Un Padre para Mel

Bruna:

No sé cómo me metí en esta historia, pero ver la mirada de súplica de Daniel después de que él hubiera confiado en mí y me hubiera dado la oportunidad me hizo temblar en mis cimientos y tener la certeza de que necesitaba ayudar. Él debe amar mucho a esta Lara y le hablé de todo para que ella vea este amor, hasta llegué al evento y conocí a los padres de Lara, eran un amor, pero cuando mencionaron ese nombre que yo quería olvidar, me trajo recuerdos dolorosos.

—¿Sucede algo?

—No, solo que no me siento cómoda en esta situación.

Él me acaricia la cara.

—Solo quiero que se case sabiendo que estoy bien, pero si te hace sentir tan mal, lo dejamos aquí mismo.

Se da la vuelta para irse, pero yo lo atraigo hacia mí.

—¡No! Puedo hacerlo, solo que no estoy acostumbrada a este tipo de ambientes.

Me sostiene la cara.

—Tienes que acostumbrarte, te harás cada vez más famosa, sobre todo después de ganar el premio.

—¿Crees que voy a ganar? Pero tú también estás compitiendo.

—Tu proyecto es mejor que el mío, confía en ti misma.

Salté de alegría y lo abracé, cuando me di cuenta de mi error, fui saliendo lentamente del abrazo y nuestras miradas se cruzaron y un calor invadió mi cuerpo, él me agarró por la cintura y acercó más su rostro al mío y finalmente me besó.

—Todavía no les había saludado.

Después de ser interrumpidos, nos giramos hacia Lara.

—Felicidades por su boda.

—Felicidades, Yuri, tendrás una gran mujer.

Me incomodó el comentario, y acabo dándome cuenta de que puede reconquistar a su ex y quien va a sufrir soy yo.

—Solo que no tendrá más suerte que yo, que conquisté a la mejor de todas.

—No estamos en una competición, Daniel Colatto, yo amo a Lara.

—Yo también amo a Bruna.

Dejé a los dos solos y me fui a caminar por el jardín.

—¿Todo bien? ¿Daniel ya te ha dejado sola para hablar de trabajo?

—No, señora, está hablando con su futuro yerno.

—Regina, qué bueno que hayas llegado, ven a conocer a tu nuera.

—¿De qué se trata esto, Rebeca? Daniel no me ha dicho nada.

—Es la noticia del año.

La señora Colatto me llenó de preguntas y quedó encantada conmigo, ya está haciendo planes de futuro y yo me sentí aún peor por engañar a la corte cuando la mujer a la que ama es Lara, miente con maestría.

—¿Huyendo de mí?

—Huyendo de tus mentiras, pero es tarde, no puedo dejar a mi hija sola más tiempo.

Me deja en la puerta de casa y despido a Joana y voy a darle un beso a mi hija que ya está dormida, después de un rato llega Carol y empiezo a contarle la historia.

—Si te incomodó tanto su comentario significa que estás enamorada de él.

—¿Estás loca, Carol?

—Yo no estoy loca, Brunita, te has prestado a mentir y a hacerte pasar por su novia solo por ayudar o por gratitud. Es una excusa, estás enamorada de Daniel Colatto, pero quién no lo estaría, está buenísimo.

—Vete a dormir, estás soñando despierta.

—La pregunta que me hago es si vas a soportar fingir algo que realmente sientes, quieres ayudar a tu amor a reconciliarse con su ex novia y eres mi amiga, ¿cómo vas a quedar en toda esta historia?

—No estoy enamorada de él.

Sale riendo hacia el baño y yo me quedo repitiendo algo que sé que no es verdad, ¿a quién quiero engañar? Estoy enamorada de Daniel Colatto y esta historia me va a hacer daño, pero no puedo evitarlo, el beso que compartimos quedó grabado en mi mente.

Con Daniel:

¿Qué he hecho? He metido a Bruna en esta historia por mi ego herido, pero la encuentro hermosa, dedicada, atenta y sobre todo preocupada por mí, cosa que nunca tuve con Lara. Bruna es dulce y cariñosa, Lara es frívola y superficial, y el beso que compartimos tuvo sentimientos, pero hay algo que me impide tener algo con ella: su hija, un niño siempre lo estropea todo, tanto que se fue pronto por la niña. Tengo que encontrar una manera de terminar esta historia, no puedo hacerle daño a Bruna, pero la pregunta que me hago es si seré capaz de alejarme de ella...