El día en el que Susan celebraba su aniversario número 25, parecía que todo marchaba bien, pero solo fue el principio de la gran avalancha que se aproximaba. Inesperadamente, lo que Susan no esperaba era que él le pidiera el divorcio, su marido tenía un romance clandestino con una joven de 20 años.
A pesar de la situación, Susan decide seguir su vida y con una sonrisa en su rostro, en el camino se encontrará nuevamente con el amor, un hombre que le hará saber que ella aún sigue siendo una mujer bella.
¿Podrá él ganar el corazón de Susan?
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Capítulo IX
Alexander Cavelli conducía rumbo Vancouver en dos horas estaría ahí, mientras tanto aprovecharía para conocer mejor a su bella y joven empleada.
_ Aunque estoy encantada con esta posibilidad debo reconocer que también me preocupa no creo estar a la altura del problema comentó Ava.
_ Me gusta que sea sincera, yo mismo tengo mis dudas, pero como sabes debido a las críticas la escritora abandono el proyecto yo mismo me ocuparé de los libretos, pero necesito tus ideas ese será tu trabajo darme ideas para darle ese giro que la historia necesita. Por cierto aprobé la carpeta que me diste en Los Ángeles, pronto las verás plasmadas en pantalla.
_ Gracias, Señor le puedo asegurar que haré mi mayor esfuerzo respondió Ava.
Finalmente, cuando llegaron a destino se registraron en el mismo hotel donde todos los empleados estaban
hospedados. En cuanto se instaló en su habitación Ava llamo a su madre estaba comenzando a oscurecer luego de acomodar sus pertenencias. Se pidió algo para comer y comenzó a mirar cada capítulo de la serie ella a penas la conocía de nombre y mientras la miraba iba tomando nota de cada capítulo.
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Mientras tanto Susan deambulaba por su enorme casa, miraba cada mueble cada rincón se sentía tan sola en esa enorme casa miró hacia la sala ya no estaban las cosas de David.
No podía evitar sentir nostalgia de esa vida que había tenido y que ya nunca volvería a tener.
Se fue a dormir deseando que todo fuera una pesadilla y en minutos despertaría, pero eso no paso.
Esa noche cuando David llegó a su casa, se encontró con un montón de cajas y unas enormes valijas.
_ Hola baby, trajeron tus cosas le informo Chloe.
_ Ya veo conseguiste a alguien para que se ocupe de poner un poco de orden en esta casa.
_ Si, empieza mañana dijo Chloe
_ Está bien, necesito que alguien ponga un poco de orden aquí dijo él mientras.
_ Lo siento si no estoy a la altura de tus expectativas, pero tú sabías desde el primer momento que el orden y la cocina no son lo mío, nunca seré un ama de casa no pretendas cambiarme.
_ No dije nada, pero entiende me gusta que mis cosas estén ordenadas no pretendo que te ocupes de todo como lo hacía Susan, pero ocúpate de que alguien se ocupe.
_ Pues yo no soy Susan las cosas y quehaceres de la casa no me interesan. Lamento no cumplir con tus expectativas.
David suspiró a veces olvidaba lo joven que era Chloe se acercó a ella y la abrazo tomándola por la cintura cumples todas mis expectativas, solo deseo que mis cosas estén ordenadas. Te invito a cenar iremos a donde tú quieras dijo él intentando arreglar la situación.
_ ¿No era que no era conveniente que nos vieran juntos?, pregunto ella.
_ Susan ya lo sabe y mis hijas también, no hará la diferencia dijo él, ella sonrió
_ Me cambio y salimos dijo ella.
_ Está bien me cambiaré de camisa dijo él, volvió a mirar las cajas y de pura curiosidad abrió una de las cajas todo estaba ordenado como a él le gustaba.
Luego de cambiarse la camisa salieron a un exclusivo restaurante donde él siempre conseguía mesa.
Al llegar al restaurante tomó asiento junto a Chloe y noto las miradas indiscretas, vio algunos viejos conocidos.
Noto que las mujeres observaban a Chloe y los hombres lo miraban con curiosidad.
_ Señor Cooper bienvenido le dijo el mozo.
_ Gracias, por favor tráeme el mejor Champaña de la casa quiero festejar junto a mi futura esposa dijo él.
Chloe sonrió se acercó y lo beso.
Al día siguiente toda la ciudad comentaba sobre el romance de David Cooper.