Me casé a la fuerza y al mismo tiempo enamorada. Hasta el día de hoy lo amó, pero mi matrimonio es un fracasó. Y no sé si es mi culpa o es de ambos.
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Terminemos.
...El día anterior....
...Tyler...
Mientras dormía mi teléfono empezó a sonar. No quise despertar a Zuri así que salí afuera. Era mi amigo Ethan.
— Se que vives en el viejo continente pero deberías aprender la diferencia de horario.
— ¿No estás en España.?
— No. Estoy en un viaje de placer.
— ¿Con quién.?
— Con Zuri.
— ¿Sigues con esa chica.?
— Si. Pero ya me arte de ella. Después de esté viajé la voy a botar cómo la basura que es. — La única razón por la que estaba con ella y le daba todo era porqué me sentía culpable y pensaba que ella me amaba. Pero hace unos meses la escuché hablando con su madrastra. Descubrí que sólo me veía cómo su minita de oro.
— ¿Y porque no la has dejado.?
— Es por lastima. Pero creo que nueve años de mi compañía ya fueron suficientes. Ella también salió beneficiada. Le di un departamento, muchas joyas, un auto, dinero, tarjetas. Creó que ya abusó suficiente de mi nobleza. Hasta moví mis influencias para que hiciera sus prácticas en un lugar decente. Ya hice mucho por ella. No podrá quejarse si la dejó. Sólo esperó que no se ponga de llorona. Odiaria verla así.
— ¿Porqué.? ¿Temes no poder dejarla si se pone de llorona.?
— Tal vez me de lastima y no me atreva.
— Yo creo que en el fondo si la quieres.
— No lo hago. Admito que me la pasó bien con ella pero no la quiero.
— Si claro. Igual no llamaba para eso. Te quería decir que ... — Me explicó el motivo de su llamada y me fuí a dormir. Vi a Zuri tapada de pies a cabeza y me pregunté si en verdad podría dejarla. Estaba acostumbrado a ella. Tal vez en realidad la estaba dejando por miedo a enamorarme, y no por que ella me viera cómo una mina de oro.
Alejé ese pensamiento y me dormí. Al día siguiente no quiso desayunar conmigo, algo raro ya que siempre tenía un gran apetito. Desayuné solo. Al volver a la habitación escuché la ducha y quise entrar para bañarme con ella y de paso poseerla. Pero el baño tenía seguro. Sólo me quedó esperar a que ella saliera.
— ¿Porqué no me esperaste para bañarme contigo.? — La abracé y ella agachó la cabeza.
— Porqué quería espacio.
Me reí.
— Pero si nunca quieres eso.
— ¿Cómo sabes lo que quiero.? ¿Alguna vez te has preguntado que es lo que yo quiero.? — Más que una pregunta parecía un reproche.
— ¿A qué viene eso.?
— A nada. — Se quitó mis brazos. — Quiero volver a casa.
— Todavía nos queda una semana aquí.
— Ya no quiero estar aquí. Estoy arta de el mar. del yate, de todo ésto. Quiero irme.
— ¿Qué te pasa.? Actúas cómo una loca.
— Llévame a mi casa. — Exigió. Y lo que más odió es que me exijan algo..
— No quiero. Ayer estabas feliz aquí. ¿Qué cambió.?
Ella se quedó en silencio unos minutos.
— Me llegó mi periodo. Sabes que a veces me dura una semana y que soy delicada. Necesito estar en reposo estos días.
Eso lo sabía, durante su periodo era demasiado delicada y no me atrevia a tocarla.
— Está bien.
Después de dejarla en el edificio salí de viaje. Me iría unas dos o tres semanas. Ethan tenía algunos problemas y necesitaba mi ayuda, pensé dejarlo arreglar todo sólo pero ahora que no podía estar con Zuri lo mejor era atender mis negocios.
Dos semanas después regresé al departamento. Tenía unas ganas infinitas de estar con ella. No sabía cuándo le daría fin a nuestra relación, en mi viaje no hice más que pensar en ella. Era una interesada, pero nunca me había sido infiel, era buena fingiendo amor y no era desobediente. Creó que esa era su mayor virtud..
Ingresé la contraseña y entré al departamento. Todo estaba tal cómo lo recordaba. Fui a la habitación y sobre la cama había una nota. Existen los teléfonos pero ella deja una nota. Qué chica más anticuada pensé.
Tomé la nota y la leí.
..."Ya me cansé de esta relación. Terminemos."...
Nunca imaginé que con sólo 7 palabras me harían enfurecer tanto. La llamé pero mandaba a buzón.
Fuí a buscarla a la universidad. Tenía que estar ahí. Encontré a una chica que Zuri me había enseñado en fotos diciendo que era su mejor amiga. No recordaba su nombre así que sólo le hablé como a una extraña y le pregunté por Zuri ella respondió que estaba en la cafetería.
Está había sido mi universidad hacía unos años así que recordaba dónde quedaba cada cosa. Fui a buscarla y mi sorpresa fue encontrarla tomada de la mano de otro chico..
Si pude analizar que perjuicio es cuando no se aclaran las cosas.SE TORNAN TURBIAS.