Renací Para Salvar Al Villano

Narrador.

Derek con los brazos cruzados veía desde la entrada del castillo que un hombre sale del bosque. Él tenía buena vista y a lo lejos podía ver al emperador desnudo y entre sus brazos a aquella doncella que huyó por oír la confusión que él tenía.

Alessandro estaba cubierto por una fina capa de hielo, su poder estaba algo inestable por los que pasó. Él no había sufrido nada ya que estaba acostumbrado a la baja temperatura del ambiente, pero Elenor sí. No despertaba ni mucho menos reaccionaba.

Aquel rubio con una coleta, vestido de todo negro con estilo llamado Derek intento decir una palabra. Pero el emperador lo detuvo secamente.

— habla, y te juro que será lo último que digas...— con solo su mirada congelo su hombro —... Te me largas y llévate a esa mujer. No quiero nada tuyo. Fue mi error escribirte.

En silencio, Derek lo observó entra con esa mujer que no se sabía si podría sobrevivir al tener su cuerpo expuesto al extremo frío. No se fue, no, ya que la curiosidad crecía cada vez más con esa actitud de él.

La sirvienta Vanessa estaba algo asustada. No sabía que pasará luego o si será víctima de la furia del emperador o la de su hermano.

— maestro...— detuvo la doncella a Derek- ¿Que pasará ahora?... Acabó de ver a su majestad con la sirvienta...

— que haremos... ¿Dices?... — con esa risa característica de él, responde—... Estuvo a punto de congelar mi brazo entero, pero no lo hizo. Antes no lo pensaría dos veces y lo hubiera hecho. Quiero ver qué causó esa mujer en mi hermano. Nos quedamos...

— pero...

— él estará ocupado con su doncella. No nos prestará atención a menos de que lo hagamos molestar más de lo que está.

Asintiendo con un poco de miedo. Vanessa acepta, ya que no le quedaba de otra que obedecer.

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Elenor.

¿Que?.... ¿Que es este sentimiento tan cálido? Hace rato mi cuerpo temblaba por lo congelada del agua. El ambiente de invierno era terriblemente frío. Tanto, que se estaba llevando mi vida. ¿Morí nuevamente?... ¿Perdí otra vez?... Alessandro... ¿Por qué pienso en él?... No debería hacerlo, pero lo hago, cada vez quiero pensar algo está él ahí, Aún cuando fuí atrapada por la bestia blanca... Un momento... ¡Es cierto!... ¡¡¡Alessandro es...!!!

— ¡Alessandro!— jadeó en un grito sofocante.

Alguien me sostiene fuertemente en sus brazos, piel contra piel nos encontrabamos. Yo lo veía asombrada. Sus ojos color miel no dejaba de ver los míos.

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Ése único mirar que solo tiene el villano que lamentablemente tengo que admitir que; siento algo fuerte por él. Supongo que perdí ante el juego que creí que podría ganar y conseguir una salida, ahora quede más atrapada que antes.

Trataba de alejarme, nuevamente pronuncié su nombre con total descuido. Por mas que intentara zafarme de su abrazo, no podía.

— quédate quieta.

— suélteme... Debió dejarme en el lago.

— cállate... ¡Fuiste una tonta al irte de esa forma!... ¡Ibas a morir!

No aguanté más y solté todo lo que aprisionaba en mi pecho.

— ¡Huí por el hecho de que ese sujeto quería ejecutarme!... ¡¿Que querías que hiciera?!... ¡¿Ah?!

— ¡No lo hubiera permitido!— gritó tan fuerte que de seguro se había escuchado desde otras habitaciones.

Exaltado por el grito. Él respiraba pesadamente por la nariz. Yo me había quedado perpleja ante lo que oí.

— tonta... Eres tan imprudente como testaruda. Pero aún así, no dejas de causarme una sensación diferente desde que nos conocimos...

Sus mechones dorados caen en mi rostro, y no solo eso. Un pequeño y fugaz beso se posa en mis labios. No pude evitarlo y lo besé con más precisión, era una adición que yo misma cree. No sé lo que pasaba, necesitaba una explicación. Pero ahora, lo único que necesitaba era estar así con él.

Al separar nuestros labios. Él me susurra.

— eres un desastre.

— perdón por serlo, y no creo cambiar.

— mejor aún, así solo serás mí desastre.

Veía al frente de nosotros una chimenea. Nuestro cuerpo estaban completamente desnudos. Lo último que recuerdo son fragmentos del lago. La bestia blanca... Alessandro.

Antes de que pudiera decir algo, él me responde lo siguiente.

— sufriste hipotermia... Tú cuerpo estaba demasiado helado que tenía que darte mi calor más el fuego de la chimenea... De verdad fuiste una tonta.

— pensé que me ibas a cambiar y dejar que ese sujeto me llevará... No podía pensar nada más que huir. Además, desde que dije tu nombre te molestaste conmigo y yo no sabía que hacer.

— Elenor... La razón de que ese hombre está aquí fue porque le escribí sobre está situación que sin haberlo demostrado me atormentaba. Él es mi hermano menor... Derek. Muy poca veces nos comunicamos, sin embargo, tenía la urgencia de hacerlo... Cuando pronunciaste mi nombre, por ley de la corona tenía que hacer algo contra tí, castigarte de una manera en la que no volvieras a decirlo pues era una ofensa grave... No lo hice, y tampoco quería hacerlo. Sentí aquí...— se lleva mi mano a su pecho, en el lado del corazón—... Una fuerte pulsada. Nadie en mucho tiempo había pronunciado mi nombre, y al hacerlo tú, con esa voz, realmente me causó un impacto muy diferente en mí. Por eso actúe con molestia, no sabía lo que me pasaba y debía alejarme de tí por un tiempo para comprender que era...

«Creo que lo voy entendiendo... Su cambio de actitud esta funcionando, pero a un costo que implique que la maldición vaya en aumento y adelante su muerte. Ahora entiendo, no quiso verme porque si lo hacía, le causaría dolor»

Él continúa con su explicación.

— le escribí a mi hermano en modo de desahogo. Pero el entendió mal y pensó que realmente te quería cambiar por rebelde... No quiero cambiarte. No me importa soportar tu rebeldía, tu bulliciosa voz, no quiero que te vuelvas a alejar así de mi.

— aún... Aún te duele aquí ¿Verdad?—  tomé su pecho y él apretaba con su mano encima de la mía. Sin darme la respuesta, sabía que así era.

Al estar así conmigo, le causa un sentimiento diferente. Esa diferencia afecta a la maldición y con ello su corazón, resultando que sentir algo por mí aunque sea pequeño le causa dolor.

— yo... Quiero decir tú nombre. Pero no quiero que sufras por ese dolor.

— dilo. No me importa, solo déjame oír tu voz con mi nombre. Déjame sentir como es tener sentimientos por una mujer por primera vez.

— aless-... Alessandro.

— Hazlo otra vez. Por suerte, no sentí dolor. Al contrario... Solo quiero hacerte mía mientras que repites mi nombre.

Poco a poco se acerca a mí, embelesada por sus labios. Le repito sumamente que es lo que quiero.

— Alessandro... Por favor... Hazme el amor.

— No puedo...— me detuve a medio beso y sorprendida— ... Aún estás débil, no podría hacértelo con las ganas que tengo sin lastimarte.

— ¡Házmelo, estoy bien, puedo aguantar!— intentaba lentamente pero mis piernas aún no reaccionaba así que nuevamente me caigo sobre él.

— ¡Te dije que no!

— ¡Hazlo!...— antes de volverle a replicar. Él se ríe levemente hasta que saca una cargada que me deja perpleja

— realmente... No puedo vivir sin tu ruidosa voz.

Me había calmado, al fin de cuentas tenía razón, no podía, pero me encantaba llevarle la contraria. Volviendo a un tema que he querido preguntar desde que desperté.

— yo... Necesito saber algo. Siempre fuiste la bestia blanca ¿Verdad?

— ¿Acaso no fue obvio cuando ocurrió lo del lago?... Además, fue divertido perseguirte la primera vez en el bosque y cuando te caíste... Ja.

— ¡Lo sabía!... ¡Fue apropósito que me pisaste!...— lo golpeaba con la poca fuerza que tenía. Él solo se ríe. Había algo mejor que ver su cara amargada y era esa sonrisa.

— veo que solo te sorprendes al saber que fuí yo quién te piso. No por saber que era la bestia... Jamás te entenderé.

Levantadose del suelo conmigo, me lleva a la cama. Y solo me deja ahí, arropada, bien abrigada.

— si estás de humor para pelear, eso significa que ya estás bien. Además, tu cuerpo ya tomó suficiente calor. Pero quiero que descanses lo suficiente.

— ¿A donde vas?

— a terminar lo que empecé.

Al separarse de mí. Pensé muchas cosas. Ambos estamos a empezar a sentir sentimientos que no sabemos sí es amor. Él jamas había conocido ese sentimiento, y yo, nunca tuve la oportunidad de hacerlo en mi mundo. Sin embargo, ahora la posibilidad de que con el beso del verdadero amor rompa la maldición esta abierta, solo quedaría intentarlo, pero... Quererme tan solo un poco le duele. ¿Como podríamos llevar ésto?... Lo único que sí se y que para que el beso funcione, él no debe saber que está maldito y que genuinamente el beso del verdadero amor lo salve.

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Narrador.

Tras haberse vestido. Alessandro empuja con fuerza la puerta de una habitación. En ella se encontraba Derek sentado en el sillón de la recámara. Él estaba tranquilo, mientras que Alessandro no.

— te lo advertí, Derek. Te dije que te quería fuera de mi vista.

— calma, calma... Ella se salvó ¿No? Déjame disculparme por lo que dije hacia ella. Me siento muy apenado de lo que causé y de mi mal entendido.

— no te acercaras a Elenor.

— Alessandro... Hubo un tiempo en el que pensé que simplemente morirías solo. Sin que nadie te acompañará ya que nadie soportaba tu mal humor desde que te cásate con la emperatriz Anabella. Pero veo que me equivoqué.

— ¿Que es lo que quieres?- preguntó de manera hostil.

— déjame conocerla. Te prometo que no le haré nada. Solo... Quiero saber cómo es la mujer que hizo que el emperador volviera a sentir amor por alguien.

Alessandro mira extrañado a Derek. Esa palabra, amor, le parecía tan similar a los sentimientos que poco a poco fluían en su frío corazón. Sin demostrarlo, un leve dolor siente en su pecho.

« ¿Es eso?... ¿Lo que estoy sintiendo por ella es... Amor?... Es confuso, extraño aún no logró entenderlo. Solo sé que no puedo estar alejado de ella aunque me duela podré soportarlo»

— vete Derek... No lo volveré a repetir.

— no puedo aunque quisiera. Hay una tormenta que impide que regresemos...- declaró aquel hombre con media sonrisa.

El emperador solo resopló con molestias y cerró la puerta fuertemente. Lo cual deja pensando más a Derek.

— sí. Esta cambiando. Ya no hay duda de eso. Ahora solo necesito hablar con esa tal Elenor y descubrir que le hizo. Necesito saber la verdad, y ella lo debe de saber.

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Chicas mías, no olviden apoyar la novela con su me gusta, es más que suficiente. Gracias por leer 🥀