Me Odio Por Amarte

Transcurren dos semanas desde la llegada de Sophie y Aitana a Londres. Ya la niña lleva el apellido de su papá,.el acuerdo ha sido firmado y ha comenzado a asistir a la escuela. Al ser tan pequeña le ha resultado sencillo adaptarse.

Sophie recibió una propuesta de trabajo de la misma escuela en donde estudia su hija y no le queda la menor duda de que Aiden movió sus influencias. Acepta el trabajo sin reparos, más no deja de ser molesto vivir a la sombra del padre de su hija.

Ximena siente que su relación poco a poco vuelve a la normalidad y este fin de semana por fin conocerá a la familia de su novio y a su hija.

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Ava se dispone a viajar para conocer a su sobrina.

- Cuídate mucho, amor. Y cuida de nuestro bebé- le pide Lorenzo mientras acaricia su vientre.

- Despreocúpate, estaremos bien. Recuerda que también mis padres viajan.

- Sí, pero no es fácil hacerse cargo de dos niños en tu estado. Me gustaría viajar con ustedes, es más, cancelaré mi reunión.

- Exageras, estoy embarazada, no enferma y hasta hoy no he tenido problemas. De hecho ha sido el embarazo más fácil que he tenido, este bebé es muy bien portado. No voy a permitir que canceles una reunión tan importante.

- Nuestro hijo o hija es igual de bien portado que su padre. ¿Estás segura de que puedes viajar sola?

- ¡Qué modesto!- expresa y lo besa con ternura- Te repito que mis padres estarán allá, no tienes nada de que preocuparte.

Ava recibe un mensaje de sus padres.

- Parece que tus suegros son igual de aprensivos que tú. Dice papá que vendrán en el Jet privado por nosotros y así llegamos juntos a Londres.

- Perfecto, eso me deja más tranquilo. Cambiando de tema, ¿has pensado en la conversación que tendrás con Sophie?

- Demasiado y aún no tengo clara mi postura. Si bien me dolió que se marchará así, debo escuchar sus razones y tratar de comprender. Por otro lado, no sé si pueda manejar mis emociones correctamente. Ella formaba parte de la familia, cuidó de Connor desde que era un bebé y no entiendo como pudo marcharse así sin darnos una explicación.

- Recuerda que no debes alterarte, es por el bien de nuestro bebé.

- Intentaré mantener la serenidad, te lo prometo.

- Ok, ahora ven y consiente a tu marido.

Lorenzo la toma en brazos y la lleva al dormitorio en donde hacen el amor.

Samantha y James llegan a Roma el jueves por la mañana y se trasladan de inmediato a casa de su hija, quien los recibe emocionada.

- Princesa, luces hermosa.

- Gracias, papá.

- No es muy notorio el embarazo aún, cariño.

- No, mamá, este bebé ha decidido mantenerse oculto un poco más de tiempo que sus hermanos.

- En realidad llevas poco tiempo de gestación, ya veremos en un par de meses.

Pasan a la sala de estar y siguen conversando, el tema principal: Aitana y su mamá.

- ¿Tu hermano te ha comentado algo sobre la situación con Sophie?

- Nada, papá. Lo conoces, es muy reservado.

- Eso lo sabemos, pero en estos años dejó muy claro el resentimiento que siente hacia ella y ahora supongo que se ha incrementado.

- También lo creo así. Sin embargo, debe de trabajar esos sentimientos, tienen una hija y él ya se encuentra en otra relación.

- Por fin conoceremos a esa chica.

- Sí, papá. Todos sentimos curiosidad.

- Siendo honestos, hija, ¿crees que ya no sienta nada por ella?

- Yo lo dudo, mamá. Pienso que no la ha superado y eso me preocupa.

- Pensamos lo mismo.

Siguen charlando hasta que Camila despierta de su siesta y exige la presencia de su mamá. Al ver a sus abuelos cruzar la puerta de su habitación grita de alegría.

- Ven aquí, preciosa- Samantha la toma en brazos y la llena de besos que provocan una sonora carcajada de la pequeña.

- Suficiente, ven con el abuelo.

- A estos niños siempre les sobran brazos- asegura Ava.

- Así debe de ser y lo mismo sucederá con ese pequeño o pequeña que está próximo a nacer- responde James.

- Es una lástima que no hayamos podido disfrutar de los primeros años de Aitana, he visto fotos y es muy parecida a tu hermano.

- Sí, que pena. Pero ahora podrán consentirla todo lo que quieran, mamá. Y quizá Aiden se decida a casarse pronto con Ximena y tengan un bebé.

- Tú y yo sabemos en el fondo que eso no sucederá.

- Mi vida, no he adelantes a los hechos. Nuestro hijo puede darnos la sorpresa.

- Mamá nunca se equivoca.

James sabe que su hija tiene razón, Sam no se equivoca.

Lorenzo se encarga de recoger a Connor del colegio y llegan a casa para comer con los abuelos.

El pequeño los ama y está feliz de verlos.

- Mi niño hermoso, cada día estás más grande.

- Te extrañaba, abuelita.

- ¿Y a mí?

- A ti también, abuelo.

Lorenzo saluda cariñosamente a sus suegros y pasan al comedor. Durante la conversación hace hincapié en lo mucho que le preocupa la salud de su esposa.

- Despreocúpate, Lorenzo. Yo me encargo de que mi princesa no se exceda.

- Te agradezco, James. No me gusta que viaje en su estado.

- Hombres tenían que ser, ustedes exageran.

- Pienso lo mismo que mamá. No me va a pasar nada. Estaremos fuera únicamente el fin de semana.

- Amor, hazme caso, por favor. Hace años tuviste una mala experiencia estando embarazada de Connor.

- Mi vida, eran otras circunstancias.

- Aún así no dejo de preocuparme.

- Lorenzo tiene razón, princesa. Nunca está de más extremar los cuidados.

- Ok, están imposibles. Me rindo.

La mañana siguiente parten rumbo a Londres. Lorenzo se encarga de llevarlos al aeropuerto y le da miles de indicaciones a su esposa.

Aiden los recibe acompañado de Ximena.

- Bienvenidos. Mamá, papá, hermama, les presento a Ximema, mi novia- dice sin más preámbulos.

- Mucho gusto- la saluda Samantha con un abrazo y un beso- Por fin nos conocemos.

- Un gusto Ximena- saluda James.

- He escuchado mucho de ti- comenta Ava- Un placer conocerte.

- El placer es todo mío, Aiden siempre me habla de ustedes y moría por conocerlos. Este niño tan guapo debe de ser Connor y está princesa Camila.

Connor suelta la mano de su madre y saluda a la novia de su tío con total propiedad.

- Me da gusto conocerte, Ximena y sí ella es mi hermanita Camila- señala a la pequeña que va en brazos de su abuelo.

- Tienes unos hijos hermosos, Ava.

- Gracias.

- Vamos, los invito a almorzar.

- ¿Cuándo conoceremos a Aitana, tío?

- Por la tarde, campeón.

Durante el almuerzo, Samantha y James evitan mencionar a Sophie y se centran en saber más sobre la novia de su hijo.

Ava se involucra en la conversación, pero con dos niños que atender no puede participar tanto como quisiera.

- Yo me despido, debo volver a la oficina. De verdad me encantó conocerlos.

- Espero que nos veamos mañana, Ximena.

- Claro que sí. Ava, niños, nos vemos.

- Avísame cuando llegues, por favor- solicita Aiden.

- Sí, amor.

La observan marcharse y es Aiden quien toma la palabra.

- ¿Qué opinan?

- Se nota que es una buena chica y sobre todo que está muy enamorada de ti. Ahora la pregunta es: ¿tú estás enamorado de ella?

- Mi amor, no creo que debas cuestionar algo así.

- Al contrario, debido a la situación, es primordial saber esto.

- Estoy enamorado de ella, mamá.

- ¿Y qué pasa con Sophie?- pregunta Ava.

- Ella es solo la madre de mi hija, mis sentimientos por ella murieron hace mucho tiempo.

- Disculpa a tu madre y a tu hermana, hijo. Eres un adulto y estoy seguro de que sabes perfectamente lo que quieres y lo que sientes.

- Gracias por el voto de confianza, papá. Ustedes deberían de hacer lo mismo y no cuestionarme así.

- Tienes razón, hijo. Fue imprudente de mi parte, entiende que me preocupo por ti y quiero que seas feliz.

- Lo sé, mamá y créeme si te digo que soy muy feliz con Ximena.

- También me disculpo, hermanito.

- Aprecio sus disculpas y también entiendo los motivos por los cuales me preguntan esto. De verdad no tienen por qué preocuparse.

Del restaurante se dirigen a la casa familiar. Lorenzo le hizo prometer a su esposa qué se quedaría con sus padres para qué la ayudarán con los niños y debe cumplir su promesa.

Con la finalidad de que los niños puedan convivir el encuentro con Aitana será aquí en casa de los abuelos.

La hora de conocer a la pequeña y reencontrarse con su madre se acerca y Ava en particular es la más nerviosa.

Hay tantas preguntas que quiere hacerle, aunque de muchas teme la respuesta. Siendo sincera, lo que teme es su reacción, no quiere juzgarla y mucho menos hacerla sentir más culpable de lo que ya debe sentirse.

Mientras James juega con los niños en el jardín, Samantha y Ava esperan en la sala de estar.

El sonido del timbre anuncia la llegada de sus invitados.