DEMONIO

CAPITÁN...

El sol ya salió hace un par de horas, pero aquí donde nos encontramos los rayos del sol difícilmente tocan la tierra.

La nieve que cayó durante la noche se acumuló en la copa de los árboles y tardará en caer hasta el suelo.

Hace tres días que Roy y los otros salieron en busca de alimento, ya deberían de haber regresado. Solo iban a cazar algún venado o unos cuantos conejos, pero hasta ahora no hay señales de ellos.

La expedición que hicimos Adam, Roger y yo para conseguir medicamentos y ropa, nos tomó un poco más de lo que esperamos.

Las ciudades están infestadas de zombis, últimamente se están moviendo mucho, pareciera que algo los molesta. ¿Cómo si algo pudiera hacer tal cosa?

Es increíble que a cien años de que el virus azoto el planeta, esas cosas siguen conservándose también. Muchas veces me preguntó ¿Por qué no han muerto ya la mitad de ellos?

Ya no quedamos muchos humanos a los cual encajar el diente, aunque la verdad jamás he visto comerse a un humano. Los topos son los únicos que muerden, pero jamás pasan de una o dos mordidas, el resto solo parecen disfrutar de asesinar.

Respiró hondo mientras seguimos descendiendo, ya deberíamos haberlos encontrado, estamos por la mitad dela montaña.

-Capitán- me giro para ver a Roger quien detuvo el paso. Señala en dirección al río con la cabeza.

Bufo con fastidio. **Voy a darles una buena lección a esos brutos por asustarnos de esa manera. Los castigaré con el doble de ejercicio diario y solo descansarán para comer y dormir por una semana.**

Regreso sobre mis pasos mientras pienso en el castigo que voy a imponerles, por tantos días de ausencia. Adam estuvo insoportable toda la noche.

Me acerco hasta Adam y Roger, definitivamente lo que ven mis ojos, no es lo que esperaba ver. Hay una mujer cerca del río, está llenando botellas de agua, sucia de los pies a la cabeza.

Lleva un cinturón para cuchillos alrededor de a cadera, son por los menos seis, lo que significa que es buena en combate.

Su físico y las manchas de sangre seca en su ropa, me dicen que no debo menospreciarla. Adam da un paso adelante y lo detengo, miró a los alrededores, en busca de otros.

Envío a Roger a buscar en el perímetro, Adam se queda a mi espalda en busca de cualquier movimiento, mientras yo observo en dirección a la mujer y los alrededores.

Pasado unos minutos Roger regresa y niega con la cabeza, como señal de que no encontró nada. Adam y yo tampoco hemos visto nada, la mujer entro al río y comenzó a lavarse.

Solo un demente haría tal cosa en esta época del año, el agua se encuentra por debajo de los cero grados. Ella se desvistió ya hace un rato, está de espaldas a nosotros.

El momento es ahora, así que nos apresuramos a movernos. Preparó mi arma y se escucha el Clic de esta, la mujer se queda quieta, acto seguido levanta las manos en señal de rendición.

-¿Dónde están los demás?.-pregunto.

Roger y Adam a un peinan los alrededores con la vista, esperamos que en cualquier momento, sus acompañantes salgan al encuentro.

No quiero dar nada por sentado, pero una mujer viajando sóla es difícil de creer, por muy buena que sea con las armás, no puede viajar sola. Además no eh visto armas de fuego, solo esos cuchillos en su cinturón.

-¿Acaso eres sorda?.-vuelvo a preguntar. Al ver que ella no responde.

-Quiza sea muda, capitán.- alega Roger.

-Claro que no, yo la escuche hablar hace un momento.-responde Adam.

>>Click<< esta vez Adam prepara su arma, los tres nos vemos unos a otros.

-Solo voy a preguntarlo una vez más...

-No hay otros.-dice ella interrumpiendo me.

-Miente, ninguna mujer viaja sola en estos tiempos Capitán.-alega Adam. Está irritable, más de lo normal y lo entiendo, su hermano menor se enlistó hace dos años, como soldado y aunque es bueno, no deja de ser solo un chico.

-El agua es fría.- dice de pronto la mujer -¡Me gustaría salir, si no les importa!.

Les indicó con la cabeza a lo dos que se preparen, no sabemos que trucos pueda tener esta desconocida.

-Bien.-digo -Pero te advierto un movimiento en falso y te vuelo los sesos.- digo de la forma mas amenazante posible.

La mujer comienza a darse vuelta, lo hace despacio como si temiera por su vida.

-¿Qué tienes en la mano?.-pregunta Adam con desconfianza-¡Es un arma, señor!.-grita avanzando un paso y dispara.

Afortunadamente, logró desviar él tiró y la bala solo alcanza a pasar muy cerca de la chica, le doy una mirada molesta a Adam por su imprudencia.

-¡Ey!.-gruñe Roger por la situación incomoda.

-Tranquilo soldado.- digo, pues solo es jabón lo que ella tiene en la mano.

Los tres la volteamos a ver y ella abre su mano mostrando los restos de jabón.

-Bien, ahora sal.-digo molestó, estamos perdiendo tiempo valioso con esta mujer, pero ya que la encontramos no podemos dejarla ir.

Si ella vio a nuestros hombres, tengo que saberlo.

Ella comienza a moverse lentamente hacia la orilla, nos mira evaluando la situación y como poder salir de esto, lo sé porque si yo estuviera en su lugar haría lo mismo.

Termina de salir del agua y desvió la mirada aun lado, ella esta totalmente desnuda. Admito que es realmente hermosa, pero eso no significa que no sea peligrosa.

No se cubre con las manos, ni siquiera lo intenta y me imagino porque no quiere hacer ningún movimiento.

Adam ya disparó una vez, si ella se mueve seguro volvera hacerlo, aquí afuera hace mucho frío, además ella esta empapada de los pies a la cabeza.

-Ponte esto.- digo arrojando mi chamarra hacia ella, Roger comienza a registrar la mochila que esta cerca de él.

-Solo trae esto, algo de comida, cosas de uso personal y agua.-dice mostrando unas hojas verdes con una mezcla viscosa y transparente.

-¿Para qué usas esto?-pregunta Adam cogiendo el cinturón con los cuchillos.

-¿Pará qué se usan soldado?-pregunta ella con absoluta calma, colocando la chamarra que le dí frente ella, sin llegar a ponérsela.

-¡Para asesinar!-responde Adam apuntando su arma una vez más hacia ella.

-Tranquilo Adam-digo con algo de fastidió.

-Uno de nuestros hombres salió a cazar hace tres días en compañía de dos civiles, no han vuelto aún. ¿Los has visto?-le lanzo la pregunta, sin titubeos y ella niega con la cabeza.

-¡Mentirosa!-grita Adam, las venas de su frente se ven alteradas, pero igual ella conserva la calma.

-¡Ella miente capitán! Estoy seguro de que nos está mintiendo.-grita con desesperación dando un paso hacía ella.

-Disculpa a Adam, está muy alterado. El soldado que dirigía la misión de encontrar provisiones, es su hermano menor...- Comienzo a explicarle a la mujer la situación lo mejor que puedo.

Se que no debería estar perdiendo el tiempo en esto, pero ella no parece una mala persona, además si hubiera otros ya deberían haber salido en su ayuda o por lo menos eso pienso.

-Hace tres días salieron a cazar, siempre lo hacen por los alrededores, pero este año hace más frío. Seguro no encontraron mucho en los lugares cercanos, así que creemos que pudieron haber bajado un poco más.

-Sin embargo; ya deberian haber vuelto, nosotros ya peinamos la mitad de la montaña y no encontramos rastro de ninguno de ellos.-digo y tomó un respiró antes de volver hablar.

-Por eso, te lo voy a preguntar una vez más. ¿Has visto a nuestros hombres?- preguntó con la esperanza de una respuesta o una pista que nos indique a donde debemos ir.

La mujer no responde de inmediato, de hecho parece distraída con algo y esto hace que nos pongamos alerta los tres.

-SSH- se escucha provenir de sus labios.

Los tres guardamos silencio, nos quedamos a la escucha de algún sonido pero nada, levantamos las armás apuntando en la dirección que ella vé.

La miró de reojo, ella aspira profundo para luego verla correr hacia Adam.

-¡Ey!-grito para alertar a Adam, pero ella es más rápida. Apunto mi armá para disparar antes de que lastime a alguien, pero extrañamente.

Ella le arrebata el cinturón con los cuchillos de las manos a Adam, luego emprende una carrera dejando caer mi chamarra al suelo.

Los tres corremos detrás de ella, pero es demasiado rápida y pronto la perdemos de vista, afortunadamente la nieve nos ayuda a encontrar su rastro.

-Bien hecho Samuel, si me hubieras dejado darle un tiró no estaríamos persiguiendo la.- me recrimina Adam desde atrás.

Se escuchan varios disparos, nos detenemos un segundo para vernos el uno al otro, ella no llevaba armas de fuego así que no puede ser ella.

-¡Maldición!- gruñe Adam pasando por delante de mí.

Roger viene más atrás cargando las pertenencias de ella, cuando me alcanza solo levanta los hombros y yo pongo los ojos en blanco.

Se escuchan más disparos y corremos por donde se fue Adam, luego se escucha un rugido que me hace helar la sangre.

-Maldita sea.- gritó temiendo lo peor, Roger y yo apretamos el paso para alcanzar a Adam quien ahora está solo a merced de una de esas criaturas.

Para cuando llegamos con Adam vemos a Roy quien está herido, recostado contra el tronco de un árbol, hay algunos topos muertos cerca del chico y la mujer de antes esta parada cerca de él.

El rugido se vuelve a escuchar y noto a un espadachín a pocos metros de nosotros. Preparamos las armas listas para disparar, correr no es una opción ya qué esos desgraciados son muy rápidos.

El zombi vuelve a rugir y notamos que detrás de él vienen más, un oscuro los acompaña cosa que nos hace jadear a los tres.

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