Las Crueldades De Esta Vida

Marcus continua abrazándola por un largo momento. Ella se había puesto a llorar al momento de entrar en el apartamento y él se sintió un poco culpable por haberla hecho venir hasta allí, pero sabe que era mejor que enfrentará todo esto estando con él.

Ella finalmente se aparta y se dirige a la habitación para tomar las ropas que usaría durante el viaje. Marcus la espera en la sala estudiando aquel lugar, tenía un estilo muy propio de ella, paredes en colores neutras y muebles del mismo tono, apenas unos tapetes coloridos daban un brillo diferente a ese lugar. Marcus no logra evitar una sonrisa al ver un tapete rosa con una imagen tierna de algún animal de anime, algo le decía que ella era el tipo de mujer que ve animes en sus tiempos libres.

_Todo listo, podemos ir al aeropuerto.

Viki sale de la habitación con una pequeña mochila en donde llevaba suficiente ropa para pasar un día en Londres y más unos días en caso de que sea necesario.

_¿Solo llevarás eso?

_No estaremos allí por mucho tiempo, además no veo la necesidad de llevar tantas cosas si no las podré usar.

_En eso tienes razón, en ese caso vamos. Por cierto bonito tapete.

Ella observa el pequeño tapete rosa con la imagen de un tierno panda astronauta dibujado al estilo anime.

_Es una pieza única, me gustan las cosas tiernas a pesar de que pienso que no combinan conmigo.

_Creo que en eso no estamos de acuerdo, eres bastante tierna.

Marcus se retira del apartamento para que ella no pudiera ver su cara luego de haber dicho algo tan cursi. Viki se asegura de que todo esté bien cerrado y luego van hasta el carro. Al llegar al aeropuerto se dirigen a la parte vip y rápidamente son atendidos y esperan en una sala privada a que el avión este pronto para salir.

9 horas después ya habían llegado al hotel en el cual se hospedaria durante su estadía en Londres.

_Viki, lamento el problema con la recepción. Esté cuarto con dos habitaciones fue lo mejor que logré en tan poco tiempo de planeación.

_Esto está perfecto, además tenemos dos habitaciones, ambos tendremos suficiente privacidad.

_En eso tienes razón, la reunión será mañana en la mañana. Puedes tomarte el resto del día libre y descansar, ha sido un viaje agotador.

Marcus entra a su habitación y minutos después ella escucha el agua caido, él había ido a darse un baño. Ella aprovecha y hace lo mismo para relajar su cuerpo y vestir una ropa cómoda, estando dentro del hotel no se sentía el frío de la ciudad de Londres. Ella opta por un shorts corto de seda y una blusa manga larga de algodón. Sale de la habitación y se encuentra a Marcus solo con unos shorts y una camisa abierta que dejaban a la vista su cuerpo bien trabajado.

Ella observa rápidamente y luego desvía la mirada para no ser mal interpretada por él.

_Ahi estás, he pedido servicio al cuarto. Si tienes hambre tenemos un poco de todo aquí.

_Eso suena estupendo.

Ambos se sientan en frente a la televisión y disfrutan de la cena, Marcus había notado que ella no se sentía muy bien y trataba de distraerla el máximo de tiempo posible. Al comenzar a comer él le comenta algunas historias de su niñez o como había optado por permanecer en la ciudad en lugar de ir con sus padres a la casa nueva.

Ella lo escucha atentamente y ríe al notar que Marcus había sido un niño muy alegre en su niñez, aprovecho todas las oportunidades que ellos le daban de ser libre y tomar sus propias decisiones, fue con las pequeñas enseñanzas que ellos le daban desde niño que al momento que decidió permanecer en la ciudad en lugar de acompañarlos a su nuevo hogar, fundó su propia empresa y hoy en día es una de las más importantes en todo el país y a nivel internacional.

_Fuiste un niño muy travieso, pero también muy feliz.

_¿Y tu? Me pase la mayor parte del tiempo hablando de mí y aún no se mucho sobre ti.

_Me vi en la necesidad de madurar a temprana edad, al ser siempre obligada a escuchar como mis padres discutían debido a malos hábitos que ella tenía fui consciente de que no quería ser igual a ella. Mi padre quedaba en casa llorando luego de cada discusión, se desvelaba esperando que ella volviera a casa a salvo. Al día siguiente salía temprano para trabajar y sustentar a su pequeña hija. Durante una de esas peleas ella se marchó y me acerque a él, le pedí que dejara esa vida, que dejara de sufrir por una persona que no desea mejorar. Así lo hizo unos meses después ambos se divorciaron, hoy él es un hombre feliz, con un trabajo decente y tiene a su lado una mujer que lo apoya, pero sobre todo que lo ama.

_Has sido una mujer fuerte, cuando te vi la por primera vez me diste la impresión de ser una mujer cariñosa, pero con carácter fuerte. ¿Has sabido algo de tu madre?

_De vez en cuando me llama o manda mensaje pidiendo dinero prestado, dice que al ser su hija tengo la obligación de mantenerla, de cuidarla y darle sus gustos. Toda vez la bloqueo y me vuelve a buscar de un nuevo número. La dejé bajo cuidados de profesionales para que fuese capaz de acabar con los vicios, apenas tuvo la oportunidad de salir fue a un bar a perderse en la bebida.

_No puedes obligar a las personas a mudar.

_Nadie muda si no la persona no desea hacerlo.

Ambos continúan hablando perdiendo la noción del tiempo.