Daniel es un alfa que siempre ha tenido éxito en todo lo que ha emprendido, siendo la esperanza de recuperar el estatus de una familia que ha caído en desgracia.
Oliver es un omega proveniente de una poderosa familia, un chico que ha sido educado para formar parte de la élite, no hay espacios para las dudas ni mediocridad.
¿Se puede forzar al destino?
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Capítulo 8
Suena la alarma y la apago de golpe, siento que no he dormido nada y por supuesto si solo he dormido tres horas. Tengo clases a primera hora en la mañana y debo comenzar a alistarme, pero las ganas de seguir en cama son más grandes.
Reviso mi celular y recuerdo que esta apagado, bien pienso para mi, me resistí a encenderlo porque no quiero depender de un mensaje, pero para hacer más obvia mi inquietud no pude conciliar el sueño hasta muy entrada la madrugada.
Pero ya que ha amanecido no estaría mal revisar si ha llegado algo, para mi sorpresa leo varios mensajes de Oliver disculpándose por no responder y contándome que fue a la clínica con sus hermanos, suspiro preocupado y yo pensando en que me ignoraba deliberadamente.
Me pregunta si he cenado y si esta mañana tengo clases, él solo tiene clases a partir de medio día.
Al no responderle se despide deseándome buenas noches, me siento culpable. Pienso en lo agónica que fue mi noche y que pude haber tenido una entretenida conversación nocturna con él.
Me arrepiento de haber apagado el celular y nada que hacer, me levanto con más energía para comenzar el día.
Apenas llego a clases Justin, un compañero de clases se me acerca y me dice que las fechas de entrega del primer proyecto han sido modificadas y tenemos menos tiempo del esperado. Acordamos juntarnos en la tarde y avanzar lo que más podamos pues la carga académica se está haciendo presente, tenemos trabajos, proyectos y exámenes respirándonos en la nuca.
No logro concentrarme le he escrito varios mensajes a Oliver y simplemente no me responde, estoy frustrado y molesto.
No dejo de actualizar los mensajes para ver si me aparece el visto, pero nada sucede.
No entiendo nada de lo que esta hablando el profesor, mis compañeros quieren que nos juntemos en la biblioteca después del almuerzo y lo único que quiero es que esta clase termine.
Apenas el profesor dice que nos podemos retirar salgo disparado hacia el comedor, me siento en una mesa que me permita ver hacia la puerta.
Veo pasar personas y ninguno es Oliver, comienzo a desesperarme un poco, por algún motivo me causa ansiedad.
Sigo revisando los mensajes y todavía no lo ha visto, suspiro frustrado y es entonces cuando llega el bendito mensaje "disculpa, ya voy camino al comedor. La clase estuvo intensa 🥺".
Y simplemente con un mensaje mi corazón se siente ligero, sonrío y le escribo "te estoy esperando 😉".
Una chica se me acerca a hablar Disculpa, ehm... ¿Este asiento está ocupado? Señalando el asiento frente a mi.
No alcanzo a responder cuando un Oliver agitado toma la silla y se sienta, Disculpa Dan, estuvo intensa la clase, pero no dejaba de pensar en NUESTRO almuerzo, tal como acordamos AYER.
Se da vuelta a mirar a la chica y le dice ¿Necesitas algo?, hay más sillas desocupadas en las otras mesas. La observa de pies a cabeza y la chica sale huyendo sin decir nada.
No debiste ser tan grosero con ella, solo estaba preguntando por la silla Le digo serio.
No me digas eso me dice con tono lastimero, no he dicho nada malo solo le pregunté si necesitaba algo. Agacha la mirada y me siento mal.
Suspiro y prefiero pasar por alto la situación, Esperaba mucho verte, disculpa por no responder tus mensajes anoche, pero estoy con muchos trabajos pendientes.
No te preocupes algo así me imaginaba, pero por ti puedo tener toda la paciencia del mundo. Me dice sonrojado.
Mi corazón comienza a latir rápido y le regalo mi mejor sonrisa para decirle No dejo de pensar en ti desde ayer, te tengo dando vueltas en mis pensamientos.
Oliver me observa con los ojos brillantes y solo puedo quedarme embobado prendado a sus ojos.
