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Renaci En El Cuerpo De La Emperatriz Sumisa

Renaci En El Cuerpo De La Emperatriz Sumisa

Status: Terminada
Genre:Venganza de la protagonista / Magia / Atracción entre enemigos / Traiciones y engaños / Batalla por el trono / Reencarnación / Completas
Popularitas:867.2k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Milagros Perez

Catalina una joven hija de un ex convicto, creció sin madre con una crianza llena de armas y entrenada por su padre desde niña, decidió no seguir sus paso cuando su padre fue arrestado, arreglándose sola a los 18 años,terminó sus estudios alistandose al ejército.
Pero su vida dio un giro al morir en combate, reencarnando en la protagonista Eludy Volcania de su libro que nunca le gustó, donde la Emperatriz era sumisa a su esposo, quien siempre se mostró el " Gran hombre y esposo" terminando ella con un final colgada frente a todos para ser decapitada.

- Maldita sea, soy la Idiota de la Emperatriz ¿ Porque ella? - Maldecía mientras gritaba al cielo

NovelToon tiene autorización de Milagros Perez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Mejor aliada que enemiga

Faltaba solo una semana para el debut. Después de encontrarse con el Primer Príncipe y entregarle una hermosa arma ―que había mandado a hacer, apenas se enteró de que le gustaban― Eludy mando a Nyx ese mismo día con él. Descubrió que, en sus días libres, disfrutaba del tiro al blanco, pero de un estilo bastante “rudo”.

—Vaya… así que el Primer Príncipe se cree vaquero —rió mientras cerraba la caja donde traía el arma.

Eludy conocía muy bien las armas. Mandó a fabricar una con un disparo certero y un buen agarre para hombres. Su padre en su vida anterior le había enseñado todo, y el ejército solo había reforzado ese conocimiento.

Jef bajó del carruaje y abrió la puerta de Eludy frente al castillo real de los príncipes.

—Muy bienvenida, Lady Eludy —saludó con reverencia el mayordomo—. Mi señor la espera.

—Muchas gracias, señor… —dijo ella, dejando la frase en pregunta. El mayordomo quedó sorprendido de que le consultara su nombre.

—Mi nombre es Augustus, Lady. ¿Necesita ayuda? —intentó tomar la caja, sonriendo.

—Mucho gusto, Augustus. No es necesario, soy muy fuerte —sonrió, avanzando hacia la entrada.

(Qué joven tan dulce y tan segura de sí misma. Sería perfecta para mi señor) pensó Augustus.

Cristofer apareció en ese momento. Su porte de heredero era imponente, reforzado por su cabello rojo y sus ojos similares, intensos como rubíes.

—Señorita Eludy, sea bienvenida. El té nos espera —dijo de manera directa, casi apurada. Augustus lo miró con vergüenza ajena.

—Espero no estar molestando, Majestad. Debe estar ocupado —dijo al notar su semblante tenso.

—No es molestia, Señorita —respondió con una sonrisa falsa.

Eludy soltó una risa suave.

(Se nota a kilómetros que soy un estorbo.)

Los sirvientes sirvieron el té. Cristofer movía la pierna sin parar. Eludy levantó una ceja.

(Parece que no soy la única presionada.)

—Bien, a lo que vine —dejó la caja sobre la mesa y se levantó de golpe—. Lo noto muy apurado, Majestad, así que no le robaré tiempo. Solo vine a entregarle mi agradecimiento. Me retiro.

Hizo una reverencia. Cristofer quedó en shock. Primero miró la caja, luego a Augustus, quien lo miraba con una expresión de “¡Síguela, inútil!”. Él bufó y fue tras ella.

—Señorita Eludy, disculpe mi actitud. No quise hacerla sentir un estorbo —dijo, aunque por dentro pensaba (pero sería bueno que se fuera...).

—Majestad, con todo respeto, pensé que era directo en todos los sentidos. Veo que solo en ocasiones especiales lo es —respondió fríamente—. Mi agradecimiento ya está hecho. Así que le haré el favor de no molestarlo más.

(Ni volver a verlo si se puede.)

Subió al carruaje.

Cristofer quedó con la palabra en la boca. Nunca había conocido a una mujer tan confiada como para hablarle así. Solo rió de forma ladina.

—Mi señor, eso fue muy maleducado de su parte —regañó Augustus, entregándole la caja.

—Sí, pero no creo que le afecte. No parece importarle —dijo. Miró la caja—. Deshazte de esto. No pienso comer cosas dulces.

—Pero… no hay nada dulce —respondió Augustus con una sonrisa burlona.

Cristofer arqueó una ceja. Tomó la caja y, al abrirla, quedó con los ojos muy abiertos antes de soltar una carcajada.

—Esa mujer sí que es sorprendente —dijo animado, probando el peso del arma—. Y sabe demasiado sobre armas, me temo.

—Augustus, quiero saber más sobre la joven. Creo que sería mejor tenerla como aliada, ¿no lo crees? —dijo caminando hacia el jardín, fascinado con el arma.

Augustus sonrió con astucia. Su intuición sobre la joven Eludy, al parecer, no estaba equivocada.

---

En los días restantes, Eludy vigilaba a Celia y Antonio. Ya no se reunían tan seguido desde que Carlos recibió los papeles. Estaba distante con Celia y no le permitía entrar a la oficina.

Celia estaba al borde de los nervios. Sus robos empezaban a fallar, varios hombres que había contratado estaban encarcelados, y no podía entender qué estaba pasando.

—Me delatarán… si no los mato —balbuceó—. ¿Alguien me vio esa noche? ¿O ese maldito de Antonio me entregó? —se decía en voz alta, furiosa, caminando por su habitación—. (La mocosa estuvo tranquila en palacio…)

Miró por la ventana y vio a Eludy leyendo mientras tomaba té.

(No puede ser ella. No es tan inteligente ni tiene agallas…) Se tocó la frente, desesperada.

(Entonces es ese maldito. Quiere sacarme del juego…)

Mientras tanto, en un rincón oscuro de su armario, unos pequeños ojos rojos escuchaban todo.

---

—Qué hermoso día… —suspiró Eludy, disfrutando el aroma de las flores—.

(Necesito encontrar la forma de que el Duque se entere de Antonio.)

Con los ojos cerrados, sintió el sol en su rostro.

(Al menos la arpía menor está ocupada eligiendo vestidos, y la mayor debe estar en catarsis por no saber quién la delató.)

Soltó una risita.

—Mi niña —escuchó la voz de Carlos detrás de ella—. Te quemarás ese hermoso rostro —dijo sonriendo.

—¿Padre? ¿Viniste de visita? Me alegra mucho —dijo, abrazándolo.

—Paso de camino, cariño. Te traje algo —se sentaron detrás de un arbusto para que nadie los viera—. Toma, es la llave de la oficina —sonrió, colocándola en su mano.

—Ay, padre, qué emoción. No veo la hora de trabajar a tu lado y ayudar al reino, e irnos al palacio Imperial —dijo ilusionada.

—Ya falta poco, cariño —se levantó—. Venía solo a eso. Debo seguir mi camino. Me alegró verte. Saluda a tu hermana, no la encontré hoy —comentó preocupado.

—Está con sus amigas, padre. El debut la tiene emocionada. Ya falta poco —respondió sonriente.

Carlos le dio un beso en la frente y se retiró.

—Nyx.

“Dime, vieja.”

—Guarda esto muy bien —le entregó la llave. Nyx asintió y desapareció.

---

Los días pasaron. Eludy entrenaba todas las tardes, hasta la noche. Logró crear fuego en sus manos y transformar materiales en lava. Sus cuerpos de sombras hechos con ceniza estaban cada vez más perfectos. Dominaba la espada y las armas sin problema.

Jef le consiguió a un entrenador retirado para manejar la espada: un antiguo general de unos setenta años muy respetado.

Eludy le daba batalla sin miedo. El hombre, a pesar de su edad, no era débil, pero ella lo derrotaba en lucha cuerpo a cuerpo la mayoría de las veces. Era extraordinario para él ver a una mujer así.

—Señorita, mi entrenamiento con usted ha terminado. En mis setenta años jamás conocí una mujer con más fuerza que un hombre.¡ Es extraordinaria !—dijo con orgullo, reverenciando.

Eludy, feliz, sentía cariño por el general David. Él le recordaba su vida en el ejército.

—Fue un honor tener al mejor general como entrenador —sonrió cálidamente, dándole un pequeño abrazo. El hombre quedó sonrojado, apenas pudiendo asentir.

—Pero todavía nos tiene a nosotros, viejo —dijo César, dándole un puñetazo amistoso.

—¡Ustedes son una vergüenza! —gritó David, agarrando ahora a Luis, quien se reía—. ¡Y tú tampoco te quedas atrás, bueno para nada!

Eludy reía, mientras Jef negaba con la cabeza viendo a sus hijos comportarse como niños.

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Llovera Dairilin
excelente trabajo 👏 👍
Isis Zeraus Legna
todo es largaba. y todas las sonrisas son ladinas. sería bueno enriquecer su vocabulario.
Mary
y ella como puede tener un padre tan estúpido como tú
Cecilia Romero
gracias x está hermosa historia q son las q me gustan donde hay amor amistad sincera y venganza donde la protagonista me la hacen fuerte guerrera felicidades
Cecilia Romero
muchas felicidades hermosa historia x suerte encontré está historia como me gustan x q ya estaba aburrida de leer las historias que me gustan me las se de memoria ja
Naile Torrealba
me encantaría una segunda parte ok saludos 💋 y éxitos
Yanith Córdoba
sonríe ( ladino )
o se porque pero pareciera que le pagarán por colocar esa frase que incómodo ya se me hace ha mi en lo personal
Naile Torrealba
espero su publicación y que sea tan buena como esta ok saludos 💋
Violet Bonilla
que hermosa me encanto
Kaori
muy bella historia gracias
Kaori
solo faltó el nacimiento, los meses pasado y tuvieron un hijo o dos hijos
Kaori
🤣🤣🤣🤣 así quien se muere
Kaori
que no era adoptada
Kaori
de armario de convirtiendo en habitación
Kaori
en realidad si se parece a una igual o que
Kaori
si como No y a la mera hora se dejó engatusar por esa zorra que le hizo dando y llora por ella 😡😡
Kaori
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣 pobrecito
Kaori
mmmmmm
Kaori
jummm
Kaori
desgraciado tras que le robó el primer beso a la y boba de la emperatriz por caliente ahora la dejo plantada jumm bueno hay está Azazel
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