Para los que les gusta leer novelas de mucho erotismo, s*xo liberal.
Todo empieza cuando en un día con lluvia un rayo le quita la vida a la madre de Paola, desde ese día comienza su miedo a la lluvia.
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OFICINA
Paola se cambio y salió con Loli, compraron la receta y se fueron a casa.
Al llegar las dos mujeres se sentaron en la sala, Loli la miró y dijo.
LOLI: No te preocupes por nada, esta es tu casa, todo lo que hay aquí es tuyo.
PAOLA: No, lo único que yo tengo aquí, es la puerta para salir.
Las dos mujeres reían, Paola estaba clara que no tenía nada, ella no ha trabajado para decir que todo es de ella.
Por otro lado habían dias en los que Daniel se desesperaba, queria dejar todo tirado, porque gracias a eso estaba perdiendo la felicidad de aquel amor que recién llegaba a su vida.
Después de dos meses, Danie no sabia de Paola y tampoco ella de el, ninguno de los dos sabía absolutamente nada el uno del otro. Paola se habia dedicado a sus estudios y a ayudar en la casa para distraerse, sabia que Daniel estaba dedicado a su empresa, ya el se lo habia hecho saber antes de irse, ella entendia su posición; pero Paola no era mucho lo que hacía en la casa, Loli no la dejaba por el embarazo.
Paola ayudaba para distraerse, pero regularmente llegaba a su mente el recuerdo de Daniel, durante algunas noches ella tenia sueños eróticos con el, aveces quería escuchar su voz, pero no había forma de establecer contacto con él, o si lo habia, pero ella entendia que si el no lo hacia era porque tenia sus motivos que era solucionar el problema de su empresa, pero ella moria de ganas por hablar con él, salir de la incertidumbre que tenía y contarle lo de su embarazo para saber ella que reacción tendría él, saber si contaba con él.
El había decidido enfocar toda su atención en los negocios, el podía codearse con los hombres más poderosos del país, ya que había contado con importantes mentores que habían guiado su carrera directamente hacia la cúspide, podía pedir ayuda, pero no, él quería resolver su problema junto a su grupo de trabajo.
Aquel joven retraído y tímido que había crecido en la ciudad, se había transformado en un lobo, dispuesto a devorar a quien se atravesara en su camino o se interpusiera en sus obiba a hacerpero no con mala intención, lo iba hacer con trabajo, mostrando sus capacidades y porque era un excelente empresario.
Daniel invertía mucho tiempo en el gimnasio, entrenando su cuerpo para intentar drenar la tensión acumulada durante él día y parte de la noche, el había logrado construir un cuerpo definido y fuerte, tan fuerte como su espíritu y sus ganas de devorar al mundo de un solo bocado.
El se acordaba de su mujer, mientras cerraba sus ojos para graficar el rostro de Paola en su imaginación, el estaba inestable emocionalmente, ya que no encontraba absolutamente nada que pudiese llenar el vacío de la ausencia de Paola, aveces le daban ganas de mandarla a buscar, pero sabía que ella también tenia unas metas que cumplir y no podia ser egoísta.
Daniel dejó de trabajar por un momento, se tomó un breve receso, se encontraba en su oficina viendo a través de la ventana, intentaba desconectarse del mundo que lo rodeaba para viajar nuevamente a aquellos recuerdos que tanto endulzaban su vida.
Se acordó del día que encontró a Paola tirada en la entrada de su finca, los momentos en donde ella entraba asustada por los truenos a su habitación, y de los momentos que vivieron juntos.
El estaba sumergido en sus pensamientos cuando la puerta de su oficina se abrió, mostrando a la asistente del empresario, quien entró acompañada de una mujer, la cual llevaba un vestido s*xy.
El miró a su secretaria, pero la mujer junto a ella respondió.
— tocamos, pero como no respondiste entramos
DANIEL: Está bien.
la secretaria salió dejando a su jefe con la mujer, ella caminó directamente hacia el escritorio de Daniel, con un paso firme y constante. El llegó a su silla y se sentó, la mujer hizo lo mismo, no sin antes hacer notar su escote, ella logró robar la mirada de Daniel por unos segundos, lo cual fue notado por la chica, quien había escogido aquella ropa con toda la intención de despertar el interés de Daniel. Era una amiga con la que el anteriormente tenía encuentros ínt*mos, era la única con la que el repetía.
La mujer lucía una figura espectacular, con muslos sólidos y voluminosos.
Daniel movió unos documentos, miró a la mujer y dijo.
DANIEL: ¿Que te trae por acá seida? ¿a qué se debe esta agradable visita?
SEIDA: Supe que estabas aquí, y aproveché para venir a visitar a mi amigo.
Ella lo dijo mientras se apoyaba con sus codos en él escritorio de Daniel para darle una mejor vista, el sabía perfectamente que la razones por las cuales ella se encontraba en aquel lugar no era precisamente visita de amigos.
DANIEL: Ah.
SEIDA: Hay alguna mujer en tu corazón.
Daniel mantenía sus ojos fijos en los ojos de la chica, mientras esta paseaba sus ojos de manera periódica desde los labios de Daniel hacia sus ojos.
Daniel se puso de pie y caminó hasta un bar ubicado en el fondo de la oficina, donde se dispuso a servir dos copas con vino, Seida lo miró con ganas de devorarlo y dijo.
SEIDA: ¿Esa mujer te tiene atrapado no?
El sonrió de espalda a la mujer, a su mente llegó la imagen del rostro hermoso de su hermosa mujer, Daniel caminó directamente hacia la chica llevando dos copas en sus manos, le entregó una a Seida mientras extendía la suya para brindar.
Los dos objetos de cristal chocaron suavemente, mientras la chica llevaba la copa a sus labios.
En Colombia estaba Paola asustada por los truenos y acostada en la habitación del servicio junto a Loli, en esos momentos ella deseó que Daniel estuviera junto a ella para estar en los brazos que le brindaba seguridad, eran las 4 de la mañana y ella estaba despierta pensando en Daniel.
En España eran la 12 del día, mientras Paola pensaba en Daniel, y la falta que le hacía, el estaba en su oficina dialogando y brindando con una vieja amiga, pero también pensando en ella.