La saga continúa.
Megan logró superar el dolor con la ayuda de su familia, a la que por fin recuperó. Ahora que su amor por Elliott dejó de ser prohibido, está dispuesta a todo por protegerlo a él y a su bebé en camino, y esto solo hace que su camino a la venganza contra Alphonso y la falange oscura se complique más, ya que debe cuestionarse sobre que futuro quiere para su bebé.
Con la constante amenaza de Alphonso y la de un enemigo mayor sin rostro, deberá aliarse con cualquiera que quiera ayudar.
También está la aparición del verdadero padre y hermano gemelo de Elliott, quienes no sabe si son enemigos o aliados; ellos tienen secretos que pueden cambiarlo todo.
Megan deberá enfrentarse a un gran dilema entre su sed de venganza o el amor.
Pero en este juego de sombras y traiciones nada es lo que parece y al final descubrirá que su mayor enemigo no es Alphonso, sino algo más grande detrás de todo.
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Invitación y más sorpresas
Elliott y Megan se encuentran en el apartamento que tiene lejos de la mansión; el lugar es amplio e iluminado, la decoración es de color negro y blanco, hay cuadros con arte en tonos oscuros y sofás de cuero negro. Las escaleras son de color negro y una que otra lámpara está en tono gris. Megan está sentada en el sofá principal; a su lado, su padre y su hermano Xander.
"Te sientes bien, preciosa". Xander toma su mano y posa la otra en su vientre; este está un poco grande ahora.
"Sí, Xander, estoy bien". Él observa su vientre y sonríe divertido.
"¿Estás segura de que solo tienes tres meses? Es que está como grande". Elliott se acerca; viene con una taza de lo que parece ser sopa en las manos.
"Deja de estar sobando a Elza que no es masa". Se acerca y le entrega la sopa en la pequeña mesa de cristal; su cara seria y su ceño fruncido no pegan con sus actos cariñosos.
"Pero sí, amor, es normal que tu barriga esté tan enorme si solo comes cosas ligeras". Xander no aguanta las risas.
"Sí, claro, comes solo monte y pasto". Elizabeth se acerca a su hijo y le da una palmada en el brazo.
"Es normal, Elliott, Elizabeth también tenía su barriga grande cuando quedó embarazada". Alexander se acerca a su hijo colocando su mano en el hombro de él.
"Al parecer solo querían que tú te enteraras para comenzar a crecer". Elliott sonríe de lado y la besa.
"Son como el padre, se hacen notar"; la arrogancia en él es notoria al hablar.
"Bueno, termina tu sopa, te estás tardando". Megan observa la sopa y arruga su cara.
"No tengo hambre, cariño, ya comí hace rato". Xander se acerca a su rescate.
"Cierto, Elliott, mejor voy por un jugo de zanahoria y brócoli, ¿te parece, princesa?" Megan lo observa y asiente.
"De acuerdo, solo quiero que te alimentes bien; en un rato llegarán esos hombres". Megan lo abraza por el cuello.
"Lo sé, estamos aquí, enemigos o aliados, sabremos cómo llevarlos". Elliott la besa y Xander va directo a la cocina del apartamento y comienza a pelar zanahorias y a dejar restos de brócoli a la vista; luego toma chocolate, galleta y Nutella para prepararle la bebida favorita a su pequeña princesa.
Una vez listo, oculta la evidencia y echa el líquido en un envase térmico de color oscuro que tiene un pitillo plástico.
"Aquí está hermosa". Enseguida, Alexander llama a Elliott para que se aleje de Megan y no le pegue el olor porque él sabe bien que ese recipiente no tiene más que la malteada favorita de su hija.
"Elliott, quiero hablar contigo sobre algo". Elliott se aleja hasta otro sofá con su padre mientras este le comenta que no importa si él quiere conocer a su familia biológica; él siempre estará allí, aunque solo lo hace para despistarlo.
Megan no aguanta la risa mientras disfruta la rica malteada.
"Gracias, príncipe", le susurra, y Elizabeth no aguanta las risas; sus hijos son terribles.
"Lo que sea por mis tres tesoros", le susurra Xander.
"Esos pequeños no pueden ser más consentidos y aún no han nacido", comenta su madre.
"Quiero regresar a la OMSG madre, estar encerrada, me agobia", niega Elizabeth.
"Por el bien de tus nenes deberás quedarte; tienes muchos enemigos que no dudarán en querer dañarlos". Megan sabe que es cierto, pero le cuesta dejar que la defiendan cuando jamás recibió ayuda y protección.
"Listo, hermoso, toma la evidencia". "Se burla Megan, y Xander toma el envase para ir a lavarlo. Elliott es un controlador de lo peor y vive llamando al doctor para saber qué debe comer una embarazada; vive dándole cuanta ensalada y crema es recomendable.
Los hombres de Elliott lo llaman y le avisan que están entrando dos camionetas. De inmediato comienza a darles indicaciones a sus hombres.
"Revísalos, que solo entren el llamado Vitaly y Viktor y si uno de ellos se verá como yo, ninguna palabra sobre esto". Megan lo observa y se acomoda para ver la función.
"No los dejen entrar con armas; a los guardaespaldas, mantenga los vigilados", vuelve a decir Elliott a través de su teléfono.
"Entendido, coronel, ya están entrando", avisa el guardia y se acerca a los hombres. Una de las ventanillas de las camionetas se baja y el guardia observa a los hombres dentro; efectivamente, uno es mayor, como de cincuenta años, un poco canoso, pero está muy bien conservado. El otro es su jefe, Elliott, pero con sus ojos diferentes y su cabello un copo despeinado.
"Solo entrarán ustedes dos y sin armas, órdenes de la jefa", dice, y los hombres asienten. El auto entra a las instalaciones y ambos hombres se bajan del auto.
"Necesito revisarlos". El hombre mayor asiente; aunque es arriesgado, confía en Valeria.
"Si no salimos o avisamos en un rato, este lugar estará en llamas". El hombre asiente y acompaña a los hombres hasta la puerta del apartamento; los demás hombres también se sorprenden por el hombre igual a su jefe, pero no dicen nada.
"Por fin veré a mi futura esposa". Sonríe Viktor y su padre se ríe.
"Sigo pensando que sería una excelente madrastra". El guardia detrás de ellos piensa que son un par de ingenuos que no conocen a Elliott McGarrett.
Viktor toca el timbre y la que abre es una mujer de unos treinta años; los hace pasar y la sonrisa de Viktor es enorme al ver a Megan sentada en el sofá. Tiene una blusa un poco pegada y un pantalón color crema, unos zapatos bajitos y su cabello suelto. A su lado, un hombre parecido a ella, como de cuarenta y tantos años; del otro lado, una mujer que es su copia, pero más adulta, y otro joven más, también rubio, como de veintitantos años.
Megan los observa a ambos y sonríe con cordialidad. El primero en acercarse es Vitaly.
"Hermosa Valeria, pensé que nos había mentido". Megan niega y el hombre le da la mano, aunque Alexander lo mira fijamente.
"Perdón, mucho gusto, soy Vitaly Sakarov". El padre de Elsa le da la mano.
"Alexander McGarrett, padre de Eliza", observa a su hija y el ruso frunce el ceño.
"Creo que te diré camaleón, ya que te llamas Valeria, Leyenda, Megan y ahora Elza". Megan sonríe y él observa a Elizabeth.
"Usted debe ser la madre de esta hermosura". Estira su mano y Elizabeth también.
"Elizabeth McGarrett". El hombre asiente y observa a Xander, quien solo le asiente con su cabeza, manteniéndose de pie y alerta a su lado.
"Siéntese, señor Vitaly", lo invita Megan y Viktor se acerca. Elizabeth no puede dejar de verlo; el parecido es increíble, parece que fuese Elliott en cuanto a físico.
"Mucho gusto, soy Viktor Sakarov, hijo de Vitaly. Es un placer conocer a la familia de mi futura esposa, porque si están aquí es porque aceptaste mi anillo, ¿cierto?" Sonríe y Megan no aguanta la risa; sabe que Elliott debe estar que explota.
"Querían respuestas y lo llamé para dárselas; no necesitan de La Piovra para obtener información", dice y Vitaly se ríe.
"¿Ves, mocoso? Te dije que a Valeria le gustaban con más experiencia". Elizabeth solo dirigía su mirada hacia su esposo; esto no terminará bien con esos comentarios sobre su hija.
Viktor coloca mala cara y de nuevo observa a Megan.
"Sí, mi querida Valeria, vine por respuestas. ¿Te gustó el anillo? "Ya tienes una fecha", pregunta con sorna. Tiene puesto un pantalón negro y una camisa de manga larga negra sin corbata; su sonrisa es enorme y arrogante.
"Creo que ya sabías que tenía pareja". Él se ríe; la arrogancia y seguridad lo hacen ver guapo.
"No sé quién sea y no me interesa, soy tu mejor opción, no hay nadie igual a mí", dice con arrogancia y una voz gruesa, ronca y llena de rabia contenida que resuena detrás de ellos, causando una sonrisa burlona en Xander.
"No soy igual, pero sí mucho mejor". Ambos hombres voltean y quedan de piedra al ver al doble de Viktor, pero mucho más imponente.
SORPRENDENOS!!! Con el final que se viene con esta novela
Gracias por regalarnos siempre información de calidad, diferentes tramas, no te encasillas, no escatimas en entregar tu tiempo a lo que te apasiona, y pones todo tu amor a la escritura, haciéndonos parte de tu obra, nos haces reflexionar, entender diferentes tópicos, pasar por todas las emociones habidas, tanto así que amamos a algunos personajes o lo contrario odiando a otros y hasta deseando su muerte en algunos casos.
Sigue cosechando éxitos, que tus fieles lectoras te acompañamos!!
* ESPERO POR SABER EL TIPO DE BODA DE ESTAS "ALMAS GEMELAS"
Esa es la GRAN PREGUNTA 🤔
A veces puede resultar lógico tomar la justicia por mano propia 🤯🙈