Elena Martínez es una mujer que ha construido su vida alrededor de mentiras y secretos. Tras la trágica muerte de su hermano, se ha visto obligada a asumir una identidad falsa para infiltrarse en el círculo más íntimo del enigmático y poderoso Alejandro Montenegro, un empresario con un oscuro pasado. Alejandro, conocido por su frialdad y su habilidad para descubrir la verdad, comienza a sospechar de la nueva integrante de su equipo.
Lo que Elena no esperaba era que sus corazones comenzaran a entrelazarse en un juego peligroso de seducción y engaño. Mientras más se adentra en el mundo de Alejandro, más difícil se vuelve mantener su fachada. Las tensiones aumentan y los secretos que ambos ocultan amenazan con destruirlos.
A medida que la línea entre la verdad y la mentira se desdibuja, Elena deberá decidir entre revelar su verdadera identidad y arriesgarlo todo por amor, o seguir detrás de la máscara que ha creado para protegerse.
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Capitulo 9: En La Oscuridad
Elena despertó al día siguiente con una mezcla de determinación y temor. Sabía que estaba en el punto culminante de su misión, y cualquier error podría ser fatal. Decidió mantener su rutina normal, pero su mente estaba enfocada en los pasos siguientes.
Al llegar a la oficina, notó una atmósfera tensa. Los rumores de auditorías y revisiones internas comenzaban a circular, y la preocupación era palpable. Laura estaba más reservada que de costumbre, lo que solo aumentaba las sospechas de Elena.
Esa tarde, Javier la contactó con noticias urgentes. Se encontraron en su lugar habitual, un parque tranquilo lejos de miradas indiscretas.
—Elena, hemos encontrado algo más —dijo Javier, con expresión grave—. Hay una reunión secreta esta noche. Carlos Ramos y Laura estarán allí, junto con otros implicados.
Elena sintió un escalofrío recorrer su columna.
—¿Sabes dónde será?
Javier asintió.
—Sí, en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad. Es una oportunidad única para obtener pruebas definitivas.
Elena sabía que asistir a esa reunión era extremadamente peligroso, pero también que podría ser la clave para desmantelar la red de corrupción de una vez por todas.
—Iré —dijo, con firmeza—. No puedo dejar pasar esta oportunidad.
Javier la miró con preocupación.
—Ten mucho cuidado, Elena. Esto podría ser muy arriesgado.
Elena asintió, agradeciendo su preocupación. Esa noche, se preparó para infiltrarse en la reunión. Se vistió con ropa oscura y cómoda, y se aseguró de llevar su equipo de grabación oculto.
Llegó al almacén antes de la hora indicada, escondiéndose en las sombras mientras los participantes llegaban. Vio a Carlos Ramos y Laura entrar, seguidos por otros hombres que no reconocía. Esperó pacientemente, sintiendo la adrenalina correr por sus venas.
Cuando la reunión comenzó, Elena activó su equipo de grabación y se movió silenciosamente para obtener una mejor posición. Desde su escondite, pudo escuchar claramente la conversación.
—Hemos logrado desviar fondos sin ser detectados hasta ahora —decía Carlos, con tono autoritario—. Pero necesitamos ser más cuidadosos. La auditoría está acercándose, y no podemos permitirnos errores.
Laura asintió, su rostro serio.
—Estamos tomando medidas para asegurar que todo se vea limpio. Pero hay alguien en la empresa que está husmeando demasiado. Clara Gómez.
Elena sintió un nudo en el estómago al escuchar su nombre.
—Clara es un problema —continuó Laura—. Debemos encontrar una manera de neutralizarla antes de que descubra algo más.
Carlos asintió, mirando a los demás presentes.
—Nos ocuparemos de ella. Pero ahora, necesitamos enfocarnos en cerrar las brechas. No podemos permitir que nada nos delate.
La reunión continuó, discutiendo detalles sobre transferencias de dinero y manipulaciones de documentos. Elena grabó cada palabra, sabiendo que esta evidencia era crucial.
Cuando la reunión terminó, esperó a que todos salieran antes de moverse. Se deslizó fuera del almacén y se dirigió rápidamente a su automóvil, sintiendo una mezcla de alivio y miedo. Sabía que había obtenido la prueba que necesitaba, pero también que su vida estaba en peligro.
Esa noche, se reunió con Javier en su apartamento. Le mostró las grabaciones, y juntos revisaron cada detalle.
—Esto es suficiente para exponerlos —dijo Javier, impresionado—. Pero necesitamos planificar cómo presentarlo sin ponernos en riesgo.
Elena asintió, sabiendo que el siguiente paso era crucial. Decidieron que Javier entregaría las pruebas a las autoridades mientras ella mantenía su fachada en la empresa, ganando tiempo para asegurarse de que todo saliera bien.
Al día siguiente, Elena volvió a la oficina con una nueva determinación. Mantuvo su rutina normal, pero con la seguridad de que la red de corrupción estaba a punto de ser desenmascarada.
Durante una pausa, Alejandro se acercó a ella. Su expresión era preocupada.
—Clara, ¿todo está bien? Te ves más tensa de lo habitual.
Elena lo miró, sintiendo una punzada de culpabilidad por lo que estaba a punto de hacer.
—Estoy bien, Alejandro. Solo un poco cansada. Gracias por preocuparte.
Alejandro asintió, pero no pareció convencido.
Esa noche, Javier entregó las pruebas a las autoridades, y las investigaciones comenzaron de inmediato. Elena sabía que los días siguientes serían críticos.
Una tarde, mientras revisaba unos documentos, la policía llegó a la oficina. Elena sintió su corazón acelerarse mientras observaba cómo los oficiales detenían a Carlos Ramos y a otros implicados. Laura fue llevada esposada, su rostro reflejando sorpresa y traición.
Alejandro se acercó a Elena, su expresión era una mezcla de confusión y alivio.
—¿Clara, sabías algo de esto?
Elena lo miró, sabiendo que era el momento de la verdad.
—Sí, Alejandro. Estuve investigando las irregularidades y descubrí la red de corrupción. No podía decírtelo hasta estar segura.
Alejandro la miró, con una mezcla de admiración y agradecimiento.
—Gracias, Clara. Has salvado a la empresa.
Elena asintió, sintiendo una ola de alivio. Sabía que aún quedaba mucho por hacer, pero el primer paso hacia la justicia estaba dado. En la oscuridad, había encontrado la fuerza para enfrentar sus miedos y desmantelar una red de corrupción, y ahora, por fin, podía empezar a ver la luz al final del túnel.