigo, y sabes soy feliz por qué un pedazo de ti, siempre vivirá en mi, y lo tengo a diario conmigo, puedo verlo cada mañana, cada tarde, noche, me recuerda a ti en muchos aspectos —Angel sonreía con la más mínima esperanza a la confesión de Stefani, algo que por años soño, aunque siempre se quedó a si, por qué el decidió alejarse de ella, para que fuera feliz —Luciano es tu hijo, mi mayor orgullo, lleva tu sangre —las lágrimas de Angel se escapaban y una sonrisa boba se dibujo en su rostro —verlo ahorita, es como verte a ti de joven, en muchos aspectos es como tu

—Tiene tu mirada, y sabes que me hace feliz saberlo, siempre soñé con que tú me dieras algo a si, aunque lo creía una posibilidad muy lejano

—Ya vez que no —platicaron de todo y nada, sobre cosas de Luciano, que poco después se unió con Hannah a la conversación, Ángel sonreía, y reía de lo que le decía Luciano, de su madre —y sobre la promesa, te juro amarla y cuidarla como mía, y te juro traer a Hanzel de regreso a casa —ya por la noche, todos descansaban, a excepción de Stefani, que sentía algo extraño en ella, una sensación diferente, algo le alertaba peligro, pero no sabía por qué

—Mamá son casi las 3 de la mañana

—No puedo dormir, después de años, me acostumbré a dormir con tu padre a mi lado

—A de estar igual o peor que tú, conociendolo

—Si, creí eso, pero no responde

—Ahora que lo dices, Saskia ya no respondió —la alerta de peligro sonó en los dos celulares, La mirada de Stefani y Luciano, mostraba miedo, dolor, preocupación

—Levanta a Hannah, le diré a Fernando que necesito que trasladen a Angel a Italia, debemos volver, está alerta solo significa una cosa, y tú padre no responde, maldición.... horas después, casi amanecía, Iban rumbo a Italia en el Jet privado, que Fernando acondicionó para trasladar a Ángel

—Nena me dirás que pasa

—Mira, tal vez a estas alturas ya sepas la verdad, pero ser Grecco es pertenecer a una de las mafias más grandes de todo Italia

—Y ser un Russo Grecco, es pertenecer a dos de las más grandes e importantes Mafias, al igual que ser un Luchesso Russo —Hannah miraba sorprendida, y angel solo asentía, ahora que lo confirmaba

—Y las cosas no estaba bien, pero necesitábamos venir a verte, y con lo que me dijiste de Hanzel , creo tener una sospecha, espero equivocarme, por qué si no, juro por lo más sagrado que tengo, que los haré pagar, igual o peor que con Damián y Carmen —Hannah solo escuchaba atenta y la mirada de Luciano se perdía por la ventanilla del jet, perdido en sus pensamientos, pensando en sus hermanas y prima, con miedo a que estuvieran en manos de esa gente, el miedo de no poder protegerlas como siempre les dijo lo invalida, llegaron a Italia y era de noche, Fernando los ayudó y llevo hasta la mansión, la cual estaba sumida en un silencio profundo, hasta que voces provenían del despacho y algo rompiéndose puso en alerta a Stefano y Luciano —que instalen a Angel con todo y llama al médico, también instalen a Hannah en una de las habitaciones del área de mis hijos, nada de habitación de huéspedes —Luciano tomo la mano de Hannah y le dejo un beso en la mejilla

—Descansa, y el fin saldremos a pasear lo prometo, y conocerás a las mujeres de mi vida —le dedicó una sonrisa y entro al despacho con su mamá, viendo a sus tíos, y padre, con las venas alteradas casi a explotar

—A quien tienen —grito Stefani al entrar

—Saskia e Isabel —Luciano sintió un balde de agua al oir eso, su mundo se desmoronó, y golpeó la pared sintiéndose mal por no protegerlas como se los dijo.