El Italiano Y Yo

(Karlo)

El móvil de Elieth está desbloqueado pero, hasta ese punto no puedo llegar, por más que quiera saber la vida de la Mujercita, no debo entrometerme demasiado, no debo irrumpir en su privacidad, no hablaría bien de mí.

Ahora necesito dormir, pero antes me dare un baño.

En la ducha, lo único que hago es pensar en esos ojos color miel, tengo a Elieth gravada en mi cabeza, cierro los ojos y la veo frente mi.

En mi vida he visto a muchas mujeres y aunque en los últimos 5 años he estado con con muy pocas, la mayoría han sido artificiales o superficiales... pero Ella es diferente, es naturalmente bella, dulce, tierna, algo que es difícil encontrar en una mujer, en estos dorados tiempos.

Es una belleza completa, esas curvas tan marcadas y perfectamente en su lugar, solo imaginarla hace que me caliente y me ponga duro...

Es mejor que cambie el agua a lo más fría posible, para desactivar el incendio que Elieth Ángel me provoca.

Reflexionar, en que pude rozar su piel sin sentir rechazo hacia ella, me da la pauta a saber que, Ella no es una mujer común, es la mujer que puede sacarme del hoyo donde Patricia me dejo.

Salgo de la ducha con una toalla al rededor de mi cintura, me veo al espejo y de nuevo imagino a la Mujercita hermosa, Ella es pequeña, y Es por esa razón que le llamo Mujercita, por pequeña de estatura y de edad; pero estoy seguro que es un verdadera y extraordinaria mujer y lo sé porque, aparte de trabajadora es una excelente estudiante.

Pero dejando de ver lo que hace, veo lo que me provoca y es algo sorprendente, que no puedo explicar, es extremadamente maravilloso...y solo de imaginarla en mis brazos, pero no como la anduve cargando ahora, sino de manera diferente, ella no sabe la necesidad que tengo por ella.

Este no es un deseo común.

Yo he estado con mujeres para saciar mi deseo sexual para satisfacer mi cuerpo, pero a Elieth la necesito para satisfacer mi alma, para llenar mi corazón vacío, la necesito porque siento que por primera vez en 5 años respiro y el aire me sustenta.

Así es...porque cuando Patricia murió...yo deje de sentir el aire, senti que ya no respiraba...

Conoci a Patricia en la universidad, ella era una chica de clase media alta, muy bella físicamente, y en un principio creí que en su interior también lo era, cuando cumplí 25 años me case con ella, porque se embarazó de Karlito y por supuesto que un hijo mío no podía nacer fuera del matrimonio.

Patricia al poco tiempo de casados empezó a ser diferente, más fría, más lejana de mí, pero no me importaba, en la cama aun nos entendíamos, nos comportábamos como dos animales en celo, su cuerpo era hermoso, era mío y eso era suficiente para mí.

Puse el mundo a sus pies, para que ella no deseara nada.

Pero eso no le importo, ella aún teniendo todo lo que yo podía afrecerele, no estaba satisfecha, no le bastaba nada, si hubiera sido solo el dinero no tendria importancia, pero la distancia que puso entre nosotros me hizo dudar, si era la mujer correcta, se enfocó en ser lo más superficial posible, su mundo era las compras los viajes, las joyas, las cirugías plásticas...

Recuerdo que cuando Karlito tenía 2 años, se embarazó de nuevo por un descuido y fue capaz de decirme que abortaría porque no quería seguir dañando su figura, y por no tener tiempo para cuidar más niños, logre convencerla aunque no fue fácil, pues ella aseguraba que era su cuerpo y que ella decidía en el.

Aunque parezca increíble, pero le tuve que depositar en su cuenta bancaria una exagerada suma de dinero, esto para asegurarle que si no estaba satisfecha con su cuerpo podría arreglarse a su gusto.

Sí, suena absurdo, pero así fue y así de idiota estaba yo.

Aun con todo eso, yo daba la vida por ella, le daba a manos llenas todo, mi amor, mi tiempo, y mi fortuna que le hubiera alcanzado para vivir 100 vidas sin tener que trabajar.

Hacia todo, cuanto ella me pedía.

Hasta que unos meses antes de su muerte, me llamaron, de uno de los bancos donde soy accionista, y me dijeron que les parecía muy extraño, que una de las tarjetas de crédito a mi nombre, sacaba muy frecuentemente, excesivas sumas de dinero.

Al momento no me pareció alarmante, pues Patricia gastaba con exageración, algo que a mi no me importaba, pero les pedi que me informaran, en que lugar hacía las operaciones bancarias.

Así podría saber donde estaba, que era lo que realmente me importaba, el dinero para mi, era lo de menos.

Hasta que un día, me llamaron para decirme de un retiro de efectivo y me dio dudas del lugar, pues me había dicho que ese día, se quedaría en casa.

Me percaté que era exagerada, la suma de efectivo retirada, y decidí llamarla, descubrí que Patricia me mentía y seguramente lo hacía con regularidad.

Me mintió diciendo que había estado en casa, más del banco me dijeron claramente, el sitio en donde había hecho el retiro del efectivo.

Siempre he sido intolerante a las mentiras, sin embargo decidí solo monitorear sus salidas y donde retiraba el dinero.

Puse a una persona para qué la vigilará, deseando con todas mis fuerzas que fuera algo sin relevancia.

hasta que ese trágico día, me llamo el investigador para decirme que había entrado a un lujoso hotel en una ciudad aledaña.

Decidí ir... esperanzado que ella tuviera una buena explicación, más no fue así...

Con dinero, se logran muchas cosas y logre que en la recepción del hotel, me dieran toda la información y la llave, de la habitación.

Entre con cuidado de no hacer ruido, era una de las habitaciones más lujosas del hotel, cosa que no me extrañó, pues ella era de esas mujeres que les gusta el lujo

Lo que si me pareció extraño, fue escuchar los ruidos y gémidos que yo conocía muy bien en ella , mi corazón se paralizó, quedé en shock por unos segundos, pero reaccione de golpe y en ese momento empujé la puerta, para quedarme mudo por la impresión.

Fue el momento en el que morí en vida, allí acabaron con todo lo bueno que yo era.

Cuando la vi a ella totalmente desnuda, revolcándose, no con un hombre cualquiera, estaba en los brazos de él, un desgraciado ruin y corrupto.

No solamente era mi archi rival en negocios, era mi archi rival en todo lo que yo hacía; el hombre más tramposo y sin escrúpulos que yo conocia.

Era mi primo, al que mi Padre trató como a un hijo, dándole un hogar y un techo cuando sus padres murieron.

Ella estaba con Él, estaba con Estefano Romani Vitale.