El día en el que Susan celebraba su aniversario número 25, parecía que todo marchaba bien, pero solo fue el principio de la gran avalancha que se aproximaba. Inesperadamente, lo que Susan no esperaba era que él le pidiera el divorcio, su marido tenía un romance clandestino con una joven de 20 años.
A pesar de la situación, Susan decide seguir su vida y con una sonrisa en su rostro, en el camino se encontrará nuevamente con el amor, un hombre que le hará saber que ella aún sigue siendo una mujer bella.
¿Podrá él ganar el corazón de Susan?
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Cap VI
Amélie conducía hacia el departamento de su padre.
Ava permanecía en silencio tratando de comprender lo que ocurría, desde su punto de vista sus padres siempre se llevaron bien, ella era más apegada a él por eso no entendía lo que pasaba.
_ ¿Qué te ha dicho mamá?, pregunto ella
_ Mamá cree que va a volver, pero hasta departamento busco. No pienso que vaya a volver y lo peor de todo es que no sé que va a pasar cuando mamá sede cuenta de eso. Se nota que está muy afectada, nunca la había visto así.
_ No creí que tuvieran problemas. Aunque hace años que no vivo con ellos desde que me fui a la universidad comentó Ava.
_ No los tenían me fui hace unos meses, me llevaron juntos a la universidad, incluso durante la fiesta de su aniversario se veían bien, también el viaje que hicieron hace unos meses a Europa, ¡sera por eso que le cuesta tanto asimilarlo!. Respondió Amélie.
Era de noche cuando Amélie detuvo el auto a metros del edificio.
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David Cooper se encontraba en su exclusivo Penthouse, hacía unas horas habían llegado de su viaje.
Miró su teléfono y vio que aún estaba apagado.
_ Maldita sea me he quedado sin batería dijo él.
_ Voy a pedir la cena, ¿quieres china, italiana?, le pregunto Chloe.
_ Alguna pasta respondió él resignado.
Había pasado media hora cuando la puerta se abrió.
David Cooper se había quedado petrificado al ver a sus hijas salir del ascensor, Amélie apoyo la caja en el suelo. La mirada de Ava deambulaba por el hall de entrada del Penthouse, reparo inmediatamente en lo bronceado que estaba su padre y no pudo evitar indignarse, él se estaba dando la gran vida mientras su madre sufría.
_ ¿Amor ya llego la comida?, pregunto Chloe que apareció detrás de David.
Amélie miraba a su padre.
_ ¡Dejaste a mi madre por esta golfa!, le reprocho ella indignada.
_ No te permito que me hables así le dijo Chloe.
_ No necesito de tu aprobación y mejor ni te metas conmigo porque te arrastraré del cabello por toda Seattle.
_ Amélie estas en mi casa, te exijo respeto le grito David a su hija.
_ Tu a mi no me exiges nada, ¿acaso respetaste a mi madre?. Vamos Ava no tenemos nada que hacer aquí.
_ ¡Qué decepción contigo papá!, le dijo Ave y salió detrás de su hermana.
Amélie conducía el auto a toda velocidad, intentando encontrar las palabras correctas para decirle a su madre lo que estaba ocurriendo. Ella no podía seguir sufriendo por su padre, él no merecía esas lágrimas, no podía seguir pensando en la posibilidad de que él volviera.
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Luego de la salida de sus hijas, David busco sus llaves para ir detrás de ellas.
_ ¿Piensas ir detrás de ellas?, le pregunto Chloe enojada.
_ Por supuesto son mis hijas y necesito hablar con ellas. No me esperes para comer le dijo David y salió a buscar a sus hijas.
Finalmente, las valijas de David se encontraban en la sala, no quedaba nada de él.
Susan se encontraba en su habitación cuando escucho como frenaba un auto en la entrada de la casa y luego otro.
Decidió bajar a ver quien era, iba bajando las escaleras cuando escucho los gritos de David.
_ Me debes respeto te guste o no sigo siendo tu padre ¿por qué no estás en la universidad?.
_ Respeto, acaso tú tienes algo de respeto por nosotras y estoy aquí porque mi padre decidió abandonar la casa para irse a vivir con una golfa. A ver qué haces con esa, cuando se te acabe el dinero. ¡Porque solo así se explica que esté con un viejo con tú!, le grito Amélie.
Cegado por la rabia David Cooper por primera vez abofeteo a su hija.
_ A mi me respetas niña, no te aguantaré una insolencia más le advirtió él
¡ David! exclamó Susan que había escuchado todo.